EEUU: UN ESTADO TERRORISTA ENEMIGO DE LA
HUMANIDAD
MIGUEL URBANO RODRIGUES
EL
Llamado Estado Islamico-ISIS, que se presenta como refundador del Califato
Árabe es una aberración hija de la estrategia del terrorismo de estado del
imperialismo estadounidense.
Esa estrategia surgió como consecuencia de la ejecución del
proyecto de dominación perpetua y universal sobre la humanidad, concebida
–subrayo- cuando Rosevelt todavía vivía, en el ámbito del War and Peace
Program, que identificaba a EEUU como heredero natural del Imperio Británico.
El Medio Oriente fue la
zona escogida por el Pentágono para dar inicio al ambicioso Programa, porque el
Reino Unido, muy debilitado por la guerra, había empezado allí su política de
retirada gradual de bastiones imperiales en el mundo islámico..
En las siguientes décadas, la CIA promovió golpes en la Región,
uno de los cuales, el derrocamiento de Mossadegh y el retorno del Sha Reza
Pahlavi al trono de Irán, tuvo repercusión mundial.
El PANTANO AFGANO
A partir de 1980, el gobierno Reagan financió y armó las
organizaciones terroristas sunitas de Peshawar que combatían la Revolución
afgana. Algunos de sus dirigentes fueron recibidos como héroes en la Casa
Blanca. Reagan los saludó como
«combatientes de la libertad» y «nuevos Bolivares».
Los bandos de tales héroes cortaban los senos a las mujeres que
no vestían la burka. En esa época el saudita Bin Laden participaba como aliado
de confianza de los EEUU
(su padre había sido amigo personal de la familia Bush) en las
guerrillas que intentaban
derrocar al gobierno revolucionario de Kabul.
Cuando Mihail Gorbatchev abandonó Afganistán y los Siete de
Peshawar tomaron el poder en el país, esas organizaciones terroristas se
querellaron, iniciándose un período de guerras fratricidas.
Al termino de la presidencia de Bush padre, EEUU, que habían
patrocinado la guerra de Saddam Hussein contra Irán, reaccionó a la ocupación
del Kuwait con la primera guerra del Golfo. En l991, con el apoyo de una gran
coalición auspiciada por el Consejo de Seguridad, los iraquíes fueron
rápidamente derrotados. Bagdad fue sometida a
bombardeos intensos, pero Washington no se opuso a que Saddam
permaneciera en el poder.
Mientras eso ocurría, la situación en Afganistán, cuyo subsuelo
contiene grandes recursos minerales, asumió aspectos tan caóticos con
enfrentamientos entre los señores de la guerra, que Washington abrió la puerta
a la entrada en palco de los Taliban, una organización fundamentalista que la
CIA había creado en Pakistán como «reserva». Los autotitulados «estudiantes de
teología» conquistaron con facilidad Afganistán y asesinaron en Kabul a
Muhammad Najibullah,el ultimo presidente legitimo, que se encontraba bajo
protección de la ONU, y dieron inicio a una política de fanatismo religioso que
hizo el país regresar al medioevo. Bin Laden, cambiando de campo, surgió
entonces como aliado preferente del mullah Omar, jefe espiritual de los
talibanes.
EEUU recogía los frutos amargos de su política anti-islámica y
de apoyo incondicional al estado sionista de Israel.
Mas fue solamente en 2001, después de los atentados del 11 de
septiembre contra el World Trade Center y el Pentágono que la Casa Blanca en
donde en ese tiempo pontificaba Bush hijo, decidió invadir y ocupar Afganistán.
Bin Laden fue ascendido a enemigo numero 1 de EEUU, y Al Qaeda, su creación,
adquirió en la propaganda yanqui las proporciones de un pulpo gigantesco cuyos
tentáculos abrazarían todo el mundo musulmán.
Pero, contrariando las previsiones de Washington, el pueblo
afgano resistió a la ocupación del país por EEUU y la OTAN.
El Presidente Obama, que había condenado las guerras como
candidato, envió al país
120 000 militares más. Sucesivas ofensivas de «pacificación»
fracasaron y prestigiados generales fueron dimitidos por Obama.
Anunciada para este año la total retirada de las fuerzas de
combate, la promesa no será cumplida.
Transcurridos 13 años de la invasión, la resistencia afgana (que
transciende ampliamente a los talibanes) controla casi todas las provincias,
con las fuerzas extranjeras concentradas en Kabul y las principales ciudades.
El país, devastado por la guerra, empobreció, pero la producción de opio
aumentó muchísimo.
El asesinato de Bin Laden en Pakistán, en una nebulosa operación
de comandos, ejecutada por el Pentágono y la CIA, no contribuyó a aumentar la
popularidad de Obama.
IRAQ, LIBIA, SIRIA
Los EEUU no extrajeron lecciones de su política para la región.
Al contrario, en marzo de 2003 iniciaron la segunda guerra de Iraq, entonces
sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU.
El pretexto -la existencia de armas de destrucción masiva- fue
forjado por Bush y Blair. Esas armas, como se probó, no existían.
En la invasión, EEUU utilizó armas químicas prohibidas por
convenciones internacionales.
Crimines monstruosos han sido cometidos y las torturas
(incluyendo abusos sexuales) infligidas por los militares norteamericanos a los
prisioneros fueron tema de un escándalo mundial.
Saddam Hussein fue ejecutado después de un juicio sumario, pero
pasada una década Iraq había retrocedido medio siglo.
Centenas de miles de iraquíes murieron de enfermedades curables
y desnutrición. Hoy, ocupado por ejércitos mercenarios al servicio de
transnacionales, Iraq es una tierra ocupada y humillada en donde el poder real
es controlado por las empresas petroleras.
Incapaces de encontrar soluciones para su crisis estructural,
EEUU prosigue con su agresiva estrategia de dominación imperial.
La política de cerco a China y Rusia se intensificó. De
documentos secretos del Gobierno Federal, divulgados por influyentes medios,
constan planos para desmembrar a Rusia, reduciéndola a potencia de segunda
clase.
La multiplicidad de objetivos propuestos contribuyó sin embargo
a que los resultados no correspondieran a las esperanzas de la Casa Blanca.
Las mal llamadas «primaveras árabes» fueron ideadas para
producir en Islam un efecto comparable al de las «revoluciones de colores».
Pero eso no ocurrió. En Egipto, después del golpe de estado militar que derrocó
el presidente Morsi, EEUU consiguió lo pretendido. En el Cairo ocupa el poder
un gobierno militar favorable al imperialismo norteamericano.
En lo que concierne a Libia,el balance de la intervención
militar es desastroso. Derrocaron y asesinaron a Gaddafi en una operación que
tuvo la complicidad dela ONU
y la participación activa de Francia y Reino Unido. El plan fue
elaborado mucho tiempo
atrás por la CIA y los servicios secretos británicos y la Mossad
israelita. Destruyeron las infraestructuras del país para apoderarse de su
petroleo y de su gas.
Sin embargo, el desenlace de la operación no fue el previsto por
el organigrama elaborado en Washington.
Libia es hoy un país
ingobernable. Una parte significativa de los «rebeldes», entrenados y armados
por el imperialismo para luchar contra Gaddafi decidió actuar por cuenta propia
en milícias terroristas que desconocen la autoridad del gobierno marioneta de
Trípoli. El terrorismo es actualmente endémico. El atentado contra la misión
diplomática de EEUU en Bengazi es ejemplo del estado de anarquía
existente y de la incapacidad de Washington para controlar las organizaciones
terroristas que el imperialismo introdujo en el país.
Del caos libio tampoco fueron extraídas lecciones. La escalada
de agresiones prosiguió. Siria fue el blanco siguiente. Washington repitió la
formula.
Una campaña mediática amplia y ruidosa demonizó al presidente
Bashar al Assad, presentándolo como un dictador brutal.
En seguida, «rebeldes patriotas» -muchos de los cuadros son
extranjeros- iniciaron la lucha contra el gobierno legitimo del país.
Desmintiendo las previsiones de la CIA, las fuerzas armadas,
unidas en defensa del presidente, resistieron y las organizaciones terroristas,
ostensiblemente apoyadas por Turquía y Arabia Saudita, sufrieron sendas derrotas.
Miles de civiles, sobre todo mujeres y niños, han sido victimas
de la guerra auspiciada por EEUU.
Consciente finalmente de que el plan elaborado en Washington
había fracasado, Obama,en un giro brusco, informó en un discurso amenazador que
había decidido bombardear Siria.
La firme actitud de Rusia lo obligó sin embargo a desistir de la
intervención militar directa.
Esa inocultable derrota política exigió una revisión de la
estrategia global de EEUU
para todo Medio Oriente.
Convencidos de que habían evaluado mal la relación de fuerzas,
la Casa Blanca y el Pentágono aplazaron sine die el proyecto de agresión a la
República Islámica de Irán y abrieron negociaciones sobre el tema nuclear con
un gobierno que el imperialismo identificaba como polo del «eje del mal».
L A CATÁSTROFE UCRANIANA
La derrota sufrida por el imperialismo en Siria coincidió con el
desarrollo de otro proyecto imperial, mas ambicioso, que tenia por objetivo a
medio plazo la integración de Ucrania en la Unión Europea y la OTAN.
Es superfluo recordar, por ampliamente conocidos, los
acontecimientos que llevaron al poder en Kiev a un gobierno neofascista después
de derrocado el presidente Yanukenevitc. Era un aventurero pero había sido
elegido democráticamente.
Una vez más el plan golpista fue preparado detalladamente en
Washington. Pero de nuevo la Historia siguió un rumbo muy diferente de lo
previsto por el sistema de poder imperial.
La integración de Crimea en Rusia demostró que el gobierno de
Putin-Medvedev no se intimidaba con la agresiva estrategia de Washington.
El rechazo de los rusofonos del Este de Ucrania a someterse a
los golpistas de extrema derecha de Kiev llevó a observadores occidentales a
admitir que la ofensiva de las fuerzas armadas de Ucrania contra los
«separatistas»de Donretsk y Lugansk podría ser el prologo de una Tercera Guerra
Mundial. Pero la prudencia y serenidad de Putin contribuyó para reducir las
tensiones en la zona, evitando la escalada de un conflicto que podría ser
trágico para la humanidad.
La crisis persiste, mas la incapacidad militar del bando de Kiev
facilitó el cese al fuego y las negociaciones de Minsk.
En Ucrania el tiro salió también por la culata al Gobierno de
EEUU cuya alianza con fascistas asumidos ilustra bien el desprecio por la ética
política de la Administración Obama.
LA PESADILLA JIHADISTA
Empantanado en Ucrania, el imperialismo estadounidense (y sus
aliados ) enfrenta en estas semanas un desafío para el cual sabe que no tiene
solución.
Súbitamente una
organización terrorista de islamitas fanáticos irrumpió en el Noroeste de Iraq
y en tiempo mínimo ocupó un amplio territorio en aquel país y en el norte de
Siria.
Asumiéndose como interpretes intransigentes de la sharia, tal
como la interrpretan, proclamaron la restauración del Califato árabe y
declararon su intención de promover su expansión territorial y espiritual en el
mundo musulmán
Luego de las primeras semanas esos jihadistas, al conquistar
ciudades y pueblos, cometieron crímenes horrorosos. inseparables del fanatismo
de su secta.
El imperialismo en pánico sintió que lo empujaban a un impase.
Obama no puede aceptar la ayuda del gobierno de Bashar el Asad, ni la de Irán.
Perdería también la cara si utilizara fuerzas terrestres norteamericanas para
combatir los jihadistas después de haber celebrado como acontecimiento
histórico la retirada de Iraq de sus tropas de combate. Optó entonces por
bombardeos aéreos en Siria e Iraq, violando su palabra. Recibió el apoyo de los
gobiernos de Cameron y Hollande. Anuncia una guerra de larga duración. Pero
esos bombardeos, dichos «quirúrgicos»,tendrán una eficacia muy limitada según
especialistas del Pentágono.
Los jihadistas reaccionaron degollando dos rehenes británicos y
amenazaron ejecutar otros si los bombardeos continúan.
Es impredecible por ahora el resultado de la confrontación
militar.
Los generales del Pentágono afirman que el ejército iraquí y las
milicias del Kurdistán autónomo, aliado de Washinton, no tienen capacidad
militar para derrotar a los jihadistas.
En Washington la Administración vive una pesadilla. Igual pasa
con los medios más influyentes,del 'NewYork Times' a la 'CNN'.
Es inocultable que numerosos cuadros jihadistas vienen de
organizaciones terroristas creadas y financiadas por EEUU para luchar contra
regímenes que no se sometían a la dominación imperialista. Muchos fueron
entrenados por oficiales de la US Army.
El desconcierto de los media también se justifica. Las guerras
de agresión contra Afganistán, Iraq, Libia y el apoyo a mercenarios sirios
fueron precedidas de gigantescas campañas de desinformación. Durante semanas
los pueblos de Europa y EEUU han sido bombardeados con un tipo de propaganda
que presentaba las intervenciones militares como exigencia de la defensa de la
libertad y de los derechos humanos contra la dictadura, la corrupción,la
barbarie.
Goebbels,el ministro de la Propaganda de Hitler, afirmaba que
una mentira insistentemente repetida acaba aceptada como verdad.
Subrayo que las técnicas de desinformación utilizadas en esa
época parecen hoy juegos de niños si las comparamos con las actuales de la
monstruosa maquinaria mediática controlada por el imperialismo para neutralizar
y anestesiar la conciencia de los pueblos y justificar crímenes abyectos.
El presidente Obama cumple en este juego criminal el papel que
le ha sido atribuido. El poder real en EEUU está en las manos del gran capital
y del Pentágono. Eso no atenúa sus responsabilidades. El presidente desempeña
con placer e hipocresía su función en el engranaje del sistema de poder. Actúa
en la Casa Blanca como enemigo de la Humanidad.
En los últimos siglos solamente la Alemania de Hitler creó una
situación comparable, por la monstruosidad de los crímenes cometidos, a la hoy
resultante de la estrategia de poder de los EEUU. Con dos diferencias
fundamentales.
La política del III Reich suscitó al tiempo repudio universal.
Pero solamente Europa fue escenario de sus crímenes. En lo que concierne a los
EEUU, centenas de millones de personas son todavía confundidas por la fachada
democrática del régimen.
Pero, y eso es gravísimo, sus crímenes cubren el mundo, tienen
dimensión planetaria. Como terminará la actual crisis de civilización que
amenaza incluso la continuidad de la vida en la Tierra?
La advertencia de Rosa Luxemburgo sigue actual. El capitalismo,
hegemonizado por el imperialismo estadounidense, nos empuja a la barbarie si la
lucha de los pueblos no lo erradica del planeta. La alternativa, creo, será
entonces el socialismo.
Vila Nova de Gaia, 22 de septiembre de 2014 www.odiario.info
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