ERREJÓN: CASTIGAR CON SUCEDÁNEOS
DAVID BOLLERO
Íñigo Errejón
liderará una nueva candidatura progresista para las elecciones generales del
próximo 10 de noviembre. Aunque únicamente fueran tomados como primeros sondeos
preliminares, todas las encuestas realizadas hasta ahora no sirven de nada. El
escenario electoral para el 10N es tan adverso, que quizás la principal
argumentación que se hace desde Más Madrid -aunque éste no será el nombre del
partido-para justificar su existencia no es tan desacertada. ¿Puede ser un
revulsivo para evitar que se dispare la abstención?
Lo preguntaré de un
modo diferente. Todos aquellos miembros del electorado de izquierdas que se
sienten tan profundamente decepcionados con PSOE y Unidas Podemos (UP), ¿qué
opciones tienen para castigar a estos partidos? En realidad, sólo había dos: No
acudir a votar o votar en blanco. Apoyar a un partido minoritario como PACMA
podría ser una tercera alternativa, pero si no lo habían votado antes, ¿acaso
no era porque no terminaba de convencer su discurso? ¿Por qué hacerlo ahora?
La irrupción del
partido de Errejón permite castigar a PSOE y UP sin que el voto salga de la
izquierda. Ahora bien, esta afirmación tiene muchos matices. Para empezar, los
análisis de las dos grandes decepciones de las últimas elecciones son erróneas.
UP asegura que Errejón aumentará la desmovilización y el hartazgo. Se
equivocan, pues quienes más han llevado a ambas a cotas nunca vistas en la
izquierda han sido, precisamente, PSOE y UP con su ineptitud. Están en lo
cierto en las filas de Más Madrid cuando hablan de conseguir llevar a las urnas
a personas que ni siquiera pensaban salir de casa el 10N.
En lo que al PSOE y
buena parte de los analistas políticos que leo respecta, creo que también se
equivocan al pensar que el robo de votos a los socialistas será menor. ¿Acaso
no recordamos las palabras de la vicesecretaria general socialista Adriana
Lastra cuando Errejón abandonó Podemos? “Las puertas del PSOE están abiertas”,
fueron sus palabras exactas. Y es que para los votantes del PSOE que quieran
castigar a Ferraz quedando todo en casa, la mejor opción es Errejón.
Los sueños húmedos
de Pedro Sánchez apuntan a que el que fuera cofundador de Podemos robe la mayor
cantidad de votos posible a UP, en una ensoñación de que el tándem PSOE-Partido
de Errejón sea suficiente para gobernar, prescindiendo del apoyo de los de
Pablo Iglesias. No creo que se vaya a dar esa circunstancia. De tener calado
Errejón, hará falta el respaldo de un tercer partido… sea UP o Ciudadanos, que
ya conocemos del gusto de Sánchez por el color naranja. Además, cada vez que
escucho a un analista decir que Errejón sólo es conocido en Madrid me pregunto
en qué país han vivido los últimos años. No pueden estar más equivocados.
Para finalizar, hay
que mirar a ese grupo nada despreciable de votantes de izquierda que hoy por
hoy se niegan a volver a votar a PSOE y UP tras lo que sienten como desprecio
por la ciudadanía de ambas formaciones en sus no-negociaciones y que, sin
embargo, la opción de Errejón no convence. Votar a Errejón es lo más parecido a
votar a un sucedáneo PSOE; no hablaremos de marca blanca del PSOE, como sí se
hacía de Ciudadanos respecto al PP, puesto que los de Errejón si dan un pasito
más a la izquierda que los de Ferraz -sucedáneo de Podemos-, pero como suele
decirse, son primos hermanos. Para ese grupo que, como indico, es significativo
en número, la abstención continúa siendo la primera opción. Y pese A Errejón,
la participación se desplomará.
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