MIS MANOS...
DUNIA
SÁNCHEZ
El alba. El desierto amparado por seres que
regresan a su jornada.
Muchacha :
Mis
manos y el cubo. Un cubo grande donde traeré el agua para que mis hermanos
beban de él. Hace calor, descalza me mueve por esta suave arena donde un cierto
viento cálido rasga mi rosto. Mis manos
y el cubo. Un cubo viejo, cansado de tanto de ir para allá y para acá. Esta es
mi vida. El cubo y mis manos, mis manos y el cubo y esa agua de la que beberé
al final cuando todos hayan saciado un poquito de su sed. El pozo está cerca o
lejos, según como se mire, según haya despertado el día. Mis fuerzas son inagotables,
descalza me aproxima a él. Ahí están mis compañeras, mis amigas se podría
decir. Mientras espero para llenarlo hablo con ellas y ellas sudorosas de manos
agrietadas también conversa y después nada de nuevo a mi hogar. Unas paredes de barro y piedra que me
refresca mientras sigo y sigo en mi
labor.
Madre:
Ya has llegado más tarde de lo costumbre. Te
entiendo hace mucho calor. Las hogueras de este desierto alumbran tus pasos
para que sean más lento, más retorcido en el tiempo. Sabes hija, me encuentro
cansada. Estoy enferma, la dejadez de los años en este ciclo monótono. Tu ahora
debes de hacer frente a la familia, mantenerla para que crezca en la
verticalidad de los años. Yo me iré…sí, me iré bajo el sudor grotesco que corre
por mis venas. No, no llames a tus hermanos, déjalos. Eres tú, la mayor, la que
ha de enterrarme cuando mis ojos agotados y abiertos te pidan que los cierres.
Por qué me miras así, no puedo moverme ya…lo siento hija.
Muchacha:
¿Te vas madre? Dónde el sol será luz de
nuestros pasos, serás una más en el cielo, en la tierra. Mis manos y el cubo.
Bebe algo…no puedes, espera que te ayudo. Intentaré hacerlo lo mejor posible,
mis hermanos grandes y fuertes, poderosos ante todo mal. Mis manos te
enterraran, mis manos hará una guirnaldas de piedrecitas y la posaré en tu
frente para que vayas contenta como recuerdo de tus hijos, que te quieren. Voy
ahora atender a mis hermanos, están esperando por mis manos y el cubo, el cubo
y mis manos.
Madre:
No, no quiero tus lágrimas. Esto es parte de mi
camino, de mi andar por este desierto. Yo estaré con vosotros en cada mirada,
en cada paso que hagáis en lo venidero. No, no llores. Que no te vean tus
hermanos. No les digas nada….solo, que me ido a otra parte de mi vida. Anda
hija, llévales el agua, que te esperan.
Muchacha:
Vendré luego madre. Sola. Me quedo sola ante
todo. Pero sé que ella estará conmigo, me dará dosis de fortaleza para el
continuar de las jornadas. Ellos se estarán preparando para la caza de hoy. Yo
sueño con mis manos y cubo. Sí, sueño con la libertad de mis manos, de mi
vuelo. No me podré ir. No me podré casar. Me volveré vieja y raída en el
silencio. Mis manos y el cubo, el cubo y mis manos. Ando deprisa antes de que
ellos vayan hacer sus cosas. Mis manos y
el cubo…
Entrañable , precioso , un abrazo fuerte desde mi brillo del mar
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