sábado, 6 de septiembre de 2014

Y DIJE QUE IRIA....

Y DIJE QUE IRIA....

DUNIA SÁNCHEZ
Y dije que iría a verla. Sí, a mi ahijada. Esa que apadriné vía carta hace tantos años. El viaje fue largo, fue arduo pero la grata sorpresa de encontrarme cara a cara con aquella joven que ya contaba con 17 años me lleno de gozo. Sí, gozo. Una alegría que derramo lágrimas y lágrimas por mi tez. Vivía en un pueblo de no más cuarenta familias. Y ahí todos estaban. Sí , todos. Me miraban. Con una mirada dulce, extraña de otras tierras, de otros lares. Mis movimientos fueron torpes al encontrarla y la emoción indescriptible. Familias muy humildes, digo. Otra cultura. Otras gentes. Qué enriquecimiento a ser, a mi esencia. Que serán de sus pensamientos. Todos callaban. Nos fuimos a dar un paseo por aquel bello lugar y todo el pueblo detrás de nosotras. Guirnaldas de flores elaborados por ellos recorrían mi cuello ¡Su aroma¡ Me transmitía un cierto equilibrio entre los seres humanos, una cierta verdad de lo bello que puede ser la vida. Allí los dejé. Me fui. Una pena ahondaba en mis entrañas. Un tremor cuando me despedí. Esto es así. Ese nocturno un sueño se introdujo en mi cerebro, un sueño con cierto mensaje llevado por el viento en la última rama de aquellas arboledas de aquella aldea. Volverás. Cuando desperté todo era difuso. Tenía que partir, me dije. Pero con el paso de las estaciones retornaría. Sí retornaría para simplemente ver la verticalidad de ella, de otros bajo el techo de astros que me dicen que sí. Que sí, que todo es posible. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario