LOS MILAGROS DE UN ÍDOLO
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-**
Siempre resulta
grato el intentar volver la vista hacia atrás para rememorar alegres, o
tristes hechos especiales que a lo largo
de nuestra efímera existencia, nos hayan
sido indispensables vivir.
Es uno de los Dones
que los humanos tenemos la elevada distinción de poseer: El de ejercitar la
memoria, rememorando cosas ya transcurridas, con la consabida nostalgia del
añorado ayer.
Hace unos días,
tuve la acertada ocasión de avistar por la pequeña pantalla, un original
programa, presentado por el polifacético madrileño entrevistador, BERTÍN
OSBORNE, bajo el título:”MI CASA ES LA
TUYA” y, pensando dentro de mis prohibidos afueros interiores que...-¡OJALÁ,
ESAS INALCANZABLES MANSIONES, FUESEN MÍAS!-
En esta
oportunidad, desde MIAME, en un fraternal estilo peculiar, nos presentó al
popular trovador de la canción, JOSÉ
LUIS RODRÍGUEZ, mucho más conocido por todos con el zoológico sobrenombre de
“EL PUMA”, debido al espléndido rol que interpretara en una famosa Tele-novela
venezolana de inigualable éxito global.
Fue el primero en
dar a conocer aquella bella canción, original de nuestro inspirado MANUEL
ALEJANDRO, “Voy a perder la cabeza por tu amor”, con la que otros muchos
intérpretes han intentado imitarle, sin
llegar jamás a alcanzar las altas cimas
de su fetén manera de entonarla, poniendo en ella todo un dramático
sentimiento ,totalmente imposible de
igualar.
Esta vez, más que
un puma, me pareció ver en él, a un viejo, pero siempre fiero, desmelenado
león, con todavía una poblada cabellera,
en la que relucen resplandecientes hilos
de plata, labrados por las inexorables nieves del tiempo.
Sigue poseyendo un
joven corazón, y, la grandeza del mismo, se puede medir por su evidente
acercamiento y espontaneidad.
Él me trajo a la
mente , a colación, mis habitados años en Caracas, cuando formaba aplaudido
trío con los inolvidables y ya, desaparecidos, FELIPE PIRELA, “El Bolerista de
América” y el cadencioso CHEO GARCÍA, deleitándonos con unos fabulosos Mosaicos
Musicales, bajo la docta batuta del dominicano maestro, BILLO FRÓMETA.
Era entonces un
jovencito que luego, más tarde, vendría a resaltar de sorprendente manera como
particular solista, hasta llegar a convertirse en un auténtico ídolo universal
, engrandeciendo a su tierra.
Hace ya una porrada
de años que tuve la oportunidad de escucharle, entrevistado por el mesías de la
palabra, en "ONDA CERO", el inconmensurable, LUIS DEL OLMO, al
preguntarle sobre la fatídica actuación del que por aquel entonces fuera
Presidente de la Patria de Bolívar, HUGO CHÁVEZ, me captó por entero la
atención, su valiente y decisiva respuesta:
"Era el
hombre en el que la mayoría depositara su confianza, a la ansiada y
desesperada espera de un definitivo
cambio político-venezolano, pero... se ha visto que, a estas alturas,
anda sembrando algo que nunca ha
existido en Venezuela: LA MALIGNA SEMILLA DEL ODIO.
Entre nosotros,
jamás hubo ese rencor, esa rabia que ahora se vislumbra, se ve, entre las
diferentes clases sociales, entre el pobre y el rico, entre el blanco y el de
color, y, éso, está muy mal, resultando horriblemente fatal!"
He sido un fiel
testigo de la espontánea afabilidad del hoy martirizado pueblo venezolano,
habitando en fraternal compenetración entre unos y otros, comprobando en carne
propia la familiar acogida dispensada a los emigrantes, saboreando la ejemplar
sencillez de sus pobladores, la máxima naturalidad de sus Altos Mandos
Militares, Eclesiásticos y Civiles, a los que, sin ninguna clase de ridículos
protocolos especiales, salvando las normativas distancias, nada más y nada
menos, dialogué, largo y tendido, con todo un Arzobispo, Nuncio de su Santidad
y...¡hasta pude estrecharle la mano a un recordado y desaparecido Presidente.!
¡QUÉ TIEMPOS
AQUELLOS SEÑORES!
¡QUÉ DÍAS AQUELLOS
SIN PAR!
CADA VEZ QUE LOS
RECORDAMOS,
NOS ENTRAN GANAS DE
LLORAR
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