JM AIZPURUA
Que horrible
palabra que hemos tenido que oír en tiempos de confinamiento (también horrible)
con la de coronavirus 19; esta terrorífica. ¿Qué será de los niños?
Seguimos sin saber quién
soltó el virus, pero sabemos ir a Marte, pero lo del cribaje es espeluznante.
Según nos cuentan los sanitarios, tu llegada al Hospital era comparada con los
otros dos que llegaran contigo, para realizar cribaje, es decir que uno de los
tres no pasaba a las zonas donde se procedía a la administración de retrovirales.
Lo daban por muerto.
Los mayores de 80
tenían todas las papeletas, y los de Residencias de Ancianos ni entraban en el
sorteo: quedaban fuera por decreto. A morirse asfixiados en sus camas ante el
horror de sus compañeros de cuarto que seguirían el mismo camino.
¡Y había
descerebrados que salían al balcón a aplaudir, o peor a hacer monerías,
mientras esto ocurría a sus mayores!
Este virus que
parece diseñado en el Pacto de Toledo ha puesto en evidencia muchas cosas, pero
es necesario pensar para entenderlas.
¿Aprenderemos? No
lo creo. Mientras existan los sordos crónicos, los elitistas, los ciegos a la
miseria, los exquisitos avariciosos, los Poderosos; se verán divinamente
autorizados a realizar cribaje; sanitario, religioso, racial, y construyendo
sociedades, orden social solo apropiado para ellos. El virus los ha atacado
como a todos y sus ancianos han muerto sin distingos. Pero no aprenden.
Los muertos y sus
entornos han pasado angustia y sufrimientos suficientes como para darse cuenta de
que este Estado no es adecuado para protegerlos, y los sintecho y los
migrantes, recogidos provisionalmente: volverán a las calles ¿volverán?
Los ricos y los
otros, han visto suficientes motivos para cejar en la pugna de la sanidad
pública o privada. El catecismo neocons, fachada perdido, no sirve en Sanidad,
por lo menos no sirve para todos, y nacemos desnudos y necesitados de ella,
aunque a algunos pronto los arropen y les pongan sanitarios en su cuna. Pero no
a todos, y los que quedan inermes son los que más necesitan esa Sanidad Pública.
¿Están seguros de que sus hijos o nietos no la necesitarán?
40 mil muertos nos
atruenan con su tremenda experiencia, no lo repitan, cambien de sistema,
refuercen la sanidad, lo popular, lo mayoritario, ¿para que queremos ir a Marte
si la gente se nos muere de hambre y de miseria? Respondan señores fachas.
No más cribajes, el
sol debe seguir saliendo para todos. El universo facha ya no tiene sentido, los
humanos han tomado conciencia de su igualdad y ni Rey ni Papa tienen ya
palabras mejores. Hacer una sociedad más justa es el clamor que sale de las
tumbas de los que murieron por las carencias de la Sociedad 78, grande en
proclamas y corta en hechos.
Pretenderse Patria
y dejar morir a sus ancianos es una flagrante contradicción.
Los ancianos del
2020, jamás olvidaremos la tortura del confinamiento y el cribaje, y somos los
que trajimos esta democracia. Por no apretar más, nos ha sucedido esto.
Jóvenes, mejórenla. Inmediatamente coloquen la
Sanidad Pública en el TITULO I constitucional, urgente, como hicieron con la
reforma del artículo 135. Colóquenla entre los artículos 14 a 38, donde la
larga mano de las marquesas no puedan violarla. Quizás un día lejano sus
descendientes dependan de ello.
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