EL PELIGRO PROVIENE DE ESTADOS
UNIDOS MÁS QUE DE RUSIA
FERNANDO G. JAÉN COLL.
La Unión Europea (UE) va de comparsa (en acepción 4 del diccionario de la Real Academia Española, DRAE); sus mandamases confunden el cargo que ostentan por nombramiento de otros políticos con tener inteligencia, vamos, que confunden la velocidad con el tocino. Otra cosa son los Estados Unidos, con pillería propia y estulticia ajena, la de los políticos y burócratas de la UE y de los diferentes países que la componen y otros que le siguen como si hubieran sido encandilados (acepción 3 de encandilar en el DRAE), han dado en crear un problema, el enfrentamiento con Rusia, que los Estados Unidos han ideado y preparado con Ucrania, e intentan agrandar para debilitar a Rusia y su alianza con China.
Sólo la miseria intelectiva de
los políticos y burócratas europeos pueden considerar a Rusia como una amenaza
para los países de la UE, pues no han sido atacados ni amenazados por Rusia,
que pretende situar sus fronteras dando cabida en ellas a las repúblicas de
Donetsk y de Lugansk, mediante referéndum de los ciudadanos que las habitan,
alejando así un poco la capacidad de ataque inmediato de la OTAN. Rusia no ha
amenazado ni siquiera a los países del
Báltico, por lo que pretende que amenaza a Alemania, Francia, Italia, Austria o
España (no digamos ya Portugal), es de una inteligencia esmirriada o vana
excusa.
Los países de Europa deberían
estar atentos al movimiento que ha iniciado el Gobierno alemán del
socialdemócrata Scholz, de donde puede proceder un peligro directo para el
resto como consecuencia del viraje en la política de defensa, deseoso de
armarse hasta los dientes y recuperar la hegemonía sobre el resto de países
europeos, utilizando para ello una UE que modificaría la regla del voto unánime
de los Estados por el de una mayoría cualificada. El artículo del presidente de
Refondation Républicaine, Jean-Yves Autexier, publicado en el diario francés Le
Figaro de 20-12-2022, https://www.lefigaro.fr/vox/politique/la-fin-du-vote-a-l-unanimite-au-conseil-europeen-reviendrait-a-brader-notre-independance-nationale-20220920,
que sitúa los aspectos principales con perspectiva francesa y en particular
señala su temor a que este cambio cuestione el equilibrio entre las naciones, y
no cuesta nada deducir la significación para cada una de ellas, no sólo la
francesa; así, por ejemplo, España no podría impedir decisiones contrarias a lo
que hemos fraguado a lo largo de la historia como nuestros intereses
colectivos.
Al no querer tomar en consideración
el sentimiento de amenaza que se cierne sobre Rusia con la actitud de los
Estados Unidos y de la UE, sancionando a Rusia,
(véase mi artículo
https://rebelion.org/sanciones-economicas-y-comerciales-a-rusia-donde-estan-los-defensores-del-libre-mercado/
y generando un daño mayor que el que se nos dice pretender evitar, la balanza
de costes y beneficios de los ciudadanos europeos se ha ido decantando más y
más del lado de los costes, en parte agazapados en el cúmulo de deuda pública
que habremos de pagar y que sirve para remunerar a las empresas de Estados
Unidos que fabrican armas y para compensar el gasto de la Administración Biden
por suministro de armas a Ucrania, que al final paga el ciudadano europeo.
Renunciar al gaseoducto Nord
Stream II (véase mi artículo
https://rebelion.org/el-gasoducto-nord-stream-ii-un-ejemplo-de-interposicion-de-los-intereses-de-los-burocratas-de-la-union-europea-ue/),
renunciar al gas ruso a buen precio (y al petróleo y a las materias primas,
etc.) y alargar todo lo posible la guerra en Ucrania, haciendo un uso
mercenario de ejército de Ucrania (que pone los muertos, mutilados y heridos),
guiado por expertos de los Estados Unidos y del Reino Unido, con participación
de extranjeros, poniendo a todos los medios de comunicación de masas a repetir
las letanías construidas para mover los sentimientos ciudadanos en favor de los
ucranianos que se han quedado (silenciando que otros, con coches de gama alta,
se han ido tranquilamente), todo esto pone a Rusia en una situación de confrontación
que los Estados Unidos no padecen lo más mínimo en sus carnes, aunque
económicamente la inflación o las dificultades de abastecimiento de algún
producto les cause malestar. En cambio, los ciudadanos europeos que hemos
vivido pacíficamente con Rusia y hemos establecido acuerdos de mutuo interés y
teníamos en el mercado ruso unas buenas expectativas para nuestras empresas, o
sea, para el empleo y los salarios de muchos ciudadanos, nos hemos de
sacrificar por los intereses de una potencia que ha iniciado su decadencia y se
resiste a admitir la conveniencia de negociar en lugar de imponer sus criterios
en el orden mundial (véase mi artículo
https://rebelion.org/pagaremos-el-enfrentamiento-innecesario-con-rusia-por-la-decadencia-de-estados-unidos/).
No debemos demorar más el
abandonar los intereses de los Estados Unidos a su suerte y defender los
intereses propios, sin que los burócratas y políticos de las instituciones de
la UE vengan a medrar en favor de los Estados Unidos (véase mi artículo
https://rebelion.org/los-politicos-y-burocratas-de-la-union-europea-nos-someten-a-estados-unidos-con-la-excusa-de-ucrania/).
Si es preciso, más que romper la regla de la unanimidad, deberíamos empezar a
plantearnos como dar un paso atrás retomando cada Estado la soberanía cedida,
manteniendo los acuerdos convenientes entre los Estados.
Fernando G. Jaén Coll. Doctor en
Ciencias Económicas y Empresariales
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