domingo, 15 de septiembre de 2024

HOJA DE ISTIGNA

HOJA DE ISTIGNA

JOSU AIZPURUA

¿De dónde soy? Nací en Indautxu, al ladito del Estadio de San Mamés, de la casta de Istigna que mi abuelo Ekekiel segundo del casherio que tuvo que salir de Deba para irse a Bilbao y por ello nací allí. Pero siempre fui una hoja mecida por vientos ajenos que me llevaron de aquí para allá, y hoy aún no se dónde me enterrarán, Soy un brote de la hoja del árbol de Gernika, que se asentó en Istigna, cayó en Indautxu y el vendaval vital la arrastró por África y América del Karibe, para dejarla al fin descansar en Tenerife.

Vivo agradecido a Canarias, para mí Kanarias, otra diferente y Nación incuestionable, donde he pasado mis últimos días disfrutando de un clima único y una fortuna que el Papa indecente y el de Lugo consiguieron acabar y reemplazarla por una versión goda colonial que no hay por dónde cogerla.

Pero mi devoción txitxarrera, me hace feliz en Kanarias, pues a los godos ni los veo y su mensaje me resbala.

Indautxu,El Parque, AHV, Mendiak, Goma-Bi, Zazpi Kaleak, Iparralde, Kinshasa, Ayiti, La Castillo, Anaga.

Mi vida transcurrió por todos ellos a merced de los vientos ideológicos dominantes y que no dejaban lugar a otros más íntimos y gratificantes, pero en conjunto tuve una buena vida, consentida y leal.

¿Y dónde quedará sepultada mi hoja? En ello ando.

Mi pluma me hace de timón, pluma fiel y veraz que me da reposo, me da camino, me da misión para que otros vean lo que yo vi; el fétido olor de la corrupción que camuflado por pachulí huele por todo el Mundo donde esa corrupción se enseñorea en las poltronas. Alejado quedó el sufrir del desposeído,

En las orillas de Anaga vivo el regalo del Alisio, y disfruto de él en la inquietud de que malos tiempos nos acechan, los Riffeños, los Saharauis y los Canarios, nos enfrentamos al loco de La Casta que quiere hacer de estas Tierras su batalla para obtener más réditos de sus botines. Locura triste de quien no sabe disfrutar del aire y del mar y nunca ve al intrépido Tajinaste que se eleva enhiesto para proteger el destino de esta Nación Canaria. Los guayacanes y los tajinastes florecen entre la esperanza de los canarios. El sol sale por el oeste, y con él, los guayacanes y los tajinastes que como dijo Mao, son rojos.

A la memoria de los que se fueron defendiendo lo poco Humano que queda en nuestro Mundo, desde esta Nación Canaria.

 

 

 

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