¿EL PSOE CÓMPLICE DE RAJOY EN EL GOLPE DE
ESTADO CONTRA CATALUÑA?
GERMÁN
GORRAIZ LÓPEZ
Un
hito fundamental en la espiral involucionista del régimen del 78 sería la
implantación por el Gobierno socialista de Felipe González de la Ley
Antiterrorista de 1.985, definida por José Manuel Bandrés en su artículo “La
Ley antiterrorista: un estado de excepción encubierto”, publicado en el diario
“El País”, como “la aplicación de facto del estado de excepción encubierto”.
Dicha Ley Anti-terrorista (todavía vigente a pesar de la ausencia de actividad
por parte de ETA), sería un anacronismo propio de la dictadura franquista, un
limbo jurídico que habría convertido los sótanos de cuartelillos y comisarías
en escenarios distópicos de naturaleza real (no ficitica) y en Guantánamos
virtuales refractarios al control de jueces, fiscales y abogados y que facilitarían
la labor de los Cuerpos de Seguridad del Estado para obtener evidencias
delictivas mediante prácticas inadecuadas (léase tortura), prácticas
confirmadas por las declaraciones de Luis Roldán, Director General de la
Guardia Civil con Felipe González.
En
el supuesto de que el Govern catalán proceda a la Declaración Unilateral de
Independencia (DUI) y al no contar Cataluña con el paraguas protector de la
Unión Europea, el Estado español procederá a la aplicación del artículo 155...
La
deriva regresiva tendría su continuación con la Ley Orgánica 7/2000 del
Gobierno Aznar que incluyó como novedad la aparición del llamado “delito de
exaltación del terrorismo” y prosiguió su escalada con la firma por Aznar y
Zapatero del llamado “Pacto por la Justicia y las Libertades” de 2003 que
instauraba de facto “la cadena perpetua estratosférica” al elevar la pena
máxima de cárcel hasta cuarenta años, superando la “crueldad del régimen de
Franco “ que contemplaba los 30 años de cárcel como pena máxima).
Finalmente,
en el paroxismo de la involución, hemos asistido a la reciente modificación del
Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de expresión (Ley
Mordaza) y a la firma entre Rajoy y Sánchez del llamado “pacto antiyihadista”
que bajo la falacia de combatir el terrorismo yihadista “convierte en delitos
terroristas infracciones menores o conductas lícitas y supone un ataque a la
línea de flotación del sistema constitucional” en palabras de Manuel Cancio
Meliá, con lo que el PSOE se convierte en garante de la estabilidad del
establishment dominante en el Estado español.
*¿Por
qué el PSOE permite a Rajoy seguir en el Poder?*
El
actual sistema dominante o establishment de las sociedades occidentales
utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes
materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en
un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente
las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante
las técnicas de manipulación de masas. En consecuencia, la estrategia electoral
del PP se basó en el mantra de la recuperación económica edulcorada con
sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico, subidas salariales
a funcionarios y jubilados así como reducciones fiscales al estar la sociedad
española integrada por individuos unidimensionales que no dudaron en primar el
“panem et circenses” frente al vértigo que suscitaba la utopía de un Nuevo
Régimen propugnada por Podemos (“El cielo no se toma por consenso sino por
asalto”).
Tras
la formación de un nuevo Gobierno en minoría de Rajoy que contó con la
colaboración directa de Ciudadanos y la abstención estratégica del PSOE,
asistimos a la instauración de un Régimen autocrático en España de la mano del
PP-PSOE.. La autocracia, del griego autos (por sí mismo) y kratos (poder o
gobierno), sería la forma de Gobierno ejercida por una sola persona con un
poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de
gobierno (incluida la llamada democracia formal), que partiendo de la crisálida
de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres , llegado al
poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes autocráticos
(inflexible, centralista y autoritario). Los sistemas autocráticos (gobiernos
de facto), serían pues una especie de dictaduras invisibles sustentados en
sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas) y represión social
(promulgación de Decretos-Leyes que rozarían la constitucionalidad pero que
quedarán revestidos por el barniz democratizador del Tribunal Constitucional
de turno.
*¿Será
posible la Independencia de Cataluña?*
El
puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría
de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos
conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la
complejidad biológica”.Así, el concepto de estabilidad o equilibriose refiere a
un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que
trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78
sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal),
tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado
español (PP, PSOE y Ciudadanos). En la orilla antónima, encontramos el concepto
de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios
cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma
internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de
equilibro interno y se crea una situación nueva (Independencia de Cataluña),
tesis defendida por los grupos independentistas catalanes PDeCAT, ERC y CUP) y
que es asociada por el aparato mediático del sistema dominante (mass media)con
el advenimiento del caos.
En
el supuesto de que el Govern catalán proceda a la Declaración Unilateral de
Independencia (DUI) y al no contar Cataluña con el paraguas protector de la
Unión Europea, el Estado español procederá a la aplicación del artículo 155 de
la Constitución y de la llamada Ley de Seguridad Nacional de aplicación
inmediata mediante Decreto-Ley. Dicha Ley se aplicaría como respuesta a una
crisis provocada por “una situación de interés para la Seguridad Nacional” con
los objetivos de “garantizar la defensa de España y sus principios y valores
constitucionales” así como para “proteger la libertad y el bienestar de los
ciudadanos”. Su aplicación supondría de facto la defenestración del Presidente
Puigdemont y el nombramiento de una “autoridad funcional” que centralizaría la
actividad y tomaría el control de los Mossos d´Esquadra al tiempo que Rajoy
asumiría una serie de funciones para manejar el Gobierno de la Comunidad
Catalana, lo que significará de facto un Golpe de estado blando y el finiquito
de la pseudo democracia española.
Mientras,
los testaferros del Establishment en el PSOE nacional encabezados por Felipe
González y Susana Díaz, presos del atavismo de la servidumbre a los poderes
fácticos del momento y de su adicción a la poltrona,continuarán ignorando la
gravedad de la deriva regresiva del Estado español, pero para que no puedan
alegar como atenuante ante el juicio de la Historia el desconocimiento por
miopía intelectual, me permito parafrasear el poema “Cuando los nazis vinieron”
del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1.892-1.984): “Primero vinieron
a buscar a los filoterroristas y yo no hablé porque no era filoterrorista.
Después, vinieron por los separatistas y yo no hablé porque no era separatista.
Después, vinieron por los troskistas y yo no hablé porque no era lo uno ni lo
otro. Finalmente, vinieron por mí y los demás socialdemócratas y ya para ese
momento no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.
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