lunes, 8 de mayo de 2017

SE NOS FUE UN GRAN MÚSICO: MARIANO LUIS ACOSTA.



SE NOS FUE UN GRAN MÚSICO: 
MARIANO LUIS ACOSTA.
ROBERTO CABRERA
MARIANO SOBRE EL ARCOIRIS
Pero la fe se acaba en los corredores y la noticia llega poco a poco, en sobresaltos y urgencias como las traicioneras complicaciones cardiovasculares. Mariano Luis Acosta, murió como le ocurre a tanta gente, el día de su cumpleaños. Había nacido en el año 37, casi con la guerra civil. En Los Llanos de Aridane siendo aún un niño se inició en la banda de música de su ciudad y con solo 14 años y con permiso paterno, participaba como trompetista en orquestas como Los 5 de Palma o la célebre Bolero. En alguno de aquellos bolos o mágicas verbenas veraniegas conoció a la que sería hasta el día de ayer su compañera, la poeta Olga Rivero Jordán.
Tras su actividad sindical y política que comenzara junto al inolvidable Justo Fernández en defensa de las condiciones de trabajo de los operarios de la banca, volvió a empuñar la trompeta, esta vez ya en Tenerife para a comienzos de los ochenta emprender la aventura del jazz que tanto le fascinó desde que escuchara por primera vez el timbre de Louis Armstrong, de forma ininterrumpida.
Una vez que lograra profundizar en su sintaxis y gramática, su empeño se centró en las músicas de raíz y fusión, en especial en las norteafricanas, antes y después de su viaje a Cabilia, que tanto le marcó, aunque hiciera 
otros a La Habana o Dakar.

En todo ese trayecto de al menos una treintena de años compartió escenario con toda la pléyade de músicos que quepa imaginar, no sólo insulares sino de Senegal, Brasil, Marruecos o Austria. Algunos de sus conciertos más memorables fueron los de África Vive cuando Youssou N´dour visitó la isla, o el último Musagadir en el Museo de la Ciencia y el Hombre, hace apenas un par de años.
De todas sus grabaciones que rondan la decena, destaca el laborioso trabajo en Música para Namu, trasladando a la trompeta los arreglos en jazz de la música herreña más ancestral.
De uno de los últimos sextetos en la trayectoria de Gato Gótico quedan: Olga Luis, su hija saxofonista, el batería José Juan López y el bajista Roberto Cabrera, porque Mariano Luis, Ruskin Herman o José Pedro Pérez viven en la gloria del jazz insular para siempre.


Roberto Cabrera

Gato Gótico


Y escuchen este temazo


 

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