RECORDANDO A GABO
ADALBERTO
SANTANA
En estos días se conmemora el décimo aniversario del fallecimiento del más trascendental novelista latinoamericano: Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia 6 de marzo de 1927 – Ciudad de México, 17 de abril de 2014). En su obra escrita destacan una serie de trabajos en distintas vertientes de la literatura. La novela, el cuento y guión cinematográfico, pero también escribió distintos discursos, reportajes, testimonios y memorias. Es decir, sus letras abarcaron diversos campos en los que se desarrolló un gran escritor y un periodista. En todas sus obras escritas nos heredó diversas de visiones del mundo que únicamente podrían haber salido de un hombre comprometido con su tiempo y con sus pueblos latinoamericanos. Pero también, Gabo, tuvo una posición política muy consecuente con su propia vida y con la época que le tocó vivir.
En ese último
sentido queremos destacar su amplio compromiso con la liberación de los pueblos
latinoamericanos y con la visión crítica de nuestras sociedades. Así, en la
entrevista que le concedió a Plinio Apuleyo respecto al socialismo, García
Márquez le manifestaba: “….en mis opciones políticas personales soy un hombre
comprometido, políticamente comprometido”. Agregando su entrevistador ¿Con el
socialismo…?, a lo que el gran novelista latinoamericano le respondió:
“- Quiero que el
mundo sea socialista, y creo que tarde o temprano lo será. Pero tengo muchas
reservas sobre lo que entre nosotros se dio en llamar literatura comprometida,
o más exactamente la novela social, que es el punto culminante de esta
literatura, porque me parece que su visión limitada del mundo y de la vida no
ha servido, políticamente hablando, de nada. Lejos de apresurar un proceso de
toma de conciencia, lo demora. Los latinoamericanos esperan de una novela algo
más que la revelación de opresiones e injusticias que conocen de sobra. Muchos
amigos militantes que se sienten con frecuencia obligados a dictar normas a los
escritores sobre lo que se debe o no se debe escribir, asumen, quizás sin darse
cuenta, una posición reaccionaria en la medida en que están imponiéndole
restricciones a la libertad de creación. Pienso que una novela de amor es tan
válida como cualquier otra. En realidad, el deber de un escritor, y el deber
revolucionario, si se quiere, es el de escribir bien”.
En efecto, dentro
del compromiso político de García Márquez, se destacó entre sus principios la
defensa de la Revolución Cubana y de su larga y estrecha amistad con el
Comandante Fidel Castro. En lo personal recuerdo nuestras reuniones en “la
Explanada” (la residencia del embajador de Cuba en México), donde un grupo de
intelectuales, políticos académicos y periodistas mexicanos y latinoamericanos,
periódicamente nos reuníamos para analizar la situación de nuestra América y
para llevar a cabo tareas en solidaridad con el pueblo y gobierno cubano.
En diversas obras
del género testimonio, Gabriel García Márquez, se hizo presente su preocupación
por la situación política latinoamericana y mundial. Recordemos algunos de sus
textos claves donde nos mostró la situación de la realidad política de nuestra
región y del mundo. En ese contexto figuran trabajos como: “Viva Sandino”
(1982) y “El asalto: el operativo con el que el FSLN se lanzó al mundo” (1983),
trabajos testimoniales como se indican en los títulos dedicados a las gestas
heroicas del pueblo nicaragüense. “Noticia de un secuestro” (1996), obra donde
nos presenta una crónica periodística de una historia real, tal como fue el
secuestro de Maruja Pachón Villamizar que acontece en Colombia, cuando se hacía
presente el auge del narcopoder de Pablo Escobar Gaviria, principal activo del
llamado Cartel de Medellín. Fenómeno de la violencia criminal que sigue
presente en nuestros días en diversos países latinoamericanos.
“Chile, el golpe y los gringos” (1974), es un
relato breve donde se describen las situaciones que padeció el gobierno del
presidente Salvador Allende y las
condiciones que llevaron a la imposición de la dictadura militar. “Las
aventuras de Miguel Littín clandestino en Chile” (1986), ahí Gabo nos narra
cómo a mitad de la década de los años ochenta, el director chileno de cine
(Miguel Littín), llevó a cabo una serie de grabaciones durante casi dos meses.
Reportaje que nos lleva a introducirnos a la situaciones de clandestinaje que
vivió el cineasta. Momentos en los que
grabó un material fílmico, que sirvió para producir reportajes y filmes,
que testimoniaron la situación que se vivía en la dictadura militar de Augusto
Pinochet. En “Viaje por Europa del Este” (2015), es un texto donde el joven
escritor colombiano plasmó su visión y crónicas de sus viajes por los países
europeos del campo socialista. Y también en sus reportajes figura un rico
testimonio de la “Operación Carlota” publicado en diversas revistas, entre
ellas en la revista Tricontinental (Cuba) y Proceso (México) 1977, en donde se
da cuenta de los preparativos y presencia de las fuerzas revolucionarias
cubanas que combatieron con su espíritu internacionalista por la liberación de
Angola. Así, la obra periodística y testimonial del Nobel de Literatura,
Gabriel García Márquez, es también una fuente necesaria para comprender nuestra
historia y el compromiso de una gran escritor con la liberación de nuestra
América.
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