MARCO COLONIAL
JOSU
AIZPURUA
El Ministro Urtasun
lanza la idea de revisar todos los Museos para devolver a sus orígenes los
botines coloniales y que dejen de asombrarnos y avergonzarnos en el Obelisco de
París donde se explica cómo lo robó Napoleón y las técnicas que empleó para
trasladarlo. De la misma manera en los Museos hispanos se exhiben obras
americanas regaladas por amables caciques a sus amados
colonizadores. La picaresca hispana siempre superior a la gabacha.
Señoría, no hay más preguntas. ¿Qué hacen los tesoros americanos en la Meseta? Pues seguir el rumbo torticero del Imperio que se envolvía en españolismo para ocultar la farsa de una “nación imperial” en la que mandaban los castellanos y destrozaban las naciones extranjeras que quedaban esclavizadas y sometidas. ¡Qué gran invento para la Meseta el verse rectora de otras tierras! Pero no se confundan pues fueron los amos, los Señoritos castellanos los rectores de este Sistema y el orondo sr. Obispo, pero no la clase baja donde también sufrieron de su desprecio y discriminación.
Es una gran idea
que en los Museos del Estado no se exhiban joyas de otras nacionalidades, y el
Gernika debiera estar en Gernika y no en Madrid, por ejemplo, ministro Urtasun.
Y aplicando la coherencia
al pensamiento que lleva a este Gobierno al rechazo del Colonialismo Imperial;
seamos consecuentes.
No solo se exhiben
joyas robadas a los indígenas americanos en el Imperio y trasladadas a Sevilla, también
claman los botines dinerarios que se trasladaron a los bolsillos de los
notables castellanos y sus soportes que en forma de Casta Hispana saquearon las
arcas americanas.
Y generación tras
generación, el montante del robo colonial ha sido heredado por las familias que
en el saqueo o en la venta de esclavos han retorcido las Leyes para que esas
vomitivas actuaciones entraran en la “legalidad hispana” para que reyes y
notables pudieran exhibir sin complejos sus botines. Además, se pusieron
apellidos largos y títulos nobiliarios.
El mismo principio
moral, ético, que rechaza a los Museos, debe aplicarse a los bancos donde aún
reposan las sucias ganancias del Imperio.
La revisión del
Imperio y sus consecuencias morales y económicas, deberían ya haberse
rectificado en 1978 como base del postfranquismo que se refociló en
ellas como sustento de su Movimiento, fascista y abyecto. Pero el gran embuste
de la Transición, lo hurtó del panorama político que debió ser democrático y
reparador.
Este Gobierno sigue
con su idea de que somos idiotas y no nos enteramos de nada, pero hay gente que
usa la cabeza y el método gubernamental de mirar para otro lado no lo
desconcierta; tan solo lo apena.
Hay mucho que
revisar en la Historia, ¡pero ustedes no empiezan!
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