LA BOMBA DEL VACACIONAL QUE LE HA EXPLOTADO
AL GOBIERNO EN LA CARA.
ELOY
CUADRA,
escritor
y activista social.
En la semana previa al 20A, este artículo es mi
contribución argumentada a animar a la gente a acudir a la manifestación del
próximo sábado.
Por cierto, hay gente que me está diciendo que por qué no
me llaman desde la Televisión Canaria y otros medios importantes, a dar la
visión de la realidad desde la experiencia acumulada en luchas sociales como la Acampada
Reivindicativa Lolo Dorta, y aprovecho este envío porque le llega a la mayoría
de medios de comunicación, para pedir poder entrar en medios como la Televisión
Canaria, el Buenos Días Canarias, y otros programas de televisión y de radios,
públicas o privadas, para plantear estos otros enfoques necesarios de los
problemas que afectan a Canarias. Estaría bien, en favor de la pluralidad
informativa.
Saludos cordiales,
Eloy Cuadra,
La bomba del vacacional que le ha explotado al gobierno en la cara
Siguen sus señorías
sin enterarse de lo que en verdad pasa por estas latitudes archipelágicas. Así,
de repente, al señor Clavijo, con su estilo canario paniaguado y simpático de
hacer las cosas, le ha estallado una macromanifestación en todas las Islas y
también en unas cuantas ciudades españolas, donde se está pidiendo nada menos
que un cambio de modelo, esto es: una enmienda a la totalidad de lo que pasa en
las Canarias. No lo esperaban, no lo han visto venir y no se están enterando.
No se enteran sus señorías que el origen del descontento está en la falta de
vivienda, y las soluciones pasan en su mayoría -o al menos pasaban- por el
derecho a la vivienda que ya no existe, aunque, quizá, ahora, en este punto,
con eso solo no les baste, porque ahora de lo que se trata es de reformularlo
todo.
Y es que yo me
pregunto: ¿acaso no había récord de llegada de turistas a Canarias, más incluso
que ahora, en los años previos a la pandemia?, ¿no ha sido siempre la cesta de
la compra de Canarias la más cara del país?, ¿no hemos sido siempre un
archipiélago hipercontaminante, bastante insostenible, con poco o ningún
respeto por nuestras costas, por nuestros ecosistemas y por nuestros recursos?,
¿no vinieron siempre los turistas a Canarias a emborracharse, a cagarse, a mearse y a disponer de lo que les diera la
gana, ya fueran parques, dunas o acueductos naturales, dejando muy poquito
dinero aquí?. Y dos cosas más: ¿no hemos tenido siempre los sueldos más bajos
-Clavijo incluso lo promocionaba como un atractivo en su anterior mandato- y la
pobreza más alta? Y bien, si todas estas realidades han sido así en Canarias
históricamente en las últimas décadas, ¿por qué ahora la gente se harta y dice
basta ya, y se pide un cambio de modelo?
La respuesta es muy
sencilla: porque hay algo que sí ha cambiado en esta última década. Porque
antes, este modelo turístico que ahora se pretende cambiar, funcionaba de
manera no invasiva. Así, sabíamos lo que había, pero el turista llegaba y se
concentraba mayoritariamente en zonas turísticas, se alojaba en hoteles o en
apartamentos turísticos, principalmente en los sures, y el resto del
territorio, las capitales no turísticas, la medianías, la mayoría de nuestros
pueblos, seguían manteniendo miles de viviendas en alquiler de larga temporada
a precios medianamente asequibles para la población canaria. Y de esta manera,
el canario, poco dado a revoluciones ni revueltas, iba viviendo más mal que
bien, con sueldos bajos y todo lo demás, pero al menos con un techo donde vivir
y poder tirar para adelante con un proyecto de vida sin demasiadas
pretensiones. Pero hoy y desde hace ya unos años, esa realidad humilde que
mantenía al canario viviendo y aceptando sin protestar ha cambiado
considerablemente. Y es que hoy el canario ya no tiene donde vivir, porque
Canarias entera se ha convertido en un resort turístico, y no queda ya un
pueblo en las Islas que no esté invadido por el modelo del alquiler vacacional.
De momento dicen que hay 54.000 viviendas vacacionales, el 36% de las camas
turísticas totales de Canarias, aunque el Gobierno de Canarias, por su futura
normativa del vacacional y por lo que dice su Consejera de Turismo, pretende
poner el freno en 100.000 viviendas vacacionales, ¡casi el doble de las que hay
ahora! ¡Esta gente está loca de remate! Y de aquí, de la falta de vivienda, vienen
la mayoría de los problemas.
Las cuentas son
sencillas: si tenemos un 36% más de capacidad de recepción de turistas y los
repartimos por todos lados, no se trata ya sólo de que los canarios no tengamos
donde vivir porque todo es vacacional, es que a más turistas necesitamos
lógicamente más trabajadores para cubrir los servicios que demandan, y como no
hay suficientes, o no del gusto de las
empresas de fuera, o no lo
suficientemente dispuestos a ser explotados, los traemos de Europa, de la
Península o de terceros países más pobres, y así tenemos superpoblación
creciente. Y cómo los turistas ahora están repartidos por toda la geografía
canaria, hacen falta más coches para conectarlos y moverlos por Canarias, y así
tenemos el caos de tráfico, la contaminación y el mayor consumo energético. Y
cómo cada vez hay más turistas y más residentes, hay más demanda, no sólo de
vivienda, y a más demanda, con poca oferta, los precios suben, es una ley
básica del capitalismo, y así tampoco le da al canario para comer, o para ir de
vacaciones en su propia tierra, porque los precios suben y suben, porque los de
fuera, los turistas, los teletrabajadores ricos y los nuevos residentes
europeos, tienen más pasta para pagar. Y por esta vía, sin vivienda y sin
capacidad económica para poder vivir, tenemos el índice de natalidad más bajo
de toda España, cuando hace décadas y siempre históricamente era el más alto, y
los canarios que ya existen (minoría en Fuerteventura y en muchos municipios
turísticos) se acaban marchando a la diáspora, a vivir como parias allá donde
los dejen, desconectados de su tierra y de su mundo, de un mundo al que por
cierto no podrán volver, en cuanto pierdan la residencia canaria, porque los
precios de los billetes de avión están imposibles sin la subvención.
Y esta es la
historia, señoras y señores, todo lo ha cambiado el alquiler vacacional, ese
que anuncian los voceros del capital tan chachi y tan democrático, pero que en
Canarias en torno al 75% está controlado por empresas, la mayoría de fuera. Y
el problema, el mayor de los problemas que tenemos en Canarias, es que sus
señorías, los de la casta, bien acomodados y engordados en sus lujosos
sillones, no quisieron o no supieron ver lo que estaba pasando y hoy el
monstruo es demasiado grande, o como digo en el titular: la bomba les ha
estallado sin que la vieran venir. Y como ellos no saben hacer más que rendir
pleitesía a los que tienen la pasta, a las empresas y a los lobbies, y de
defender al pueblo y de mirar por el pueblo nada saben, las únicas soluciones
que aportan es un decreto sobre vivienda que lo pone todo al servicio de los
empresarios privados, y una nueva normativa sobre el vacacional al gusto de la
patronal hotelera que prevén tenerla lista en cinco o seis años, ampliando el
número en lugar de reduciéndolo. Y así, descolocados cómo están, son tan
ridículos que incluso empiezan a hablar de una tasa turística, cuando la han
negado siempre, como si una tasa turística suponga cambio alguno, y algunos
tienen tanta cara que hasta aparecerán por las manifestaciones del 20A, como si
no tuvieran culpa. No señores, no, el cambio de modelo pasa y empieza porque
los canarios puedan vivir en una casa digna y tengan un futuro en su tierra, a
partir de ahí hablaremos de todo lo demás. Y por cierto, si lo que queremos es
un cambio de modelo real, no más maquillaje, no lo vamos a conseguir si no
avanzamos desde la RUP hacia otro modelo de relación con Europa -podría ser el
PTU-, un modelo que permita a Canarias decidir, legislar, regular, limitar y,
en definitiva, poder parar la sangría, la competencia desnivelada, con medio
mundo rico queriendo venir a vivir a Canarias, que va camino de dejar a
Canarias sin canarios.
Eloy Cuadra,
escritor y activista social.
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