La asociación Agua para La
Palma desmiente que el acuífero insular esté en grave retroceso por el cambio
climático y denuncia las pérdidas en el Túnel de Trasvase y los canales
El ingeniero Carlos Soler y el presidente del colectivo, Pedro Monzón, desacreditan
un informe del Consejo Insular de Aguas que da una “falsa” alarma sobre una
merma del 34% en los caudales en 7 años, con “datos sin contrastar, artificios
y desconocimiento técnico que avergüenzan”, cuando la reducción real es del 8%
y, por tanto, el acuífero puede abastecer las necesidades de La Palma si se
gestiona mejor
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La Asociación Agua para La Palma ha
rebatido de manera contundente este jueves 18 de abril en rueda de prensa las
conclusiones de un reciente informe del Consejo Insular de Aguas (CIALP),
presentado ante la Mesa Insular de la Sequía, que da un mensaje “apocalíptico”
sobre el descenso del acuífero insular que alimenta a pozos, galerías y
nacientes, atribuyendo esta situación a que llueve menos por el cambio
climático.
Durante esta comparecencia informativa,
celebrada en el patio de la Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma, el
ingeniero Carlos Soler, experto en hidráulica y energía, y el presidente de la
asociación, Pedro Monzón, han desacreditado este informe del CIALP, que firman
cuatro ingenieros y el gerente de dicho organismo público, porque se basan en
“datos sin comprobar”, utilizan “artificios” para llegar a conclusiones
interesadas, adolecen de falta de conocimiento en algunos aspectos de esta
materia; y además obvian la mala gestión y el desaprovechamiento del Túnel de
Trasvase al igual que las enormes pérdidas en los canales públicos.
La asociación ha presentado por registro
al CIALP un contrainforme de Carlos Soler con el que demuestra que las reservas
de agua subterráneas de la isla, con su recarga anual, permiten cubrir las
necesidades de la agricultura y la población, si se gestiona bien este recurso,
hasta el punto de que se puede incluso aumentar el caudal en las captaciones ya
ejecutadas, al tiempo que niega que se esté produciendo una merma alarmante en
el acuífero por las consecuencias del cambio del clima.
Soler observa que el 90% de los datos
utilizados por el CIALP los han aportado comunidades privadas de pozos y
galerías “sin comprobarse su veracidad”, y “solo por eso ya queda entredicho el
informe” de estos técnicos.
Advierte además que en el informe del
CIALP se incluyen gráficos del Plan Hidrológico Insular de Tercer Ciclo
(PHI) indicativos de que la pluviometría y la temperatura se mantienen
constantes en los últimos 80 años. También el informe oficial
“contradice manifiestamente” al PHI al afirmar que la escorrentía disminuirá,
cuando en la nueva planificación insular se prevé que en el futuro evolucione
de 15 Hm³/año a nada menos que 115 Hm³/año.
LOS “ARTIFICIOS” DEL CIALP
El ingeniero asesor de Agua para La Palma
acusa a los autores del informe del CIALP de “usar artificios” para llegar a la
conclusión de que desde 2017 se ha producido una “alarmante” merma de caudal
del 34% en pozos, galerías y nacientes debido a un grave descenso del agua
infiltrada, dato que desmiente este experto, pues Soler reduce esta merma
a sólo el 8%.
Un primer “artificio”, según este
especialista en hidrología, es que se utilizan los datos de lluvia caída de
2017 a 2023, “y se coloca el dato aislado de caudales del año 2013, que fue
anómalamente muy alto (la octava mayor pluviometría en 80 años), con lo que el
caudal mermado es mucho mayor que el que corresponde a la serie anunciada”.
El otro “artificio” de CIALP consiste en
utilizar datos de galerías de los Heredamientos, 7 de las cuales tienen cierres
hidráulicos, cuyos caudales son fruto de la regulación y no del agua que pueden
captar, al tiempo que se incluye el caudal de los nacientes, ya estén dentro o
fuera de la Caldera de Taburiente, “que no son representativos de nada” al
estar afectados por esta regulación.
El tercer “artificio” estriba en atribuir
a una merma de recursos subterráneos el descenso de caudales extraídos de los
pozos, cuando la explicación real es la menor demanda de agua de riego por la
desaparición de fincas agrarias sepultadas bajo la lava en la erupción de 2021,
así como la menor extracción en el Túnel de Trasvase por el cierre de válvulas
hidráulicas en la boca de Hermosilla.
Frente al escenario “apocalíptico”
dibujado por el CIALP, la realidad, rebate Soler, es que en Tijarafe,
Garafía, San Andrés y Sauces y Puntallana, la producción de agua se ha
mantenido constante; en Breña Alta, Los Llanos de Aridane y Tazacorte “no
podemos asegurar nada por la cuestión de los cierres”; y en Barlovento y Santa
Cruz de La Palma han descendido los caudales, “pero en el primero es dudoso
debido a que los cuatro municipios vecinos no presentan descenso alguno y en el
caso de la capital, el descenso puede estar motivado por las aperturas de los
cierres de La Caldera”.
En el contrainforme presentado por Agua
para La Palma se critica que en el documento del CIALP “nada se dice de las
elevadas pérdidas” en los canales públicos, “cifradas entre 70 y el 80% por el
presidente del Cabildo y el alcalde de Fuencaliente o con frases como que son
‘un coladero’ pronunciada por el consejero insular de Aguas”.
A juicio de Soler, otra falta de rigor en
los técnicos del CIALP tiene que ver con atribuir a la falta de lluvias una
reducción del 46% en el agua embalsada entre 2023 y 2024, obviando que “la
culpable de esta disminución es una rotura en la balsa de Barlovento”.
LA MALA GESTIÓN DEL TÚNEL DE TRASVASE
Especial atención merecen para Soler y la
asociación los datos referidos al Túnel de Trasvase en el periodo 2017-2024,
con 8 periodos de cierres totales que suman 20 meses en que no se ha sacado
agua por la boca de Aduares, “lo que supone que se podría haber extraído casi
una cuarta parte más de la que se ha obtenido”.
En este punto Soler sostiene que los
autores del informe del CIALP, al observar un descenso de solo el 14% en el
nivel de agua del Túnel, tras haber aportado 35 millones de pipas en 7 años,
“no se han dado cuenta de que el caudal, desde que se terminó la perforación,
está bajando para intentar llegar a un valor de equilibrio que, una vez
alcanzado, se mantendrá para siempre”.
Este descenso del caudal, hasta
estabilizarse, “se produce en todas las galerías en los meses siguientes a su
perforación, de modo que si el Túnel de Trasvase lleva 25 años intentando
alcanzarla, da una idea del enorme acuífero que explota y de la gran cantidad
de recursos que le llegan procedentes de la lluvia vertical e incluso
horizontal”. Si no se ha logrado ese equilibrio en esta obra hidráulica
pública, insiste Soler, es porque nunca se ha dejado la válvula de cierre
abierta completamente durante el tiempo suficiente. “Los autores del informe
del CIALP”, critica el ingeniero, “han confundido estos descensos con
reducciones del caudal de la recarga, evidenciando su desconocimiento del
proceso de drenaje de una galería y del efecto que generan los cierres en la
reposición de reservas”.
Elevando aún más el tono de sus críticas,
Soler se queja de que un gráfico en el documento del CIALP sobre el caudal del
Túnel de Trasvase en la boca de Hermosilla “es una vergüenza, pues no contempla
presiones y no diferencia cierres de aperturas, perdiéndose con esta
negligencia una valiosa información durante estos últimos siete años”.
Dentro de la mala gestión del Túnel de
Trasvase, Soler lamenta que los escurrajes representan el 12% del caudal
extraído anualmente, por lo que se producen unas pérdidas reales de entre
el 30 y el 40% de la producción de agua por culpa del mal emplazamiento y
la mala ejecución de los cierres.
EL LOBBY DEL AGUA
Llegados a este punto la Asociación
recuerda que el Túnel de Trasvase se concibió para transportar agua de riego
para la agricultura del este al oeste de la isla, pero, tras el hallazgo de tan
importante recurso, se ha destinado sobre todo al abasto urbano (hasta el 86%
en la extraída por la boca de Hermosilla).
Para Soler y Monzón, la razón de este
cambio no es otra que los intereses del lobby aguateniente. Para ello, aluden a
las propias palabras del consejero de Aguas del Cabildo, quien ha afirmado que
mandar agua pública para la agricultura, aunque es más barata que la de las
galerías y pozos privados, supondría “maleducar, malacostumbrar y malcriar al
agricultor”.
Tanto el dirigente de la asociación
como el ingeniero que la asesora defienden que la única manera de
subsanar los actuales problemas de abastecimiento de forma rápida y eficaz
pasa por aumentar el caudal a partir de las obras subterráneas ya
ejecutadas, descartando desaladoras y, por supuesto, reponiendo y reparando los
canales para reducir las “escandalosas” pérdidas de agua por el mal estado de
estas conducciones.
Por último, el presidente de Agua para La
Palma sostiene que este cuestionado informe del CIALP se enmarca en “los
constantes intentos de seguir desde este organismo público
con viejas prácticas en la toma de decisiones, contraviniendo frontalmente
la nueva política de la Unión Europea con el agua basada en la mejora de
la gestión de este preciado recurso que ya tenemos a nuestra disposición”.
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PARA MÁS INFORMACIÓN, TELÉFONO: 669 38
39 51
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