SOLILOQUIO
JOSU AIZPURUA
Leo con interés el
post de Pablo sobre Garzón (el bueno) que como siempre le sirve para exponerse
y ratificarse en sus tremendas decisiones que nunca acierta a comprender que,
en un líder de la izquierda, no son “normales” y su peso es desproporcionado e
injusto por ser el canon de la masa social que busca en ellos la salvación.
Txomin Ziluaga, líder del noecomunismo vasco y líder de HB y HASI, modélico personaje que fumaba rubio y los domingos compraba un modesto kukurutxo de kiskillas en la esquina de su casa, en García Rivero, para su hija Haixea, era constantemente acusado de aburguesado y de consumidor de “marisco” por la derecha vasca y adjuntos. Pero no dijo nada ni intentó defender su rubio producto de su estancia en la cárcel hasta la amnistía del 77. Son maneras de ser y él era un espécimen brillante de la Causa Vasca.
Hay un error
reiterado, inasumido y contumaz por no aceptar que sus decisiones personales,
eran colectivas del votante de Podemos y la piscina ahogó la “santidad” del
líder para muchos adeptos que nunca entenderán esa lasitud de conciencia
revolucionaria y menos que se quiera quedar con la perra gorda.
El Mundo
Revolucionario antes de Pablo, tuvo grandes líderes, y ese conflicto entre vida
privada y pública movió montañas de debates y lo seguirá haciendo en un Mundo
en el que un despeinado con motosierra llega a Presidente. Son los tiempos del
desastre mediático, pero, no podemos caer en él y menos escudarnos en la
brillantez personal para caer en el culto a la personalidad ya superado hace
generaciones.
La mujer del Cesar
debe parecer juiciosa, aunque no lo sea.
Estando invitado a
conocer los sistemas socialistas, me llevaron a una Plaza que no recuerdo y donde
entre los limpiadores de su suelo estaba un señor con escoba que me dijeron que
era el antiguo Presidente Alexander Dubček. Pretendían darme un ejemplo de la
rectitud socialista y de la ortodoxia estalinista.
Todos los que nos
oponemos a La Casta, en cualquiera de sus facetas estamos sujetos a la venganza
de sus miembros en crueldad proporcional al Poder que posean. Nadie se libra de
ello. Solo la Victoria nos hará libres.
Pablo e Irene,
grandes iconos de la rebelión ante La Casta y su bodrio del Sistema78, deben
reinventarse, pero NO continuar luchando contra lo inevitable y en su derrota
cortar esperanzas de muchos que quieren ver en sus líderes grandiosidad, aunque
sea en su derrota. Honra sin barcos.
Hay un espacio grande y honroso de los que no se miden con los “triunfadores” del Sistema y viven a su margen con modos y valores diferentes y la esperanza de imponerlos por la Democracia y la evidencia, Ahí está vuestro sitio y si ladran, es que cabalgamos. A cabalgar hasta arrojarlos en el mar.
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