¿PODRÍA SÁNCHEZ DEJAR LA MONCLOA EN JUNIO?
AARÓN
DERDABI ENSEÑAT
El Español informa
de que el presidente socialista es el candidato predilecto para presidir el
Consejo Europeo tras la salida anticipada de Charles Michel
La presidencia del Consejo Europeo requiere un sucesor antes de lo previsto, ya que el actual presidente, Charles Michel, ha anunciado que se presentará a los próximos comicios europeos de junio y, por cuestiones lógicas de incompatibilidad, dejará vacante una presidencia que se suponía ocupada hasta el mes de noviembre.
El Consejo Europeo es una de las siete altas instituciones de la Unión Europea, es un órgano intergubernamental y representa el grado más elevado de cooperación política entre los distintos estados miembros. Está conformado por los veintisiete jefes de Estado o Gobierno de los países de la UE, por la presidenta de la Comisión Europea y por el presidente del Consejo Europeo. Su función principal es marcar el rumbo y las prioridades políticas de la UE, aunque también se encarga de dirigir la política exterior y de seguridad común y de designar puestos de especial relevancia en organismos como el BCE o la Comisión Europea.
Por su parte, la
presidencia del Consejo es la más alta representación de la UE en el exterior y
es elegida por los miembros de la institución mediante una mayoría cualificada,
con un mandato de 2 años y medio y con opción a una única renovación. Sus
funciones son impulsar la cooperación entre los estados miembros, coordinar las
distintas actividades políticas realizadas en el Consejo y representar a la UE
ante el resto del mundo, además de presidir las reuniones trimestrales del
propio organismo.
La incógnita,
entonces, es la siguiente: ¿quién es el elegido para ocupar el puesto de máxima
representación exterior de la UE? Según fuentes de El Español, el preferido
sería el recién investido presidente de España, Pedro Sánchez. Aunque desde el
PSOE lo descartan, Sánchez cumple al dedillo los criterios informales que
marcan este tipo de designaciones: es primer ministro de su país, al igual que
sus antecesores; es del grupo socialista, que con bastante probabilidad será la
segunda fuerza europea y estará capacitado para sacar adelante su propuesta
para el Consejo, y sería el primer español en presidir esta institución.
En caso de que
Sánchez se embarcara en la aventura europea, la política española tendría dos
opciones: en primer lugar, que el PSOE propusiera a un nuevo candidato/a y que
este consiguiera revalidar los apoyos del actual presidente y ser investido
para lo que resta de legislatura. Esta opción muestra varias incógnitas, ya que
para verano la amnistía podría ser un hecho y las formaciones catalanas
estarían pensando ya en las autonómicas de 2025. Eso por no hablar del resto de
formaciones, con las que el PSOE debería negociar de nuevo para conseguir un
nuevo acuerdo de investidura. Tampoco sabemos quién sería la persona elegida
para suceder al actual presidente español. ¿María Jesús Montero? ¿Pilar
Alegría? ¿Veríamos por primera vez a una mujer presidir el ejecutivo estatal?
Se trata de un enigma con muchos interrogantes y muy pocas certezas.
La otra opción es
que, ante el bloqueo parlamentario por la falta de apoyos para una investidura,
se convoquen unas nuevas elecciones anticipadas en menos de un año. En este
segundo escenario, la derecha podría resarcirse y conseguir la mayoría que no
obtuvo en el 23-J, cosa bastante probable si nos fijamos en las últimas
encuestas electorales. Parece poco previsible que Sánchez abandone el ejecutivo
con estas opciones en la mesa y con el sudor que le ha supuesto montar el
bloque de investidura que le permite gobernar ahora mismo, pero lo que sí es
seguro es que en política todo es posible.
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