LA GABARRA EN CAMPAÑA ELECTORAL VASCA
SATO
DÍAZ
La
Gabarra cruzando la ría en 1983.- ATHLETIC CLUB DE BILBAO
Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic. Una gran bufanda rojiblanca de varios metros de longitud cuelga de una de las balconadas que da a la ría, donde el puente del Arenal se acaricia con Nafarroa Kalea. No hay bar sin pinchos ni sin bandera del club bilbaíno; no hay tienda que no haya decorado el escaparate, como si de la Navidad se tratara, pero en esta ocasión con motivos futbolísticos. En cada balcón, una enseña del Athletic; en cada coche, una pegatina; en cada peatón, una zamarra. En Bilbo no se habla de otra cosa. La campaña electoral de las elecciones vascas del 21 de abril comenzó oficialmente la noche del pasado jueves, pero puede que hasta el fin de semana próximo, el del 13 y 14 de abril, no lo haga formalmente.
En cada campaña
electoral se repite siempre una matraca, un runrún: esta campaña sí, de verdad,
esta es la que trata sobre lo viejo y lo nuevo. Cada campaña electoral tiene la
insolencia de sentirse tan importante como para ser la del cambio, de creerse
capaz de producir un giro en la vida de la ciudadanía. Y, sin embargo, pocos
procesos electorales lo consiguen. Hay vuelcos electorales históricos, sí, que
cambian gobiernos y políticas públicas, sin duda; la mayoría de las veces se
cumplen las predicciones de las encuestas y no hay espacio para la sorpresa; en
otras ocasiones, pasan desapercibidos y no ocurre absolutamente nada, todo
sigue igual... Esta campaña vasca, por el contrario, tiene los alicientes de
ser una campaña de cambio, un nuevo ciclo político se abre en Euskadi.
Los sábados suelen
ser días de grandes mítines, los actos centrales. De hecho, este fin de semana
desembarcan en Euskadi los principales líderes de los partidos estatales: Pedro
Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal, Yolanda Díaz, Irene Montero...
Sin embargo, en las salas de máquinas de los partidos saben que en esta ocasión
el devenir de la campaña tendrá relación con los que ocurra a casi 900
kilómetros de la capital vizcaína. El Athletic juega la final de la Copa del
Rey de fútbol masculino contra el Mallorca en el estadio de La Cartuja de
Sevilla.
En Euskadi se han
celebrado 12 elecciones autonómicas. Desde 1980, el PNV siempre ha sido la
opción más votada en cada ocasión. La hegemonía jetzale parecía fuera de duda
en la comunidad autónoma. En el año 1986, el PSE de Txiki Benegas obtuvo más
representantes en el Parlamento de Gasteiz que el PNV de José Antonio Ardanza
por la ley electoral vasca, que no se basa en criterios puramente poblacionales
a la hora de repartir los escaños entre las tres provincias. Sin embargo,
también aquel año los nacionalistas obtuvieron más votos que los socialistas.
En el actual
periodo democrático, tan solo en una legislatura no ha habido un lehendakari
del PNV, en 2009 el socialista Patxi López se ubicó en Ajuria Enea tras un
pacto con el PP de Antonio Basagoiti. La llamada ley de partidos operaba y
Batasuna no pudo presentarse a los comicios, aquellos resultados no se
asemejaban a lo que realmente ocurría en la sociedad. También venció el PNV,
tanto en escaños como en votos, en aquellos comicios: Juan José Ibarretxe fue
el candidato más votado.
Los equipos de
campaña de las distintas formaciones políticas son perfectamente conocedores de
los componentes identitarios y emocionales a la hora de decidir el voto. El
fútbol mueve pasiones en Bilbo, en Bizkaia, en Euskadi, en todo el Estado
español. La campaña pasa a un segundo plano porque los focos están puestos en
el partido de la noche del sábado. Llevar la campaña a la final del Athletic
puede causar rechazo en Guipuzkoa, la rivalidad de la Real Sociedad con el club
bilbaíno es histórica, o en Araba. Los candidatos no quieren aparecer, por
ello, muy ligados al Athletic ni ir a Sevilla, a la final... Por otra parte,
los gurús de los partidos creen que, si el club bilbaíno pierde, puede llegar
una depresión colectiva en la provincia que afecte, de alguna manera, el voto
del día 21.
Pero... si por el
contrario, el Athletic ganara la final de Copa del Rey, después del partido
llegarán las celebraciones, la locura colectiva, varios días de fiesta y la
campaña electoral seguirá en segundo plano al menos hasta que pase el jueves
11. Ese día, será un día histórico para muchos aficionados, ese día, según ha
anunciado el club, volverá a surcar la ría de Bilbo La Gabarra.
Esta embarcación,
construida en el año 1960 por los Astilleros Celaya tras un encargo del Puerto
Autónomo de Bilbao, era una poltrona para el transporte de materiales pesados.
Años después, se convertiría en un símbolo de los triunfos del Athletic y pasó
a denominarse ‘Gabarra Athletic’. Cuando el club gana un título de relevancia,
pasea el trofeo por toda la ría, desde el Puerto de Getxo hasta la capital, con
los jugadores dentro del navío, surcando el agua salada en dirección contraria
al mar. La última vez que el Athletic celebró un título en La Gabarra fue en
1984, hace 40 años. Nada más y nada menos.
Desde hace varias
elecciones -no solo autonómicas, también generales y, sobre todo, municipales-
se observa un cambio de tendencia en Euskadi. EH Bildu, aupada por el fin de la
violencia de ETA hace más de una década y por las buenas decisiones de sus
dirigentes encabezados por Arnaldo Otegi, cada vez obtiene más respaldo
electoral. Según las encuestas, el PNV y la izquierda independentista vasca
llegan en empate técnico a esta campaña. Los abertzales creen que es el momento
de ser, por primera vez, la fuerza política más votada en unas elecciones
autonómicas y poner fin a la hegemonía jetzale, una hegemonía de más de 40
años, un cambio de ciclo.
En Sabin Etxea
(casa de Sabino Arana en euskera), la preciosa e imponente sede del PNV en
Bilbo, hay nervios. Y es que, aunque los nacionalistas tienen más fácil
gobernar que los de Otegi, pues el pacto de gobierno de Imanol Pradales con el
PSE de Eneko Andueza se da por descontado, ni el candidato ni la actual dirección
quiere ser quienes lleven al partido al segundo puesto del podio vasco tras más
de cuatro décadas en el primero, por número de votos. Y es que 40 años después,
puede volver a salir La Gabarra y recorrer la ría para celebrar una Copa del
Rey del Athletic, y puede evidenciarse un cambio de ciclo político en Euskadi.
Lo viejo y lo nuevo.
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