LA PANDEMIA DE LOS ENCHUFES
DAVID BOLLERO
Hoy comienzan a
trabajar los 3.000 vigilantes de la playa que la Junta de Andalucía ha
contratado con el fin de que se respeten las medidas de seguridad para evitar
rebrotes del coronavirus. Y, con un sueldo neto de 1.900 euros, la sombra de
los enchufes vuelve a planear, toda vez que ya se esta lacra ya sea adivina en
ayuntamientos gobernados por la derecha andaluza.
Se jactaba la Junta
de Andalucía de que se hubieran presentado 80.000 personas para acceder a 3.000
puestos. No es motivo de alegría, porque evidencia las situaciones de necesidad
que vive la región... y lo que no es necesidad, porque con un sueldo neto de
casi 2.000 euros y sin necesidad de tener preparación alguna se han arrimado
toda suerte de candidatos y candidatas. Bastaba con tener educación primaria,
secundaria o, simplemente, haber trabajado tres meses en servicios, lo que en
una región como la andaluza, prácticamente es abrir el abanico a todo el mundo.
Después un cursito telemático de 15-20 horas y, como dicen por estos lares, a
volar.
Claro, las
sospechas de enchufes han circulado por todos lados, no sólo porque en el
personal de refuerzo algunos ayuntamientos gobernados por la derecha acaban de
contratar a sus propios militantes, sino por las propias contradicciones en que
ha entrado la Junta. Tras las denuncias de falta de transparencia y opacidad en
las contrataciones, la Junta de Andalucía ha salido al paso asegurando que las
3.000 contrataciones han salido de la bolsa de empleo única creada en febrero.
Ni siquiera
ahondaré en que dicha bolsa de empleo todavía no está publicada ni ha sido
baremada; sencillamente, haré la siguiente reflexión. Si los puestos se han
cubierto con la bolsa, porque la Junta generó falsas esperanzas a cientos de
miles de personas, que tuvieron que aguardar colas al sol durante horas para
inscribirse en una oferta para la que, en realidad, ya no tenía opción?
Los enchufes son
una auténtica plaga, una pandemia que mina esta país contra la que ya existe
vacuna: la decencia y la honradez. Sin embargo, las mentiras tienen las patas
muy cortas y a esta derecha resulta aún más sencillo cogerla in fraganti pues
le gusta lucir desfachatez e impunidad haciendo desfilar sus enchufes de nuevas
generaciones. Disfruten lo votado.
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