¿PROHIBIR A LOS NEGROS INICIAR CONVERSACIONES CON LOS BLANCOS?
POR: BILL FLETCHER JR.
Un manifestante sostiene un cartel
instando a la gente a luchar contra el racismo. | Foto: Archivo
¿Por qué tanta gente
blanca está tan terriblemente asustada?
Cuando
me enteré de la historia de Sherry McLain y James Crutchfield, me encontré, al
mismo tiempo, sacudiendo la cabeza y experimentando una intensa ira. La
historia, que se volvió viral, es a primera vista bastante sencilla. En el
estacionamiento de un centro comercial, Sherry McLain, de 67 años, estaba
cargando su coche. James Crutchfield, de 52 años, se le acercó preguntando por
un encendedor para encender su cigarrillo. McLain, propietaria de un arma de
fuego con licencia, presuntamente sacó su arma de fuego afirmando que se sentía
amenazada. Crutchfield logró escapar, llamó a la policía, y McLain fue
arrestada. La acción fue capturada en video.
¿Olvidé
mencionar el hecho de que McLain es blanca y Crutchfield negro? Este hecho hace
que la situación, de por sí extraña, se vuelva aterradora. Relatos sobre el
caso han indicado que McLain afirmó que ella nunca se sintió tan asustada en su
vida.
Cuando
McLain fue arrestada, estaba al parecer aturdida, señalóa Crutchfield como la
causa del problema.
La
historia de McLain vs. Crutchfield, inmediatamente me recordó la muerte de
Trayvon Martin. En ese caso, George Zimmerman dijo que se sentía amenazado por
el desarmado Martin, por lo tanto, fue justificado apagar la vida de un
adolescente. McLain pudo haber estado muy cerca de poner fin a la vida de
Crutchfield por un supuesto temor por su vida.
Todo
este conjunto de circunstancias me llevó a preguntarme si sería más fácil
prohibir a los negros el iniciar cualquier interacción, mucho menos
conversaciones, con los blancos. El miedo de los blancos a los negros
regularmente no tiene límites. Un caso reciente en Washington, DC,sirve como
ilustración del problema. Un hombre negro joven, estudiante de la Universidad
del Distrito de Columbia, estaba de pie en el interior del vestíbulo de un
banco, tratando de decidir si retira dinero de su cuenta a través de un cajero
automático (ATM). Una mujer blanca (junto con su esposo y su hijo) entraron en
el vestíbulo del banco y, por miedo, salieron del banco y notificaron a la policía
que había un hombre negro sospechoso en el vestíbulo del banco. La policía
llegó en masa, persiguieron y detuvieron al joven. Afortunadamente no hubo
heridos, y fue absuelto en última instancia de las denuncias, sin embargo, la
característica más destacada es que el miedo de la mujer blanca fue suficiente
como para provocar una situación que podría haber terminado de manera
catastrófica.
Las
raíces de este "miedo" tienen poco que ver con estadísticas sobre el
crimen. Contrariamente a la demagogia del candidato presidencial Donald Trump,
los blancos son asaltados y asesinados-abrumadoramente, por otros blancos. La
fuente del miedo se remonta al miedo del colono blanco al esclavo africano y al
nativo americano. Este fue un miedo generado por el sistema de esclavitud
racial llevada a cabo contra los africanos y por el genocidio llevado a cabo
contra los nativos americanos; el temor de los blancos que aquellos que fueron
brutalizados decidan rebelarse y causen el mismo terror contra ellos.
Nada
de esto quiere decir que cada vez que una persona blanca ve a una persona de
ascendencia africana, ellos suponen que hay una rebelión de negros a punto de
ocurrir. Más bien, en lo profundo de los recovecos de su mente está la
suposición de peligro y, por desgracia, la presunción de culpabilidad del
negro.
Hay
diversas medidas adoptadas en la sociedad estadounidense para reforzar este
miedo, por lo que hacen de la opresión racista una máquina en perpetuo
movimiento. Un ejemplo clásico es el de las imágenes famosas tomadas en el
momento del desastre del huracán Katrina en la Costa del Golfo. En una foto los
blancos están luchando contra el agua y hay objetos flotando a su alrededor. La
imagen sugiere que están tratando de sobrevivir y buscando esos objetos. Otra
foto presenta a un grupo de negros, también luchando contra el agua, y los
describe como saqueadores.
Hay
demasiados ejemplos de estas "micro-agresiones" y diferentes formas
de reforzar el racismo. Al final del día, estas diversas manifestaciones de
refuerzo racista sientan las bases para recordar a los blancos del peligro
inherente de los negros. En ese sentido, los homicidios policiales de negros
desarmados se convierten en mucho más comprensibles y menos enraizados en la
mente de cualquier persona blanca, y más bien en las expectativas de que a la
policía se le enseña a anticipar cuando se trata de gente de ‘razas oscuras’.
Después
del incidente del joven negro en Washington, DC, mi esposa y yo hablamos de lo
que debe estar pensando la mujer blanca que llamó a la policía (después que
quedó claro para todo el mundo que él no estaba pensando en robar el banco o
atacarla). Suponiendo que ella se informó de lo sucedido, ella muy bien podría
haber llegado a la conclusión de que hizo lo correcto porque es mejor prevenir
que lamentar. Después de todo, se nos dice, en este ambiente de 'guerra contra
el terrorismo'-qué si vemos algo, debemos decir algo. El mismo mensaje puede
aplicarse a la observación del comportamiento de los negros.
El
problema es, al igual que en el caso de la llamada guerra contra el terrorismo,
cuando uno racializa el problema, el caso del terrorismo es principalmente una
cuestión llevada a cabo por los árabes y musulmanes y uno se hace de la vista
gorda a la real naturaleza del problema. En el caso del terrorismo, más el
terrorismo que sucede dentro de los EEUU, ha sido llevado a cabo, no por los
yihadistas, sino por la supremacía blanca. Cuando se trata de la delincuencia,
la suposición de que los negros son perpetuamente peligrosos significa que las
fuentes y los autores materiales del crimen no se pueden entender.
Entonces,
¿qué hay que hacer, para acuñar una frase? A un nivel muy básico, los
incidentes necesitan ser 'desempaquetados'. El caso McLain vs. Crutchfield
necesita ser discutido ampliamente. De hecho, yo sugeriría que los blancos, por
sí mismos, necesitan tener algunas discusiones acerca de este incidente para
recabar sus puntos de vista sobre lo que pasó, por qué pasó, y si las
suposiciones aparentes de McLain eran legítimas. Tales discusiones deberán
contar la historia, así como los hechos contemporáneos.
Las
instituciones también deben participar en un nuevo examen. Activistas negros
alrededor de los EEUU han, desde hace años, estado exigiendo no sólo la
supervisión civil de la conducta de la policía, sino un replanteamiento radical
de la formación y la orientación de la policía, especialmente en cuestiones de
raza.
Raza,
en los EEUU, significa que los negros simplemente no pueden hacer las mismas suposiciones
que los blancos. No pueden suponer que, si su auto se descompone, pueden ir a
la casa de una persona blanca en busca de ayuda... y no ser disparados; no
pueden suponer que pueden ir a un cajero automático, y considerar su situación
financiera... sin la posibilidad de ser catalogados como potenciales ladrones
de banco; y ciertamente no pueden asumir que, en caso de que tenga este mal
hábito de fumar, pueden acercarse a una persona blanca para pedir fuego... sin
la posibilidad de tener un arma apuntándoles a la cara. Usted ve, después de
todo, los blancos pueden tener miedo y eso, sólo eso, parece que resuelve las
discusiones sobre lo correcto o incorrecto en los EEUU.
**Bill
Fletcher, Jr. es el anfitrión de The African Global en Telesur-inglés. Síguelo
en Twitter, Facebook y en www.billfletcherjr.com. **
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