JM AIZPURUA
El Régimen78 añadió
a las tribus territoriales, que son 3 y una colonia, las tribus artificiales,
que son 12, y una nacionalidad supremacista castellana. Para gestionarlas
recreó el viejo sistema bipartidista, el que Cánovas usaba para comprar votos y
ganar elecciones mientras obtenía buenos dineros con el tráfico esclavista que
su reina favorecía y del que participaba con una buena recua de esclavos.
Pero el eterno
devenir llegó al siglo XXI, y creó una opción electoral de 4 frentes y un
divieso centrífugo nacionalista vasco-catalanista que ocupa un monto electoral
que, ante el tradicional empate de las dos Españas, adquiere una importancia vital.
Los dirigentes
españolistas, del color que sean, formados en el paradigma “Una Grande Libre”
no son capaces de avanzar al ritmo de la Historia y comprender que el Estado
del siglo XXI, no es ya el Imperio, ni la Democracia Orgánica fascista, ni la
monarquía designada por Franco. Este nuevo Estado europeísta, es algo naciente
y diferente del pasado.
La República
Confederal es el instrumento adecuado para emprender un nuevo rumbo en la
Historia para aquel ¿gran Imperio? hoy desmembrado y reducido a sus últimas
posesiones forzándole a crear Estado. La
nación castellana en confluencia con las naciones vasca, catalana y gallega, y
la adhesión de la colonia canaria como Estado libre asociado, si esta fuera su
decisión, crearían una Constitución que por fin diera espacio, lugar político,
a todas las sensibilidades que hoy se encuentran bajo el imperio legal del
Estado español con falsos presupuestos constitucionales.
¿Quién no es
“constitucionalista”? ¿Quién engaña con el “nacionalismo constitucionalista”
para ocultar el seguidismo españolista?: solo el “inmovilismo” de bolsillo.
Y está aquí el nudo
gordiano de la falsa negociación de Sánchez. Los Poderes Fácticos, el señorito,
no aceptan otro relato que el falso españolista de “unidad de destino en lo
nacional”, argumentario franquista para quebrar el rumbo republicano del Estado,
hoy objetivo impuesto a los dóciles partidos.
Repetir mentiras,
desoír al discrepante hasta llevarlo al ostracismo, premiar injustificadamente
al mentiroso servil, es el método practicado por el Régimen78, cargado de
rémoras del pasado, a todas luces indigno, pero camuflado por la casta que
vería sus pompas y botines al descubierto en una lectura fiel a la historia de
su enriquecimiento. Títulos nobiliarios basados en la esclavitud y robos
descarados saldrían a la luz, no solo del franquismo si no de esos 5 siglos de
pretensión nacional.
Yo creo que mucha
gente sabe todo esto; que no hay gloria ni nación de 500 años, que Felipe no tiene
nada de Borbón y menos de rey, que la Constitución78 era un tente mientras
cobro sin ninguna ventaja social salvo para la casta. Pero aprender a decir
Amen, es lo primero que el nacional-catolicismo enseñaba, y se sigue diciendo
Amen a todo lo que comprometa. ¿Quién dicen que va a ganar? Pues Amen y a
votarle.
El cinismo social
está arraigado, como la corrupción y la maledicencia. Hoy educa la TV y Sálvame
es algo siniestro que contagia hasta los debates de las Cortes copiando modos e
irrespetos. El chico veleta llama “banda”a sus colegas de poltrona al más puro
estilo Sálvame. Y entonces Aitor le llama “komando” a VOX.
Sin verdad, sin
respeto, sin lealtad ni ideales, la política del Estado es deplorable,
insufrible, y más para Sánchez que debe soportar a la cotorra mentirosa murmurando
incansable a su oído toda la sesión. Solo por eso merecía la presidencia. Amen.
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