¿CÓMO EXPLICARLO?
¿Cómo explicar en pleno siglo XXI
situaciones y hechos tan graves como los que suceden aquí, en esta isla y en el
mundo?: guerras recurrentes, genocidios, pandemias, enfermedades, hambre,
desnutrición, pobreza extrema, crisis ambiental, escasez de agua, calentamiento
global, desigualdades abismales en ascenso, gansterización de los estados y del
gran capital, violencia racista, violencia de género, auge del neofascismo y de
la de asociación delictiva entre el estado y la delincuencia privada…
¿Cómo explicarlo?
La humanidad y el planeta que la acoge sufren la consecuencia de la peor y más prolongada crisis de la historia del capitalismo imperialista occidental. Una multicrisis de decadencia agresiva, que junto a espectaculares avances tecno-científico y a la opulencia de las elites mega capitalistas, agrava todos los problemas acumulados durante varios siglos.
Es conocido que las crisis de hegemonía
y dominio, como la que estremece a EEUU y sus aliados europeos occidentales,
siempre han sido extremadamente violentas y devastadoras; y la actual tiene las
características de una crisis destructiva que pone en riesgo la existencia de
la humanidad y del planeta.
Esto implica la militarización
(pentagonización-otanización) del sistema, las policías privadas y el
mercenarismo militar.
La gansterización abarca múltiples
vertientes e incluye, entre otros, tres grandes tipos de tráficos: armas,
drogas y personas. Las tres tienen una fuerte incidencia en esta isla que
compartimos con Haití.
La estrategia neoconservadora, que
incluye la privatización en gran escala de casi todo lo público y social, y la
conversión del imperialismo en lumpen-imperialismo, operan como factores de
sobrevivencia parasitaria y engorde de los grandes capitales privados bajo la
divisa caotizante de que todo se vale para acaparar, ascender y dominar.
- LAS SÚPER GANANCIAS APLASTAN
LAS CRECIENTES NECESIDADES HUMANAS
La relación producción-apropiación de
riquezas, generación de pobreza y daños a la naturaleza, se ha tornado brutal.
Las súper ganancias aplastan las crecientes necesidades humanas.
En esos contextos mundiales, nacionales
y locales, los estados y las clases gobernantes-dominantes -junto al supra
gobierno transnacional- se han convertido en maquinarias delictivas y fuentes
permanentes de violencia económica, social, psicológica, militar, policial,
machista, racista, adulto-céntrica; en un sistema de violencia piramidal basado
en ideologías y subculturas que los medios de comunicación dominantes no cesan
de reproducir.
Las lacras del desorden mundial penetran
por todos los poros y las brechas de los países de la periferia dependiente,
constantemente saqueados y controlados militarmente por el PENTAGONO y la OTAN.
Cuando no con ciertas garras estructuradas, con el recurso del caos bajo control
imperial. Son los casos respectivos de RD y Haití.
Las pandillas armadas proliferan a base
del contrabando protegido.
Los cárteles del tráfico de drogas, por
igual.
La política se privatiza a niveles
insospechados, y las votaciones se degradan.
En las fronteras se instalan las
principales unidades del tráfico de seres humanos y de órganos, con muros y sin
muros.
Las bandas terroristas tienen escuelas
organizadas por la CIA y por el paramilitarismo más experimentado, verbo y
gracia colombiano, israelí, “Estado Islámico”…
A las pandillas las transforman en
bandas y los narco-carteles y entidades militares tienen sus propios
escuadrones parapoliciales, que en no pocos casos se nutren del secuestro.
Delincuencia común, capital privado y
estado se van conformando como un poder compartido, en el que se reduce al
mínimo su función económica-social, crece el parasitismo financiero y se
potencia la represión y la contrainsurgencia.
Las cárceles, manipuladas por
autoridades policiales corruptas y por grandes negociantes, se transforman en
almacenes de presos empobrecidos/as y oficinas y centros operativos de mafias
civiles…y hasta explotan.
Todo esto se proyecta aquí como un
sistema mafioso isleño, subordinado a EEUU-UE-ONU-OEA-FMI-BC-BID, cuya
permanencia y continuo reciclamiento está asegurado por la negación de
soberanía y derechos a cargo de la vigilancia disfrazada de seguridad
hemisférica a cargo del Comando Sur, el MAAG, la CIA, el FBI, el MOSSAD y la
DEA.
Y de esta explicación se deriva una
contrapartida para cambiarlo todo con el accionar del pueblo en rebeldía, la
ruptura del sistema opresor y la creación de una sociedad autodeterminada,
justa y solidaria. No hay de otra.
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