jueves, 18 de julio de 2019

LOS MILAGROS DE UN ÍDOLO


LOS MILAGROS DE UN ÍDOLO
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-**
Siempre resulta grato el intentar volver la vista hacia atrás para rememorar alegres, o tristes  hechos especiales que a lo largo de nuestra efímera existencia, nos hayan  sido indispensables vivir.

Es uno de los Dones que los humanos tenemos la elevada distinción de poseer: El de ejercitar la memoria, rememorando cosas ya transcurridas, con la consabida nostalgia del añorado ayer.
Hace unos días, tuve la acertada ocasión de avistar por la pequeña pantalla, un original programa, presentado por el polifacético madrileño entrevistador, BERTÍN OSBORNE, bajo el título:”MI CASA  ES LA TUYA” y, pensando dentro de mis prohibidos afueros interiores que...-¡OJALÁ, ESAS INALCANZABLES MANSIONES, FUESEN MÍAS!-
En esta oportunidad, desde MIAME, en un fraternal estilo peculiar, nos presentó al popular trovador de la canción,  JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ, mucho más conocido por todos con el zoológico sobrenombre de “EL PUMA”, debido al espléndido rol que interpretara en una famosa Tele-novela venezolana de inigualable éxito global.
Fue el primero en dar a conocer aquella bella canción, original de nuestro inspirado MANUEL ALEJANDRO, “Voy a perder la cabeza por tu amor”, con la que otros muchos intérpretes  han intentado imitarle, sin llegar jamás a alcanzar las altas cimas  de su fetén manera de entonarla, poniendo en ella todo un dramático sentimiento ,totalmente  imposible de igualar.

Esta vez, más que un puma, me pareció ver en él, a un viejo, pero siempre fiero, desmelenado león, con todavía una  poblada cabellera, en la que relucen  resplandecientes hilos de plata, labrados por las inexorables nieves del tiempo.
Sigue poseyendo un joven corazón, y, la grandeza del mismo, se puede medir por su evidente acercamiento y espontaneidad.
Él me trajo a la mente , a colación, mis habitados años en Caracas, cuando formaba aplaudido trío con los inolvidables y ya, desaparecidos, FELIPE PIRELA, “El Bolerista de América” y el cadencioso CHEO GARCÍA, deleitándonos con unos fabulosos Mosaicos Musicales, bajo la docta batuta del dominicano maestro, BILLO FRÓMETA.
Era entonces un jovencito que luego, más tarde, vendría a resaltar de sorprendente manera como particular solista, hasta llegar a convertirse en un auténtico ídolo universal , engrandeciendo a su tierra.
Hace ya una porrada de años que tuve la oportunidad de escucharle, entrevistado por el mesías de la palabra, en "ONDA CERO", el inconmensurable, LUIS DEL OLMO, al preguntarle sobre la fatídica actuación del que por aquel entonces fuera Presidente de la Patria de Bolívar, HUGO CHÁVEZ, me captó por entero la atención, su valiente y decisiva respuesta:
"Era el hombre  en el que la mayoría  depositara su confianza, a la ansiada y desesperada espera de un definitivo  cambio político-venezolano, pero... se ha visto que, a estas alturas, anda sembrando  algo que nunca ha existido en Venezuela: LA MALIGNA SEMILLA DEL ODIO.
Entre nosotros, jamás hubo ese rencor, esa rabia que ahora se vislumbra, se ve, entre las diferentes clases sociales, entre el pobre y el rico, entre el blanco y el de color, y, éso, está muy mal, resultando horriblemente fatal!"

He sido un fiel testigo de la espontánea afabilidad del hoy martirizado pueblo venezolano, habitando en fraternal compenetración entre unos y otros, comprobando en carne propia la familiar acogida dispensada a los emigrantes, saboreando la ejemplar sencillez de sus pobladores, la máxima naturalidad de sus Altos Mandos Militares, Eclesiásticos y Civiles, a los que, sin ninguna clase de ridículos protocolos especiales, salvando las normativas distancias, nada más y nada menos, dialogué, largo y tendido, con todo un Arzobispo, Nuncio de su Santidad y...¡hasta pude estrecharle la mano a un recordado y desaparecido Presidente.!
¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS SEÑORES!
¡QUÉ DÍAS AQUELLOS SIN PAR!
CADA VEZ QUE LOS RECORDAMOS,
NOS ENTRAN GANAS DE LLORAR

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