JM AIZPURUA
Anghel; te lo
mereces, pero, aun así, ¡es una hazaña!
Allá por 2010, en
un maravilloso amanecer haitiano desayunando mi té verde me dijo mi mujer: “hay
un chicharrero que dice coplas divertidas en su Blog”. A partir de entonces, en
las mañanas difíciles de aquel país, casi todas, las coplas del Blog me sacaban
la primera sonrisa de la mañana y el fondo de sus cuestiones me acercaban más a
la tierra canaria donde me refugiaba en cuanto podía. Ya nunca dejé de tener el
Blog de Anghel en la cabecera de mi PC. Y hace ya más de 9 años que mi
conformidad con la línea editorial, transversal y librepensadora para la Nación
Canaria, me hizo ser lector incondicional y en los últimos tiempos colaborador
asiduo en sus artículos, lo cual constituye un gran honor para mí.
Yo conocí esta
tierra canaria ya por los años 50, cuando mis padres me traían a pasar
vacaciones de invierno, los primeros años en Tenerife, pero luego en Gran
Canaria pues mi madre se enamoró de Maspalomas y allí continuamos hasta que yo,
ya adulto independiente, viajaba a solo a Tenerife y de casado mi hijo mayor
llegó conmigo con pocos meses a esta tierra chicharrera en donde siempre que podía
me refugiaba, hasta que ya jubilado me asenté en ella y por fin: pude
entenderla y disfrutarla.
Y mi gozo en un
pozo. Comprender la idiosincrasia del guanche, su conquista y colonización, me
amargaron la vejez. Comprendí que en esta tierra el godo castellano
supremacista hizo su entrenamiento para lo que sería el genocidio americano, y
eso me enredó en labores literarias para que la realidad histórica no se
perdiese. Pero más aún al observar que los perros alanos, empleados en la
conquista canaria y que hoy se exhiben en ¿su bandera?, son los mismos que se
usaron como arma estratégica contra los indígenas americanos y luego contra el
africano esclavizado. Es una burla indigna poner a los perros que destrozaron a
los guanches en una supuesta bandera que solo puede ser del invasor. El
colonizador se regodea y al invadido no le dejan lugar en la historia.
Cuando ya los
paisanos se aseguran de que no soy godo, se van abriendo, y sueltan
experiencias, relatos, las negras historias de estos que alardean de canarios
para vivir de su servidumbre como cipayos isleños, y me muestran su alma
canaria que es un pedazo de esta nación tan sojuzgada y abandonada. No merecen
su destino.
Pero yo ya soy
demasiado mayor y enfermo para aportar algo distinto que mi pluma y consciente
de ello cuando tengo un rato bueno escribo para el Blog, siempre en la
esperanza de que algún joven lo lea y se le abran nuevas perspectivas canarias
al leer las que observa un vasco chicharrero con mucho mundo corrido. Y hago
teoría porque antes hice práctica.
Las “patria-chica”,
crecieron, y hoy muestran su nacionalidad al godo supremacista que se encuentra
desbordado, atónito ante el reto que después de cientos de años de cruel dominación
represiva se le presenta con el nuevo paradigma de la Democracia en el siglo
XXI. Sus armas que siempre fueron más y mejores, hoy no le sirven pues sus
razones; son menos y peores. Y en este camino de la razón es donde debe
refugiarse el alma canaria para superar la colonización y el desprecio, para
entrar en una nueva fase de autoestima y protagonismo llevando lo canario a la
línea de salida en igualdad con los demás pueblos de la Tierra a los que Risco
Cáido ha dejado sin habla.
En esto, el renacer
canario, el Blog y Anghel, están siendo determinantes
y sus 4 millones de visitas constituyen una cascada de canariedad que fluye sin
cadenas colonizadoras, libre para el uso de su pueblo canario en estos momentos
en los que el mundo va a cambiar y habrá que encontrar un hueco digno para las
nuevas generaciones a las que ya no morderán los perros alanos.
¿Vamos a por los 5
millones?
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