HERRIAK EZ DU
BARKATUKO
POR MAITÉ CAMPILLO
Pepe Rei se reafirmó como periodista del pueblo en desarrollo del
periodismo de investigación e información veraz, por ello fue maldecido,
perseguido, censurado, encarcelado por su delito inalienable de condición
humana impidiéndole seguir ejerciendo su profesión en contraste a las fuentes
convencionales cada vez más sujeta uña y carne al Estado. Aznar al regocijo del
fanatismo bajo el eslogan ‘todo es ETA’ el 20 de febrero de 2003 irrumpe la
Guardia Civil en la redacción del único periódico editado en euskera, abrió un
proceso judicial, la gran mayoría de los medios españoles miró para otro lado,
hoy tomando potes y pinchos en el Kasko Zaharrak en Donosti y Bilbo.
Lejos de los años de los tiros EH de juzgada a “consentida”
Hay
quienes afirman que en las últimas décadas Euskal Herria se ha convertido en el
espejo donde mirarse –jamás tan asumida y disputada incluidos los
ángulos que pretendieron englobar la izquierda españolista–, más allá
de, afloran opiniones al color de los antojos dónde dije digo, digo Diego, con
respecto a la política oficial al margen del concepto ideológico y eso sí pone
los pelos de punta. Es cierto, ya no cierran sedes ni revistas ni periódicos:
Egin 1998, Ardi Beltza 2001, Egunkaria 19 de febrero y Kale Gorria 23 de
septiembre año 2003… posiblemente porque no hay periódicos que cerrar ni prensa
que erice o consideren que ofenda al régimen nacional y trasnacional ni
sedes que revolucionen revolución –quizá hoy se viva un periodo de
bonanza inimaginable en cenas y homenajes de fraternidad– ni que las
detenciones sean protagonistas aunque se sigan vengando de eso no hay duda, e
incluso en los presos políticos que aún siguen encerrados y con los que estando
libres les vuelven a llamar acusándolos de nuevos delitos de hace veinte o
treinta años atrás, que haya sectores menos castigados o más nuevos que
saboreen paz y gloria donde antes hubo guerra. Es cierto y eso nadie puede
negar que hoy haber hay muchas izquierdas, igualmente las que influyen del
Estado –incluso las que ni siquiera lo son pero que dicen ser–
muchos colores en boga de formas y performances de compromiso. Lo que sí es
cierto en común al resto de comunidades del Estado, es además de la degradación
en cuanto a las mil formas de alienación y explotación capitalista, el
persuasivo desmantelamiento de lo que representó la sanidad pública cada vez
más precaria y menos pública. Hoy Osakidetza, siendo uno de los mejores
servicios a nivel de toda Europa, en cuanto a la sanidad pública, es en la actualidad
una muestra más de la situación alarmante con el agravante de despidos a favor
de la privada.
Huelga
afirmar que Euskal Herria –al margen de las instituciones vendidas desde
la rendición a las tropas fascistas en Santoña– ha sido un pueblo digno
de historia conmovible, un pueblo de rigor, emprendedor, de recursos
suficientes para vivir libre, independiente y socialista: libre de ejércitos de
ocupación guardias civiles y policías, servicios de inteligencia, infiltrados,
esquiroles y chivatos estacionados por las esquinas, raíz comprometida
internacionalista de grandes militantes que dieron la vida, que consideraban la
independencia del Estado español como una ruptura contra el capital, una
necesidad para la libertad un avance para el socialismo de clase, generando en
su interior la identidad de una patria libre no represiva ni importada,
peleando contra el crimen organizado que tantas vidas se ha cobrado como la de
algunos dirigentes políticos y ahí es que se encuentra Santi Brouard, íntegro y honesto, asesinado en su clínica de
pediatría el 20 de
noviembre de 1984, y un mismo 20 de noviembre de 1989 al diputado de Herri
Batasuna Josu Muguruza abatido por las balas del Estado, cuando iban a recoger
las actas de diputados, en reflejo de otro 20 de noviembre decadas antes en
1936, que se cobró la vida del gran dirigente sindicalista guerrillero
Buenaventura Durruti al que esbirros a traición cerraron su paso a la batalla
por la República contra el fascismo en la defensa de Madrid…
Hablar
de otro de los asesinados, conocido como Argala, es referirse a un destacado
miembro de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) que participó en acciones como el
atentado al presidente de gobierno Carrero Blanco, que dejó su huella en
importantes aportaciones teóricas y documentos como Agiri, Zutik… hablar de
Argala es memorar a uno de los ideólogos vascos marxista-leninista más
destacados durante el franquismo y posfranquismo asesinado en periodo de
“transición”. El 21/12/ 1978 una bomba colocada bajo su coche por los servicios
secretos españoles, en Iparralde, en colaboración con los franceses, acaba con
su vida: golpe mortal. La muerte de Argala causa una gran conmoción,
incontenible de homenajes, oleaje de indignación y repulsa donde días después
más de 4.000 policías sitian Arrigorriaga. Se trata de humillar a la familia el
día de su entierro, de desmoralizar e impedir el apoyo de la militancia, su
irrintzi su agur su solidaridad con el militante incondicional, se impone cerco
uniformado al aislamiento. Son Pablo e Iñaki (sus hermanos) quienes encabezan
la simbólica comitiva abriendo paso aferrados a la bandera de KAS; tras ellos,
el féretro cargado a hombros entre los que se encuentran Txomin Ziluaga, Santi
Brouard, Telesforo Monzón y el dramaturgo Alfonso Sastre… cierra de nuevo la
familia, un primo, la hermana y madre de Argala. Al paso del cortejo por la
plaza camino del cementerio tres oficiales al mando consideran ejecutada la
orden de disciplina y autoridad, ya no hay peligro… cuatro mil policías han
aislado y sitiado metralleta en mano el pueblo Arrigorriaga. Cientos de
personas, miles de ojos, voces y puños prohibidos, impedida su presencia,
aspiran ráfagas de oxigeno abarcando valle y montañas el amor y contenido
inolvidable de sus días.
Referirse
a José Miguel Beñaran Ordeñana es dar cobertura y nombre, al hijo, al ser que
nace y crece al calor del amor de los suyos, al muchacho tímido sensible y
abnegado, al compañero de estudios, al apasionado de su gente, del pasto de sus
valles, montañas y costas, dando sentido solidario a la vida fomentó el rigor,
formación y compromiso, íntegro de ideales que te abraza en regocijo de
identidad envuelta en música gozoso de su cultura, es hablar de un dirigente de
ejemplo indiscutible de empatía que hace suyo un objetivo, busca la forma el
arte y lucha al abrazo y al puño del materialismo histórico, filosofía
científica dialéctica, fundamento de lucha clandestina dando cobertura a un ser
extraordinario, sobre el que tomó fuerza entre otros de sus nombres, el de
Argala, compañero de lucha de clase y formación ideológica, guerrillero
incondicional, militante carismático cuya entrega y características siguen
sembrando conciencia cosecha de amor y futuro, perfil de admiración carisma
innato: victima de la <<guerra sucia>> al corazón que baña la
historia manantial y fuente de los contrarios. Reafirmar su compromiso es
seguir su camino de futuro: ”Tenemos que organizarnos dentro de las fábricas,
dentro de los barrios, para que la voz de los trabajadores se deje oír
directamente. Quien promete que va a solucionar los problemas del pueblo
siempre miente, el único que puede solucionar los problemas del pueblo, el
único que puede, que soluciona los problemas de los trabajadores es el propio
pueblo, son los propios trabajadores”.
“Por mucha confianza que se tenga en quienes salgan
elegidos, no dejarles que anden a su aire, no dejarles si ningún tipo de
supervisión, sino por el contrario, organizarse el pueblo para controlarlos
constantemente y para decidir lo que más conviene al pueblo. La burguesía
recurre a las armas cuando ve en peligro sus privilegios, lo que induce a
pensar que si la clase obrera no se plantea el problema en términos semejantes
tendremos ocasión de presenciar muchas matanzas y pocas revoluciones”.
“Condenar cualquier tipo de violencia popular es una
brutal necedad y una muestra clara de incapacidad (por parte de quien la
condena) para salirse de las perspectivas ideológicas de la clase explotadora.
Los pueblos no practican la violencia por gusto de hacerlo sino impulsados por
la acuciante necesidad de adquirir un derecho humano: el derecho a la libertad
en las relaciones sociales. La violencia popular es siempre defensiva frente a
la violencia institucionalizada de la clase explotadora y por lo tanto
completamente legítima”.
Reseña sobre el discurso de Santi Brouard ante el Comité Central de HASI: ”Es
frecuente oír que es inútil luchar, que todo da igual, que qué más da unos
políticos que otros, que en la URSS hay clases, que Nicaragua va fracasar
sometida al imperialismo norteamericano, que en Cuba existen hijos de papá.
Todas estas propagandas no tienen más fin que quitarnos la fe que todos
nosotros cultivamos en el proceso revolucionario que defendemos… (En sintesis,
la afirmación que hizo sobre el perfil de Argala rezuma compromiso histórico
aleccionador): ”Argala ha sido la figura cumbre de la política revolucionaria
vasca”.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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