DEPENDE, DE QUÉ DEPENDE
QUICOPURRINOS
Si hay algo con lo que llegamos todos al nacer, que
nos iguala desde la cuna, que no nos diferencia cuando suena el pistoletazo de
salida a la vida, ese algo es el tiempo. Sí, se nos entrega el tiempo para
crecer, para disfrutar, para aprender, para amar, para hacer o para no hacer
nada. Lo que hagas con él, de qué depende. Pues depende, solo depende de ti. De
ti depende que el tiempo, las 24 horas de cada día, sean un regalo, un premio,
una oportunidad o se conviertan en una tortura o en una penitencia. Eres tú
quien decide cómo administrarlo, cómo gastarlo, en querer ver la botella medio
llena o medio vacía. Es falso eso de "es que no he tenido tiempo de…"
o "ya tendré tiempo otro día para…". Huye de eso, lo que no hagas
hoy, el tiempo que no emplees hoy con alguien o algo, pensando en que tendrás
tiempo para dedicárselo en otro momento, puede ser que te traicione, porque
quizá a ese otro, cuando le quieras dar tu tiempo, el suyo se le ha ido,
sencillamente porque ya no esté o ya no
pueda ser. Entonces, cada día al despertar, abre tus ojos y deja que se llenen
de luz, muévete con alegría acompañando cada paso de una sonrisa, haz lo que te
pida el alma, aunque te equivoques, pero hazlo, lo más triste es malgastar el
tiempo que tienes, dejándolo correr, dejándolo pasar sin hacer nada, pues es el
tiempo el mayor regalo que te ha dado la vida, disfrútalo y recuerda que depende, de quien depende, pues
que depende sólo de ti, de que hay tiempo para hablar y también para aprender a
escuchar, para perdonar y para pedir perdón, para olvidar y para volverse a
enamorar, para caer y para volverse a levantar, para llorar pero
sobre todo para reír, para pintar y para escribir.
“Mors certa est, hora incierta”. Luego espabila.
quicopurriños
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