INSTRUCCIONES PARA USAR A LOS MUERTOS
JUAN CARLOS ESCUDIER
Anda el PP muy
enervado después de que el PSOE se hiciera eco de una información de
eldiario.es en la que se revelan las instrucciones que Pablo Casado ha remitido
a sus chicos para usen y restrieguen en la cara del Gobierno las cifras de
muertos de la pandemia en la campaña electoral de Galicia y Euskadi. Los
populares se han rasgado las vestiduras hasta un punto de no retorno y, pese a
tener las vergüenzas al aire dada la literalidad del argumentario enviado a sus
dirigentes, han exigido una rectificación urgente bajo la amenaza de acudir a
los tribunales en defensa de un honor tan inabarcable como el de los Prizzi.
Lo de los
argumentarios es digno de algún comentario. Se inspiran en los misales que la
Iglesia hacía llegar a sus sacerdotes con oraciones y lecturas para que los
fieles recibieran un mensaje parecido, ya fuera en Vitigudino o en Sebastopol,
y evitar así que algún fray Gerundio de Campazas, esos que antes de leer y
escribir ya saben predicar, montara un Cristo importante a cuenta de sus sermones.
El argumentario es la biblia de un político porque responde a la dudas que la
actualidad pueda plantearle y le dice si ha de estar a favor o en contra, si ha
de dar una larga cambiada o si debe meter en la llaga el dedo o brazo hasta el
el codo y con la mano abierta. No todo el mundo llegó a tiempo al reparto de
entendederas y, por eso, es de obligado manejo para los dirigentes
territoriales y también para los periodistas afines, que no se van a poner a
pensar en cómo defender lo indefendible por la mierda que pagan en las
tertulias.
¿Cómo habrían de
interpretar los cargos del PP un documento que arranca con la frase
"exigimos saber la verdad sobre el número de víctimas de la
pandemia", que continúa diciendo "reclamamos al Gobierno conocer la
cifra real de fallecidos" y que, por si no ha quedado claro apostilla que
"una nación que se respeta a sí misma debe empezar por ser capaz de contar
a sus muertos"? ¿Significa esto que la dirección del partido da carta
blanca para que se usen a los muertos en el debate político o únicamente lanza
una reflexión a sus cargos por si no encuentran una serie entretenida en
Netflix y quieren pasar el rato?
Como se decía, en
el PP hay mucha indignación con el PSOE por haber dado crédito a esta
información periodística, más si cabe con los antecedentes por todos conocidos
y que distinguen a los populares por su exquisito respeto en el tratamiento de
estas tragedias colectivas. ¿Acaso alguna vez la derecha ha utilizado a los
muertos para hacer política o atacar al contrario? ¿Alguien están en
disposición de citar un caso en el que un presidente del PP o una presidenta
autonómica, por citar un par de ejemplos, se hayan hecho retratar completamente
abatidos en demostración de que a ellos les duele más las víctimas que a los demás?
¿Es posible referir una frase del estilo "usted ha traicionado a los
muertos" que haya pronunciado un dirigente del PP contra un adversario
político? ¿Se pueden encontrarse antecedentes de que este partido haya metido
en nómina a víctimas o familiares de víctimas para patrimonializar sus causas?
Más aún, ¿cabe hallar, por mucho que se rebusque, un episodio en el que los
populares hayan establecido categorías de víctimas en función de su ideología o
hayan recurrido a conspiraciones y contubernios universales para atribuir
crímenes horrendos a otros partidos?
Basta con responder
a estas preguntas para tener la certeza de que este nunca ha sido el estilo de
Casado, ni lo fue el de Rajoy o el de Aznar. Si tal argumentario existe debe
ser fruto de un error lamentable o de un indigno sabotaje. Un indicio de ello
es que la prueba a la que se alude para acusar al Gobierno de ocultar el número
real de muertos es el desfase de sus cifras respecto a otras estadísticas
fetén. ¿En qué cabeza cabe que un partido serio como el PP fundamente la
acusación de que el Ejecutivo falsea los datos de víctimas contraponiendo estos
a los del INE, que es un organismo dependiente del Ministerio de Economía, o a
los del Instituto Carlos III, adscrito al de Sanidad? ¿Es posible que el mismo
Gobierno que da las cifras reales las oculte al mismo tiempo?
Hará bien el PP en
acudir a los tribunales para limpiar cualquier mácula que emborrone un
expediente tan pulcro como el suyo. No pueden quedar impunes estas acusaciones
sin fundamento, estos infundios de que son capaces de cualquier cosa, incluso
de poner a los muertos a hacer campaña electoral para obtener réditos
políticos. Solo por encima de su cadáver Casado lo permitiría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario