¡¡TIEMPO DE GANAR!!
Reflexiones en víspera del 1º de mayo revolucionario
POR MAITÉ CAMPILLO
‘Quien no se mueve, no siente las cadenas’ (Rosa Luxemburgo
Ráfagas de
escalofrío, semilla y siembra marginada descarga todo lo perdido, y me
pregunto, dónde quedó aquél Día Internacional del 1º de mayo celebrado en otros
tiempos en cualquier rincón del mundo, dónde el recuerdo entre otros miles de
ejemplos, de los trabajadores asesinados de Chicago en 1886, saliendo a la
calle en desafío vigoroso luchando por sus derechos laborales, cinco, fueron
ahorcados.
Intento plasmar en
la medida de lo posible la tonalidad de mis latidos, me incluyo entre los y las
protagonistas voluntarias de rebelión construyendo un hipotético futuro
creíble, contra azotes y desgastes aberrantes del cien por cien de la diestra y
una aplastante siniestra. Aquí entre pañuelos rojos en simulacro del 1º de mayo
que se avecina, como pétalos de amapolas al aire clandestinos, protagonistas,
de un amanecer hecho a relámpago en saltos de futuro improvisados como en época
del dictador. Ser una misma puede resultar un esfuerzo permanente desgarrador,
creerse libre de decidir y cristalizar el potencial interno, no es fácil, solo
las aves acaso pueden determinar el rumbo de su vuelo. De lo que sí soy
consciente es que nacer no nací sino como un bebé más, pero la lucha me ha
curtido mujer y vibrar de orgullo en ello, es lo más que agradezco a mi
conciencia de clase, mis padres, e indudablemente mi madre fue puntal en ello,
agradezco de forma infinita la educación recibida de supervivencia en que, otra
mujer, me parió e hizo crecer sin fronteras a la vida, más allá de ella y de
quién en ella prendió la supuesta semilla, fui disparada a la vida contra los
que se afanan por especular más aún la siembra de la explotación.