LA ESTABILIZACIÓN DE LOS PENINSULARES
JUAN
G. LUJÁN
Escribió Marx (Karl, el rojo, no Groucho) que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces, una vez como tragedia y la otra como farsa. En Canarias estamos asistiendo a una farsa, el envío al paro de más de dos mil maestros y maestras de las islas y la llegada de la misma cantidad de docentes de la Península Ibérica, con sus “vosotros vais a aprender” y su ignorancia del país donde vienen a enseñar.
Lo que está pasando
es una farsa que, en realidad, reproduce lo que fue una tragedia a finales de
los años setenta del pasado siglo, cuando no teníamos autonomía, ni Mencey, ni
consejería de Educación, pero teníamos unos maestros y maestras que salieron a
la calle para defender su empleo al grito de “Escuela canaria, maestros
canarios” que tuvo como respuesta los porrazos de la policía. En las
hemerotecas se pueden encontrar muchas fotos de los periódicos de la época con
maestros y maestras en las puertas de los colegios rodeados de los grises, que
no se cortaban a la hora de cargar contra los enseñantes y detener a sus
cabecillas.Todavía no se había aprobado la Constitución de 1978 pero ya se
estaba construyendo la autonomía canaria. El Ministerio de Educación convocó
unas oposiciones, había 5.000 maestros interinos en las islas. Se sacaron 1.000
plazas, y se apuntaron 700 residentes en la Península Ibérica. Los docentes
canarios montaron una plataforma que fue el origen del Sindicato de los Trabajadores
de la Enseñanza de Canarias (STEC). Gracias a esas movilizaciones en las que
los docentes canarios boicotearon las oposiciones, se logró en 1977 unas
oposiciones restrictivas para interinos. Pero, nosotros, los de entonces, ya no
somos los mismos. No nos parecemos a aquella gente de 1977, ni los sindicatos,
ni los profesores, ni el Gobierno canario, que merecerían ser castigados por
pasividad en la brega.
Pero resulta que
casi medio siglo después, con un estatuto de autonomía, con las competencias en
Educación, un gobierno canario (el del Pacto de las Flores, el que decía que
gobernaba para la gente que, como estamos comprobando, no es lo mismo que decir
para nuestra gente) puso en marcha un nuevo proceso de estabilización. Y sacan
así, de un viaje, ni más ni menos que 3.874 plazas de docentes en Canarias.
Sabían que a esas plazas podían optar desde todo el territorio español. Se
trataba de un concurso de méritos, en Canarias hay 27.000 docentes, en España
cerca de 800.000, para que se hagan la idea del desequilibrio. Se podía haber
hecho otro tipo de proceso de estabilización, como el acordado en Sanidad o se
está haciendo en otras instituciones donde se puntúa más a quienes tienen
experiencia trabajando aquí. Pero no se tomó ninguna medida especial.
La estabilización
en Cataluña, Valencia o Euskadi tiene una importante protección para los
residentes por el requisito del idioma, pero Canarias es lugar de puertas
abiertas para quienes pueden venir en avión. Y ocurrió lo que se preveía que
podía pasar, más de la mitad de los que han obtenido plaza (2.048 docentes de
las 3.874 plazas ofertadas) vendrán de fuera de Canarias, lo que significa que
los docentes canarios que estaban de forma interina dando clases irán a la
calle. La propia consejera de Educación que inició este proceso selectivo en el
gobierno de Ángel Víctor Torres, Manuela de Armas, reconocía en julio de 2022
que “es muy difícil asegurar que nuestras plazas sean para el profesorado
canario”. La consejera se ponía la tirita antes de la herida, en lugar de
buscar otras fórmulas, como no sacar un concurso de méritos con una oferta tan
elevada.Canarias es una de las comunidades donde más abuso se ha hecho de la
temporalidad laboral en las administraciones públicas, no solo en Educación,
también en el empleo en Sanidad o en Justicia. Ha habido enfermeras en
hospitales públicos encadenando contratos durante diez, quince o veinte años,
debido a la falta de convocatorias de empleo público. Hemos tenido unos
gobiernos muy ágiles para contratar a cargos de confianza, para enchufar a la
gente de los partidos desde el primer mes en que acceden a los gobiernos, y muy
lentos para dotar de estabilidad a los trabajadores públicos.
Y cuando, obligados
por la normativa europea, convocan un proceso de estabilización en la
enseñanza, lo hacen de la peor forma, y logrando exactamente lo contrario de lo
que pretendían: mandar a la calle a dos mil docentes canarios que estaban
interinos, pero que van a estar en el paro. Lo que han hecho se podría resumir
en una frase que no entenderán el 52% de los que han logrado plaza en el
concurso convocado por el gobierno canario: “ Fuerte machangada de
estabilización hicieron esos toletes que estaban en el machito hasta antier”.
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