¿Y QUÉ ESPERABAS, PEDRO?
Los
gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios
afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para
evitarlo.
YAGO
ÁLVAREZ BARBA
Pedro Sánchez responde a una intervención
de Núñez Feijóo durante el debate de investidura de Feijoó DAVID F. SABADELL
Que en los últimos
años los medios de comunicación han recrudecido sus mensajes, han aumentado su
agresividad, extendido sus estrategias de manipulación y orquestado ataques
hacia las fuerzas políticas de izquierda, sus propuestas y sus líderes es algo
más que evidente. Que un puñado de pseudomedios han roto cualquier tipo de
límite, ya no sólo periodístico, sino ético es algo que no se le debería
escapar a nadie.
En El Salto llevamos años publicando cómo esos mismos medios que se han dedicado a la mentira, la manipulación y el acoso reciben ingentes cantidades de dinero público mediante publicidad institucional, subvenciones o contratos a dedo por parte de las instituciones públicas controladas por el Partido Popular.
La Comunidad de
Madrid y el resto de empresas públicas controladas por Isabel Díaz Ayuso, el
Ayuntamiento de Madrid, la Xunta de Galicia o la Junta de Castilla y León entre
otros. Todas ellas han repartido el dinero público incumpliendo cualquier tipo
de normativa sobre reparto justo basado en alcance del medio. Hemos señalado
cómo se ha financiado a medios como OkDiario, El Debate, The Objective o al
EDATV de Javier Negre entre otros. Nunca ha habido una reacción política ni
judicial, pese a que queda bastante demostrado que esos medios reciben dinero
por afinidad y no por los baremos por los que se debería repartir la publicidad
institucional.
No sólo hemos
denunciado a esos grandes medios. En El Salto hemos publicado cómo se ha
inyectado dinero público mediante publicidad en medios sin apenas alcance, sin
estadísticas de visitas auditadas y con tamaños en empleados y facturación
ridículos comparadas con otros medios que hemos sido discriminados por esas
mismas administraciones. Medios como Diario Crítico, MadriDiario, Diario La
Lupa, La Brújula del Norte, El Imparcial o El Cierre Digital reciben dinero por
parte del Gobierno madrileña de Almeida. Demostrando que el dinero público ha
sido utilizado en una clara discriminación política e ideológica para aupar a
medios que sirven a los fines políticos y económicos de la derecha, mientras
los que somos molestos hemos sido apartados.
Si a Jiménez
Losantos le sale tan rentable hacer la guerra sucia que lleva años haciendo y
nadie mueve un dedo por evitarlo, ¿qué crees que va a seguir haciendo, Pedro?
Uno de los
artículos en los que se basa la denuncia de Manos Limpias es de Libertad
Digital, uno de los medios del conglomerado de Federico Jiménez Losantos. En El
Salto hemos publicado que la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre le dio
900.000 euros en publicidad a su radio en sus dos primeros años de existencia,
que Avalmadrid le concedió un aval a Libertad Digital por 1,8 millones de euros
para optar a una concesión de TDT, que lleva recibiendo dinero público pese a
ser un medio que ha dado pérdidas casi todos sus años de vida y que ha sido uno
de los principales receptores de publicidad y contratos menores a dedo del
Gobierno de Ayuso, del Ayuntamiento de Almeida y de la Junta de Castilla y
León. Entonces, si a Jiménez Losantos le sale tan rentable hacer la guerra
sucia que lleva años haciendo y nadie mueve un dedo por evitarlo, ¿qué crees
que va a seguir haciendo, Pedro?
Si todos esos
medios conviven con el partido de la oposición son capaces de aumentar sus
ingresos, sus beneficios y, sobre todo, avanzar en sus objetivos políticos y
económicos, entre los que se pueden encontrar tumbar a partidos y gobiernos de
izquierda o tumbar políticas progresistas para la mayoría pero que afectan a
sus intereses económicos, ¿qué crees que van a seguir haciendo en el futuro,
Pedro?
Si hay medios que
llevan años mintiendo y no tienen absolutamente ningún tipo de responsabilidad
ni castigo, ¿qué esperas que hagan la próxima vez, Pedro?
Dinero de
publicidad aparte, ¿qué pasa con las noticias falsas y la manipulación? Yo
entiendo que hacer una ley de noticias falsas es un tema muy delicado. Darle la
llave a un Gobierno de decir qué es verdad y qué no puede ser muy peligroso.
Pero, ¿no hacer absolutamente nada? Si hay medios que llevan años mintiendo,
con noticias que son fácilmente desmontables, y no tienen absolutamente ningún
tipo de responsabilidad ni castigo, ¿qué esperas que hagan la próxima vez,
Pedro?
Si una noticia de,
por ejemplo, una imputación o la apertura de un caso de alguien de un partido
político abre cabeceras con letras gigantes y nombres de casos rimbombantes que
se repiten sin parar, llena tertulias televisivas con periodistas de esos
mismos medios y copa informativos y, un tiempo después, cuando se demuestra que
no había delito ni caso nada más que en la cabeza de algunos pseudoperiodistas
y de algunos fiscales o jueces, esos medios no tienen que dar la noticia,
rectificar o no tienen que darla en la misma forma, tamaño y espacio que
esparcieron la mentira, ¿qué esperas que hagan la próxima vez, Pedro?
Que esas
manipulaciones mediáticas han sido la madera que ha alimentado el fuego del
lawfare que le sigue después, tampoco es algo que se le debería escapar a nadie
Que esas
manipulaciones mediáticas han sido la madera que ha alimentado el fuego del
lawfare que le sigue después, tampoco es algo que se le debería escapar a nadie
que haya analizado el rumbo político, judicial y mediático de los últimos años.
O bueno, puede que se te escape si a ti no te ha manchado mucho.
Sin querer caer en
un simplón “pues ahora te jodes, Pedro”, creo que es imposible no acordarse de
Mónica Oltra. Ella, el día de su forzada dimisión, avisó de la Caja de Pandora
que se estaba abriendo con su caso y del montón de mierda que iba a acabar
salpicando a toda fuerza política progresista si no se hacía nada. “Nos están
fulminando uno a uno con denuncias falsas... y día que ustedes quieran
reaccionar, les habrán fulminado también a ustedes”. Y no se hizo nada. Se
reaccionó tarde, por lo menos para ella.
Es imposible no
acordarse de las ¿veintiuna van ya? causas abiertas a todo trapo y copando
medios contra Podemos que acabaron en nada. Imposible que no me venga a la
cabeza la panda de energúmenos que acosaron sistemáticamente durante semanas a
Pablo Iglesias, Irene Montero y sus tres criaturas en la puerta de su casa. No
podemos ignorar la enorme impunidad con la que la extrema derecha acosa y
miente sobre personas de izquierda en este país.
Si lleváis seis
años sin hacer nada para parar lo que ahora te estalla en la cara, ¿qué
esperabas, Pedro?
Desde de junio de
2018, fecha en el PSOE se hizo con la presidencia del país, han pasado ya casi
seis años. Un periodo demasiado largo para no hacer absolutamente nada. Un
tiempo más que suficiente para que los medios de extrema derecha, los medios
manipuladores, los pseudoperiodistas acosadores y los partidos políticos que
los alimentan con el dinero de todos se sientan completamente impunes. Para que
se hayan crecido, para que se crean invencibles. Suficiente tiempo para que se
lo crean y lo acaben siendo.
Seis años sin que
se haya abierto ni una sola causa o un proceso para investigar cómo se gasta el
dinero público en publicidad o en contratos menores a medios afines. Seis años
sin que se juzgue el uso discriminatorio e ideológico de ese dinero, lo cual es
un delito de prevaricación, un delito penal. Seis años sin una Ley de Medios
acorde a los tiempos que corren. Seis años sin perseguir la manipulación y las
fake news. Seis años dejando que esa bola del acoso y la mentira engorden sin
mover ni un sólo dedo e, incluso, mirando hacia otro lado cuando se lo hacían a
otros. Si lleváis seis años sin hacer nada para parar lo que ahora te estalla
en la cara, ¿qué esperabas, Pedro?
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