HACIA UN
ABORTO LIBRE
TERCERAINFORMACION
Ayer fue un día maravilloso, de esos que hace falta celebrar, un
día de esos a los que no estamos acostumbradas.
Por la mañana, Mariano Rajoy confirmaba lo que se sospechaba desde hacía
meses: la reforma de la Ley del Aborto quedaba, definitivamente, fuera del mapa
político. Por la tarde, Alberto Ruiz Gallardón presentaba su dimisión como
ministro de Justicia. Fue como en año nuevo, llamadas de teléfono, mensajes,
abrazos. Estalló la alegría feminista y nos dimos cuenta de que juntas lo podemos
todo. Estamos acostumbradas a tener que defender nuestra lucha en cada espacio,
a tener que reivindicar casi a diario que estamos ahí, que somos las mujeres y
que sin nosotras no habrá cambio posible. Y ayer ganamos. Claro que ganamos.
Hemos sido nosotras las que hemos visibilizado la oposición a una ley que
imponía la maternidad, hemos sido nosotras las que hemos trabajado por hacer
llegar nuestro discurso a cada rincón. Hemos reivindicado, de verdad, nuestro
derecho a la vida. Y hemos sido noticia y eso, quizás, haya influido en las
todopoderosas encuestas. Pero sin nosotras, sin las mujeres, no habría habido
nada de eso. Nos toca reconocernos en la victoria y asumir, como parte de esa
victoria, la responsabilidad de seguir luchando hacia un aborto libre.
Nos queda todavía mucho camino por andar en un sistema basado en
el tutelaje a las vidas de las mujeres. Con una ley que nos lo quitaba todo
conseguimos movilizarnos, tejer redes, conocernos y fortalecer el movimiento
feminista en todo el Estado. Sin embargo, empieza una nueva carrera de fondo,
de la que quizás muchas se desmarquen, hacia la autonomía real de las mujeres.
El Gobierno del Partido Popular reformará la actual normativa para asegurar que
las menores de 16 y 17 años necesiten del consentimiento paterno para
interrumpir su embarazo. Obviamente,
esta medida supone, de nuevo, un tutelaje más en la vida de estas mujeres que
ven una vez más mermada su capacidad de decisión sobre su propia vida. Esta medida,
que quizás cuente con un consenso más amplio, obvia los casos de violaciones
intrafamiliares –por ejemplo- y cae en la falsedad de infantilizar a esas
mujeres que, en el caso de querer llevar a término el embarazo, sí se
consideran suficientemente adultas por la ley. El doble rasero el patriarcado.
En una legislatura caracterizada por los recortes en servicios
sociales, el Partido Popular quiere vender un “Plan de Protección de la
Familia” para satisfacer a ese
electorado rancio que daría la vida por entrar en nuestros úteros. Una familia heteropatriarcal en la que lo de menos sea el techo de cristal
al que se tenga que enfrentar la mujer, que no ataque de raíz la problemática
de los cuidados o que no facilite el acceso a una educación y sanidad públicas.
Una protección que, en definitiva, no es tal y que perpetuará el modelo de
familia basado en los roles de género contra los que luchamos cada día.
Por otra parte, jamás hablaremos de un aborto libre mientras
éste se regule en el Código Penal –reformado hace meses por Gallardón,
reprimiendo aún más la libertad de expresión-. La decisión de no llevar a
término un embarazo es una decisión tan personal que nadie debería penalizar a
la mujer que lo decide. Ayer, en medio de todo el jaleo, escuché a una
tertuliana afirmar que se acabarían abortando fetos de 9 meses tullidos. Ese
argumento, cargado de demagogia, se repetirá en los próximos meses desde los
sectores más ultras que se autodenominan pro-vida.
Hay que combatir ese discurso que, a fuerza de repetirlo, parece
convertirse en verdad. El hecho de pensar que las mujeres no tomamos decisiones
coherentes, que no sabemos nunca qué hacer y que si decidimos abortar lo
hacemos sin pensar resulta profundamente machista.
La jugada de Gallardón y del Partido Popular no nos convence,
sigue interpuesto el recurso de inconstitucionalidad ante la actual Ley de
Plazos. Sigue habiendo mujeres que no pueden acudir a la Sanidad Pública a
interrumpir su embarazo porque son derivadas a centros privados. Sigue impuesto
el tutelaje para las mujeres de 16 y 17 años. Sigue el Código Penal…
Y seguimos nosotras. Más organizadas, más conscientes que nunca
de que sí se puede. Este domingo 28 de septiembre lo demostraremos en las
calles de más de 30 ciudades de todo el Estado.
Por un aborto libre, gratuito, de calidad y fuera del Código
Penal
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