martes, 3 de septiembre de 2024

CUPO

CUPO

JOSU AIZPURUA

Los ricos vascos en el Feudalismo reinante entraron en conflictos banderizos por lo de siempre; los repartos de tributos. Oñacinos y Ganboinos se pelearon con sus respectivos señores, “jauntxos”, que se lanzaban los Fueros a la cabeza.

Los Fueros Vascos eran los restos de su Independencia que los distinguía de sus vecinos Castilla y Galia en versión Aquitana. La independencia que los Fueros conferían eran de tal calibre que su “pase foral” les daba potestad para no cumplir las Leyes vecinas. “Se acata, pero no se cumple”.

Pero los tiempos cambiaban y los Reynos se imponían y derivaban en Imperios. Todo Rey buscaba ser Imperio. Con bodas o invasiones, el crecimiento Real daba medida de su Poder.

Los Jauntxos vascos, ante la invasión castellana, se aprestaron a pasar a la nueva época postfeudal, protegiendo sus intereses y dejando a sus súbditos sin su Independencia. Para ello llegaron a acuerdos con los monarcas castellanos, que dieron con un Fuero que sin independencia ya no era su Fuero. Lo revistieron de sacralidad y poco a poco se fue desnaturalizando para ser un Pacto entre Notables, que evitaba la opinión popular. Era y es cosa de poseedores con sus impuestos. El Pueblo independiente fue perdiendo los beneficios de su diferencia nacional, y por ejemplo perdieron su exención de servir en el Ejercito, lo que explica las huidas de Francia-España al llegar a los mozos la edad militar.

Nunca se produjo la integración democrática, con Referendum de los vascos en el Proyecto Estatal de los reyes castellano-españolistas. El nuevo Fuero con su Cupo, era su cortina de humo.

En 1978, ante el colapso del Franquismo y la entrada en la UE tampoco se produjo una integración democrática y por la virulencia de las calles y ETA, se adoptó la tradicional fórmula del Cupo Vasco, ya nada que ver con la antigua soberanía Foral, pero sirvió para que el PNV diera su aprobación a la trampa Constitucional que substituyó a la Transición; la lucha entre Reforma o Ruptura.

Ese Cupo Vasco actual tiene mucho de señuelo y engaño popular que hace al declarante fiscal obviar el Poder Soberano que el Cupo y el Fuero debieran poseer. Leizaola el viejo nos daba enormes conferencias clandestinas para que su gran erudición foral  no se perdiera, pero los jóvenes estábamos más por el Ché que por su Historia.

Ya hoy se cae entre las grietas lo que de engaño tuvo el 1978. Ante el colapso no se puede continuar con parches y Canarias necesita una descolonización y nuevos relatos de dignidad e Historia real. Y las demás naciones del Estado78; lo mismo.

Se necesita el Sistema con base democrática, que evite a Illa decir la butade de “España; un espacio para actuar las Naciones”. Ese espacio lo pretenden nación preeminente y es el eterno castellano-españolista, prepotente y origen de toda la imposibilidad “española” de crear un Estado para el s. XXI; sin las bases democráticas de aceptación y pertenencia; nada es posible, real y democrático.

No hay “cupo catalán”, pues no hay libertad nacional catalana para concertar con la libertad españolista de La Casta, inexistente y falsa. Hablemos de territorialidad y qué y cómo se gestionan las naciones peninsulares y soltemos a las colonias que en Canarias es su única posibilidad de sobrevivir al kilombo que en Sahel se prepara.

 

 

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