“SUEÑOS DE NECESIDAD Y URGENCIA”
FILÓSOFO
En
conferencia de prensa de días pasados el presidente Macri, expresó: “Yo sueño
que tengamos una Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde
ser feliz”… creo que nadie puede estar en desacuerdo con este deseo, más creo
que es una frase “feliz”, pero desgraciadamente lanzada, en tiempos de despidos
masivos de trabajadores de distintas instituciones, culturales, científicas, de
medios, etc., por ser “ñoquis”, “militantes”, entre otros delitos, difícilmente
estos seres, encuentren un espacio laboral, donde “ser feliz”… aún en su
condición de “ñoquis.”
Todo
me insta a meditar en silencio y contestarle al presidente Macri, que, mientras
él propone un modelo de sociedad ¿suave?, ¿dulce?, ¿feliz?, tan sutil como una
caricia. La realidad se entrevé rotunda, agria y dura como una trompada. En el
primer mes del mandato de este presidente, ya hay demasiados eliminados del
sistema, sin vigencia y sin pertenencia.
La
sociedad argentina, sentenciada hoy por un sistema judicial y policial
represivo, necrótico y disfuncional, promueve sus héroes de “cartón”, desde
pantallas y redes de la web, al servicio del simulacro. Un tiempo en que, todo
lo que deba hacerse para borrar el pasado reciente será hecho… sin dejar
huellas, para la comprobación cierta de nada.
Lo
que denominamos vida, guiña su ojo económico y la mesa de enlace no consigue el
desenlace y las renuncias precisas e indispensables, de funcionarios incapaces
no llegan.
Me
refiero de manera puntual a los violentos acontecimientos que vienen sucediendo
y aconteciendo, en mi querida Argentina, donde la justicia camina de la mano,
de la desmesura y el anacronismo en acto de confrontar… creo, las provocaciones
a una oposición alerta , con decretos innecesarios y discursos trasnochados,
que intentan decir “algo” acerca de lo que jamás aconteció, nos llevarán a un
estado de cosas indeseable, para quien dice ir en busca de un sitio para ser
“feliz”… ¿sarcasmo presidencial de necesidad y urgencia?, o tal vez, soñar un
sueño, devenido en pesadilla colectiva. Una situación de bajas defensas,
perfecta, para el advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de
obsesión de diferencia: la puerta abierta a fundamentalismos, racismos,
academicismos y mesianismos, camuflados de progreso, cual rutina de existencia
degradada de un ejército de sonámbulos.
Hemos
arribado a un estadio donde la democracia ha tomado perfiles muy difusos. Me
parece evidente que Argentina, está viviendo y soportando, un régimen de
dictadura de clase, de un poder de clase, que se impone desde la violencia,
incluso, cuando los instrumentos de esta violencia son institucionales… hablar
de democracia legítima, carece de sentido.
En
este sentido, no solo el poder estatal o el económico merecen desconfianza,
sino todas las formas de poder ejercidas por un grupo sobre otro deberían ser
de inmediato sustituidas por un grupo colegiado que ejerza en representación la
administración del Estado, al menos mientras se conforma el modo más afín con
el que una comunidad autorreplicante y autónoma pueda crear un mundo a vivir,
sin abusos, sin exclusiones, sin discriminaciones y sobre todo en seguridad de
transitar en “alegría” y “plenitud” lo que se denomina vida.
Un
cambio de paradigma en nuestra condición de ser y permanecer en este planeta,
es indispensable.
“Lo
importante no es escapar a la injusticia de los otros, lo importante es no
cometer uno mismo una injusticia”, dice Sócrates. Este acuerdo, pacto decisión,
actitud, es el acto de manifestarse en verdad y coraje, reconociendo al “otro”,
para seguir viviendo en una relación permanente y constante con la verdad, en
el desempeño y práctica de la justicia.
No
soy k ni peronista, ni “macrista” si tiene sentido está nueva tendencia, que
acaba de llegar… soy argentino y anti-burguesía parásita, cobarde, violenta y
censora, en función de gobierno… Soy libre y ético… mi vida habla por mí…
Izquierdas,
derechas y centros, sólo un invento en exteriores para dividir, fragmentar…
tenemos una historia de traiciones, confrontaciones, idas y regresos desastrosos,
para que nada cambie… somos quienes somos, a pesar de que insistan en hacernos
desviar de nuestros rumbos, dirigidos a encontrar un espacio de armonía, paz y
amor, en sueños de libertad, felices de ser y estar en una tierra fantástica,
Argentina, “para todos los hombres de buena voluntad que deseen habitarla.”
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