UN POPULISTA SUELTO EN DAVOS
POR:
DIEGO RAMOS
Vamos al grano y
por más que arda, Milei es populista. En la metáfora de Arditi “el populismo es
el invitado borracho a la cena de la política democrática”.
Javier Milei se presentó ante el mundo fiel a su estilo, hasta se dio el gusto de finalizar su alocución con el grito sagrado de ¡viva la libertad carajo!; recogiendo risas y sonrisas del auditorio, claro, es evidente que el mandatario argentino llega al foro sin desconocer que su “personaje pintoresco” le da un margen de centralidad. Lo cierto es que el populista argentino postuló los principios de la filosofía política del “ser libertario”, como por ejemplo el principio de la no agresión, algo que no puede asumir, su estilo de agresión extrema es su gran sello.
“Occidente está en
peligro”, expresó enérgicamente y llamó
a estar atentos frente al socialismo, una y otra vez, mientras reivindicaba
emocionado al capitalismo, una y otra vez,
como imaginando una máquina ficticia de juego de azar que le sumaban
puntos a favor, mientras una y otra vez repetía las mismas frases políticamente
innecesarias, en un contexto mundial donde la mayoría de los líderes (aun
socialistas) asumen al capitalismo, no pregonando su eliminación, sino más bien
proponiendo el debate y la revisión para un nuevo capitalismo con justicia
social. No es casualidad su acusación a la justicia social como lo más nocivo
para una sociedad, justicia social a la que el Papa Francisco sostiene para
ubicar a la propiedad privada como un bien secundario (contrariamente a lo que
Milei expuso en el foro de Davos) y situar como bien primario a la vida, a la
salud, a la educación, etc.
Preponderó este
tiempo como el de mayor crecimiento, prosperidad y de paz mundial, obviando la
“tercera guerra mundial en marcha”, la cruda deshumanización del conflicto
palestino-israelí, y demás guerras invisibilizadas que esconden también intereses de occidente.
En este momento se viven conflictos armados a gran escala en Burkina Faso,
Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria. Desconociendo o no
reconocimiento los derechos económicos, sociales y políticos conquistados, que
no es un atributo del capitalismo puro como intentó mostrar, sino más bien de
una intensa y tenso conflicto siempre vigente entre los movimientos sociales
colectivos con los representantes del conservadurismos que protegen la doctrina
de sociedades injustas y desiguales. El gran apóstol del mercado demonizó al
Estado, desconociendo como el proteccionismo económico traza la agenda de
ciertos países centrales, otro grave desacierto de su cátedra filosófica
libertaria.
Si hay algo que
tiene, sin duda, es su audacia. Milei se la jugó e intentó presentarse en Davos
como un gran referente libertario capaz de llevar a cumplir la promesa de la
libertad. Convocó a los neoconservadores a reconstruir la gran coalición
anti-Estado de bienestar y anti intervencionista. Pero claro, puro cuentos de
hadas: no existe ningún movimiento operante en el mundo en la actualidad que
esté basado en una filosofía libertaria. Si lo hubiera, se encontraría en la
anómala situación de usar el poder político para abolir el poder político… hoy
expresado en los súper poderes de su DNU con clara intención de debilitar al congreso su representatividad
democrática.
¡Puros cuentos de
hadas! Milei no es libertario. Ninguna filosofía política existe en un vacío
cultural. Si se hace el ejercicio de preguntar entre los allegados que uno
tiene ¿qué es ser libertario?, la falta de respuesta o la poca claridad ante la
pregunta te ubicaría en ese vacío. Milei juega en un péndulo que va del
libertarismo al libertinaje, y ahí reposa como un solitario anarquista. No es
superior, nunca tuvo un plan, sino ¿cómo se explica haber entregado la economía
del país en manos del “mejor equipo económico de los últimos 50 años que venía
a salvar a la argentina” y que fracasó en la gestión de Mauricio Macri? ¿Dónde
está la novedad, lo superador? Tan solo en su nuevo estilo político populista.
Necesitamos ampliar
la visión sobre el populismo, ya no es la estigmatización exclusiva hacia la
izquierda. Hoy el populismo recorre de izquierda a derecha, por ello hay que
entender al populismo contemporáneo como un estilo político en contextos, donde
se vuelve cada vez más estilizada, mediatizada y espectacular, siendo utilizado
en la actualidad por una amplia gama de actores en todo el mundo.
Vamos al grano y
por más que arda, Milei es populista. En la metáfora de Arditi “el populismo es
el invitado borracho a la cena de la política democrática”. Vamos de nuevo ¿Hay
algo novedoso y superador en Javier Milei? Por supuesto que sí: ensayó el nuevo
estilo de ser populista en el país, superando al populismo clásico de su
contrincante Sergio Massa. Milei entendió que no era suficiente hablar en
nombre del pueblo para ser populista, uno debe hacer populismo y actuar para el
pueblo, y vaya si lo hizo bien…despeinado, motosierra en mano, desalineado,
nada convencional, tosco, y la lista continúa.
¿Por dónde pasa la
novedad de estilo populista de Milei? Las tres características clave que
introdujo fue a) apelar al pueblo para enfrentar al gran enemigo llamada casta política, b) los malos modales; y c) la
crisis, ruptura o amenaza: “se viene lo peor”, “vamos camino a la catástrofe”,
“y si tiene que reventar, que reviente”…
introdujo tan bien la crisis a través de la dramatización y la
representación que eran furor en las redes sociales. La vulgarización de la retórica política y el
desprecio de los modos “apropiados” que utiliza la clásica política
dirigencial, lo hacía pueblo, olía a pueblo, logró diferenciarse de los
políticos convencionales y de la vieja política, sobre todo tomar la misma
distancia que aún gran parte de la sociedad tiene. Las apelaciones populistas
que tomó se basaron en la directividad y la simplicidad, no sólo en términos de
lenguaje en el que se presentaba, sino también en el tipo de análisis y
soluciones mágicas que ofrecía.
Queda claro, cada
vez lo visualiza más, que ya no alcanza con el nuevo estilo populista que
implementó para llegar al sillón de Rivadavia. En Davos mostró su último show
de libertario, ahora debe gobernar y hacer uso de la política y a través de los
instrumentos del Estado asegurar el bienestar general y la paz social.
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