GUANTÁNAMO ES
UN PROBLEMA
- DIARIO LA REPÚBLICA
Trascendió ayer desde las páginas del New York Times que un
avión fue a buscar a los presos de la Base de Guantánamo, pero volvió a su
origen sin pasajeros. Desde el gobierno de José Mujica se aseguró que eso no es
así. Según el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, “en ningún momento
se manejó ninguna fecha” y que todavía se está acordando con el gobierno de
Estados Unidos.
Estimó de todas formas que no cree “que den los tiempos para
resolverlo antes de dos o tres meses más”.
La noticia tuvo repercusión internacional, donde el protagonista
principal parece no ser el gobierno uruguayo, sino las contradicciones
existentes en la Casa Blanca.
Según el sitio Cubadebate, el diario The New York Times señala
que existen crecientes tensiones en la Casa Blanca sobre la necesidad del
cierre de la prisión en la base naval estadounidense en Guantánamo.
Más de 12 años después de que el mandatario republicano George
W. Bush enviara los primeros prisioneros allí, jefes de varias agencias
federales insisten en que la clausura de la cárcel será antes de que el actual
jefe de la Casa Blanca deje su cargo en enero de 2017, confirmaron al Times
fuentes del Pentágono y el Capitolio.
Washington mantiene desde el año 2002 un centro de internamiento
en esa instalación militar, ubicada en territorio cubano contra la voluntad del
pueblo y el gobierno de la nación caribeña.
Obama argumenta que la prisión debe cerrarse debido a sus altos
costos, que ascienden a más de tres millones de dólares anualmente por cada
detenido, además de que constituye un símbolo para el antiamericanismo por las
torturas y abusos que han tenido lugar allí, destaca el periódico.
Están divididas las opiniones entre el Departamento de Estado
-que parece más ansioso por cumplir la promesa de Obama de cerrar la prisión- y
algunos altos jefes del Departamento de Defensa, que dicen compartir esa
ambición pero son más cautelosos que su contraparte sobre la liberación de los
detenidos, agrega el diario.
De confirmarse la existencia de estas tensiones en la estructura
de poder de Estados Unidos, todo indicaría que nuestro gobierno debería dar
-por lo menos- un paso al costado, para no quedar enredado con la compleja
situación creada en torno a Guantánamo.
No podemos olvidar que Obama está bajo “fuego cruzado” por parte
de los republicanos y los sectores más agresivos de la derecha estadounidense.
Y Guantánamo es un buen pretexto para terminar desestabilizando la imagen del
actual Presidente, quien no duerme pensando en Putin.
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