MARCIANOS: YA ESTÁN AQUÍ
CRISTINA FALLARÁS
Miembros de la guardia real británica
durante el funeral de la reina Isabel II en la Abadía de Westminster. E.P./Ben
Stansall/PA Wire/dpa
Están ahí y son unos seres humanos, humanos como el resto de la humanidad, pero con medio metro de casquete cubierto de pelo de osa teñido de negro sobre la cabeza. Sí, ahí están, pero a nadie parece resultarle digno de mención tal disparate. Lo que esos tipos llevan por tocado se llama Bearskin (piel de oso), que a estas alturas suena bastante gay, no vamos a negarlo.
Me informo, por tratar de entender algo, y aprendo que los casquetes miden casi medio metro. No me jodas, ¿qué nos hace asumir como algo comprensible a un grupo macho de seres humanos que cargan con medio metro compacto de pelo sobre la cabeza? Es más –cualquier dato es poco–, ¿por qué admitimos que esos semejantes nuestros carguen con más de medio kilo de peso peludo sobre la cabeza?
Los veo en esto del
funeral de la reina de los muchos mundos y los muchos años y las muchas
mierditas coloniales, racistas y fascistillas que ahora parecen cosas de la
abuela del bolso, y no puedo dejar de pensar en mi Tim Burton, su Mars
Attacks!. En fin, un Mars Attacks versión bear, o sea que en vez del cerebro,
lo que tienen grande sobre las cejas es medio kilo de piel de osa teñido de
negro (me lo sé todo). Wikipedia: "El propósito de estos grandes sombreros
no es otro que el de impresionar al enemigo". Man, sin comentarios.
Total, que se muere
una tipa a la que todo el mundo parece ahora querer como a su abuela y ha
reinado durante 70 años en los que su ¿mancomunidad? deja sangre, racismo,
crueldad y no hace falta que siga, que ya todos sabemos a lo que se dedican
estos seres reinantes porque es lo mismo que harían nuestros seres reinantes si
pudieran y no se les cayera la baba, como si el sátrapa de Juan Carlos (que
también tiene su Mars y su Attack) hubiera sido jefe de Estado no solo de
España sino de eso que llaman "territorios de ultramar". Pues eso,
que se muere, y en ese morirse a mí me llama la atención que a todo dios le
parezca normal una panda de tipos con medio kilo y medio metro de piel de oso
en la cabeza. Ni palabrita.
Luego los marineros
y que si tal quedan como si fueran seres humanos del montón, como si el resto
de sus semejantes tuviéramos algo que ver con ellos. A nadie parece sorprender
que quienes nos gobiernan se santigüen, que vayan a ceremonias religiosas, que
se manejen con soltura entre los bears on the top (yo veo aquí una tendencia,
men)...
Total, a lo
nuestro, que se ha muerto y cada uno sabrá qué basurita barre, pero a mí este
real fallecimiento me ha remontado a mis primeros tripis (LSD para la
chavalada). Siendo yo mujer elegante, de alta cuna (no diré lo de baja cama,
perras) y vajilla inglesa, y quizás, no lo niego, por mi condición de madre ya
baqueteada, lo del funeral de la reina miserable entre las miserables (no es
insulto, sino calificativo) ha reafirmado mi apego a la ficción.
Nos gobiernan
marcianos.
Nos callamos porque
no sabemos cómo llamar a un gorro de medio kilo forrado de pelo de osa.
Fingimos que toda
vieja, sea cual sea su trayectoria vital, es nuestra abuela siempre que sea
rica.
Ya están aquí.
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