EL EJE DE LOS MALOS, SEGÚN LOS BUENOS
MAITÉ CAMPILLO.
La Revolución es una gran escuela, y nos enseña todos los días lo que debemos hacer. Y tenemos una lucha seria, una lucha seria delante, dura; el enemigo emplea todas sus armas, agita cuantos recursos tiene en sus manos, las mentiras, los prejuicios; agita toda la herencia y el bagaje que han ido dejando aquí, sobre la cual han ido edificando su imperio; todo contra el pueblo, para dividir al pueblo, para debilitar al pueblo, sencillamente para dominar al pueblo, para doblegar al pueblo, para vivir sobre las espaldas del pueblo (Fidel Castro).
Abre la
ventana…
Y deja que el sol alumbre a Víctor Jara por todos los rincones de tu casa,
no la cierres, no te condenes, nadie que repele el ensañamiento criminal debe
cerrarse en sí misma, mantente erguida, la apatía es un arma que solo al
enemigo libera y a ti te encadena. Su tala aniquila lo que de madera podría
simbolizar la raíz de la selva, en su cambio climático están las manos del
parásito, y los dólares de las multinacionales. Sus movimientos ‘izquierdistas’
son (sus) movimientos, no nuestros, ningún cañón borrará la enseñanza del
pueblo de Vietnam ni el surco de su arrozal. Recuerda, Indochina fue el lugar
más allá del ancho mar, donde el yanqui reventó la flor con genocidio y napalm.
La luna una explosión que funde en clamor, el derecho de vivir en paz. La
política profesional no es un derecho, es una imposición, una especulación
enfangada al hoyo más profundo del antagonismo que tapona el surco del arrozal.
Su ética correcta es de mala educación, una ofensa a los principios
elementales, donde toda cultura propia corre un grave peligro. No es conducta
meritoria complacer tiranos ni ejemplo para las urnas el soborno de la
‘igualdad’ constitucional. Su economía es un látigo de masas convertido en un
monstruo de ley deforme –cada vez más ellos y menos
nosotros– larga la cadena y muchos los bozales que cuartan
tu libertad. La tierra es nuestra cuando despierta vida de abajo arriba, por
igual le pasa al pueblo, no sería si no parte de nosotros mismos. El lodo de su
estela omnipotente destruye la autenticidad del ser, sobretodo a la mujer, mata
el original, el arte dentro de ella, como expresión en explosión de vida
propia. Mi vista colorea un desfile multitudinario de sempiternas, las
estrellas alumbran el revolotear inquieto de las hojas, henchidas de historia
sólida en soporte de cimientos. Se arremolinan las aves a la escucha, soy mujer
del viento, sus alas ramifican la vía que une y ciñe en siglos de historia,
brotes de semilla entretejida contorneando ritmo y rima en dramaturgia de vida
dan voz a la palabra dolorida, días de escena en noche de estrellas que
reflejan ríos guía en manantial de venas abiertas. Da escalofrío el feroz
deslumbramiento en que las democracias capitalistas están convirtiendo nuestras
vidas. Camisa de fuerza a redoble de un podrido sistema, presuntuoso y
esclavista hermetizando la política en heces de la economía imperial,
internacionalizando un sistema deforme, regido por técnicos y electos deformes,
pilares de la descomposición capitalista popularizando revueltas como si de
esperanza fueran a la fobia de escabechinas. Nos imponen héroes de guerra y
víctimas, en riego de golpes de estado y misiones de paz sujetas al tambor de
los exterminios como el holocausto en Iraq que encarnizadamente a diario hoy se
ceba sobre Palestina, sobre un objetivo anunciado desde hace decenas la
exterminación total de su pueblo para que el país quede en sus manos. Avanza
genocida la descomposición de los sentidos, deshumanizando la razón y todo
derecho sobre ella, sus súbditas democracias representan la gigante cloaca del
planeta, basadas en los rancios poderes en ética de alienación pregón único
como en el nazismo y encarnizado fascismo al apoyo de sus desgarros encañonados
al disparo.
Se trata
del neoliberalismo e imperialismo una ideología que politiza el dominio de la
opresión, dominio del miedo y del terror amparada por las democracias la
amenaza y suspensión de derechos, apostando por la economía del pánico
ensalzando la guerra en muerte de culturas. El sistema capitalista avanza
ramificando el despotismo sobre el siglo, obstruyendo todo concepto de
convivencia y respeto, globalizando la decadencia en ‘patrimonio de la
humanidad’ al saqueo de recursos. Democracias diseñadas, como caballo de Troya;
gineteros impulsando la farsa política en gusanera, prostituyen la palabra, la
destrucción de todo sentido y valor del sufragio universal, a favor de las
rancias castas con la OTAN en máscara de guerra a la espera. Imperio arrasando
la vida, política sobre la economía en bomba atómica, ideología de destrucción
al desequilibrio mundial. Una unión uniformada en traje civil y militar a la
ocupación del mundo, contra las grandes fábricas y talleres que bautizaron el
buzo o mono proletario como ropa de faena en jornadas de trabajo y producción,
no de muerte, no de guerra, no en manos de los dueños de la piratería al
reviente del derecho de independencia, ni de las ocupaciones que utilizan el
negocio del reparto de la hambruna aplaudiendo el éxodo como en Palestina. Con
una Unión Europea al abismo de sus garras haciendo saltar por los aires toda
verdad, sobre el tiempo implacable de generaciones enteras, rastreando su
demolición, apostando por el orden mundial, involucrando todo proceso surtidor
de adolescencia, de juventud y hasta de la propia infancia cegando su destello
a favor de los monstruos en cerebro visionario genocida, como futuro de
historia sus ciclos y desmanes en cerebro promotor de ideas tenebrosas. El
yanqui resuelve sus voraces desmanes en tabla de Moisés versión moderna, en
balas de acero, ha descubierto el nuevo eje del mal que su lupa evidencia,
entretejida a los hilos de la balanza que otorga sus matanzas, y por igual
ocupaciones que le sirven para la bendición de las riendas que sujetan los
pueblos en la deuda externa (eterna), fundamental para la perseverancia del
imperio de guerra de Norteamérica, dar con el mal que azota el mundo cegando la
balanza en la ira millonaria, inclinada a acusar a China la mala más mala del
mundo, tras ella los rusos, los iranies… adiestrando despliegue contra los
malos, según los buenos.
La patria
Sam presta a destruir el planeta inventa otro eje del mal que le mosquea mucho,
aunque menos preocupante que la mala más mala del mundo, se trata de Corea del
Norte, Yemen y Nicaragua entre otros que la CIA le sugiere a la lista de los
mandamientos. Los que menos dañan sus infrarrojos y detonadores del cinturón de
defensa son los del eje secundario, menos relevante de países que no están en
el eje principal peligroso. Según patria Sam, ni siquiera están en el que
consideran de carácter más elemental se refieren a los que no están ni con los
unos, ni con los otros, pero estar están, a los que ubican como durmiendo la
inocentada purgando sus culpas a la espera del despertar que les otorgará el
perdón, si aliñados a su bota militar cooperan en el divide y vencerás (Eje
imperial que rige la ley) a la diestra del padre de las tablas, que como al
genocida sionista les permite estar a la par, en el derecho de usurpar. Según
su gran descubrimiento encontramos que, el eje del mal mayor se haya a la
izquierda, ahí es que se encontraron algo despistados pues no pueden ser mas
malos que el malo de Fidel Castro, Mao y el demonio de Stalin a los que tanto
atacaron, posiblemente deslumbrados por el gran ojo de luz en relación a los
demonios del mal mayor. Analizado todo su material EEUU se dispone a lanzar su
alarma bélica más ostentosa, en dominio de gobiernos y medios informativos
doblegados a su geopolítica ideología, que ejercerán de forma más desbocada y
evolucionada a través de un dispositivo satélite a la luna, por donde agarrarán
los cables sueltos que solo el ojo del faro del Dios de la Nubes, puede
lograr, y así poder ajustar las riendas sueltas al planeta, pidiendo cuentas a
la rival China, que según ellos les roba protagonismo ejerciendo el espejo del
esperpento que les refleja y desnuda en cueros (¡el yanqui!) Solo impone Solo
mata Solo roba… como un eco sin interrupción. Y es que en esto de la religión
los yanquis son muy ortodoxos: »¡América es grande!», repiten cada vez que sus
tropas hacen una escabechina de las suyas contra los marcianos de los ejes del
mal que les crecen como hongos.
¡Lo dijo Monroe del país de los los bandidos: ¡América para los americanos!
Atacando a la Libia de 1801-1805 más conocida bajo el nombre de guerra bereber,
de cuando el Rey de Trípoli, y sus aliados de Túnez y de Argel declaran la
guerra a los Estados Unidos, que no querían pagar tasas por el paso de sus
embarcaciones, y así continúan como demonios del mal imponiendo la guerra. Las
mil guerras y desmanes como la Guerra Informática por el control total de
comunicaciones e intervención financiera de corporaciones buscadores y
servidores fuera de los Estados Unidos en promoción de hackeos y virus
informáticos por el control del espionaje a la amenaza el mundo: ESO ES EEUU. Cara
oculta en guerras y revueltas que evidencian democracias dementes y sangrientas
de un fanatismo y fascismo –consentido
por la mayoría de países europeos– »con derecho
a veto en la ONU» y con más de 800 bases militares a lo largo del mundo: ELLOS
SON. Los ladrones y asesinos más asesinos del siglo que se imponen hundirlo en
ríos de sangre. El imperio que más miente, saquea, distorsiona, roba y asesina
en total impunidad. A él se encuentra unida la Europa rastrera la grande y
libre (España) a la venta de de armas bajo control gringo.
En
contraposición de intereses vaya por delante la palabra en tribuna del
presidente sirio Bashar Assad: <<No fui yo el objetivo sino Siria. En
Libia, el objetivo no fue Gaddafi sino Libia. En Iraq, el objetivo no fue
Saddam Hussein sino el propio Iraq>>. Sépalo: En Venezuela el objetivo no
es Maduro tampoco, sino Venezuela. EEUU no da nada, solo pide (y roba).
Maité Campillo (actriz y directora d`
Teatro Indoamericano Hatuey)
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