RETORNO DE LOS FACHOS
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
La indiferencia es feroz. Constituye el partido más activo, sin duda el más poderoso de todos. Para un sistema, la indiferencia general es una victoria mayor que la adhesión parcial, no se ignora que nos han declarado una guerra los enemigos de la libertad y la igualdad, de la solidaridad y la verdad como actos de vida… los neonazis en acto de instalar el adoctrinamiento, autoritario, represivo sobre los habitantes de la República Argentina.
En verdad, es la indiferencia la que permite la adhesión masiva a ciertos regímenes, las consecuencias son por todos conocidas. Pero, qué sucedió para que Argentina se debate nuevamente en esta instancia que tanto le ha cobrado en tiempo y vida a un pueblo, con buitres de la corporación mafiosa mediática que hora a hora difaman, mienten y dibujan la realidad distópica, que consideran inapropiado y confiscatorio que a los ricachones los inviten a efectuar donación solidaria, para minimizar el sufrimiento de los indigentes.
En todo el mundo se
ha logrado que se cobre ese impuesto a los más ricos. Los nombres de estas
mascotas son conocidos por todos/as, se los publicita hasta el hartazgo y sus
balbuceos penetran en millones de cabezas de ciudadanos apátridas, que
proyectan ausencia de criterio en estos alcahuetes, hijos de mediocres
informantes de segunda línea de fuego de la información fraguada; el periodismo
en su concepción original ha muerto sin dejar descendencia.
Gobernar contra el
sistema es imposible, dado que parte del propio sistema es el que financia el
fascismo instalado y en acto de delinquir contra las libertades individuales,
imponiendo de modo dictatorial aberraciones que no concebíamos hayan retornado.
América Latina es
la región más desigual en el planeta, donde es impracticable vivir hoy: espacio
de minorías, ignorantes “ultraricas”, que cuentan como único patrimonio,
fortunas pornográficas, hoy en el podio de los ganadores de la estafa,
consagrada por la tan mentada “macrisis”. Se torna fundamental ocultar las
verdaderas razones del descontento social y hacer creer a las víctimas del
sistema que los verdaderos agresores son otras víctimas.
La indiferencia
casi siempre es mayoritaria y desenfrenada. Esta indiferencia,
desentendimiento, falta de observación, fueron obtenidos sin duda mediante
estrategias sigilosas, obstinadas, que introdujeron lentamente sus caballos de
Troya y supieron sustentarse tan bien sobre aquello que propagaban -la falta de
vigilancia- que fueron y siguen siendo imperceptibles, y por ello tanto más
eficaces.
El desapego y la
desidia se han impuesto a tal punto que, si hoy nos proponemos como hecho
excepcional frenar tal o cual proceso político o social, tal o cual acto de
piratería “políticamente correcto”, descubrimos que los proyectos que
pretendemos combatir ya fueron larga y minuciosamente preparados en las alturas
mientras dormíamos, y que están sólidamente inscritos conforme a los principios
en vigencia. Por consiguiente, parecen arreglados, ineluctables, incluso ya
instaurados en los hechos.
En el instante
preciso en que la alternativa socialista desapareció del escenario político, la
política perdió credibilidad como ejercicio de convicciones. Ese momento
coincidió con el fortalecimiento del neoliberalismo como nueva versión del
capitalismo.
Deseo de inmediato
manifestar mi rechazo y denuncia a la ministra de Educación de la Ciudad de
Buenos Aires, Soledad Acuña, formada en Deutsche Schule del nazi criminal Erich
Priebke de Bariloche. Ministra que en días pasados se dignó a insultar, difamar
y miserablemente denostar a nuestros docentes, por “fracasados”, “pobres” y
“adultos mayores”, y nadie le ha exigido la renuncia, incluyo a funcionarios
del gobierno de Fernández. ¿Qué ha ocurrido?, ¿Nadie defiende a nuestros
docentes y a la institucionalidad?, inadmisible, imperdonable.
Tendrá conocimiento
esta ministra “pret a porter”, aplaudida por jefes de Cambiemos, que Paulo
Freire, docente sobresaliente, ha nacido al igual que Domingo Faustino
Sarmiento en un hogar pobre. Los nombres de grandes docentes del mundo, por
vocación y no por oportunismo ni prácticas clandestinas de enriquecimiento
ilícito, se abrazaron a educar, instruir a nuestros hijos/as, tarea formidable
y sensible.
Acuña, ha ascendido
un umbral más en su camino hacia la política filo-nazi de la banda PRO,
seguramente te aguarda una banca de ‘reina del carnaval offshore”. El
ultraneoliberalismo, tendencia criminal, una de las más antisociales de la
historia del capitalismo, provocó la destrucción de las políticas de protección
social y de las clases medias donde existían, la creciente concentración de la
riqueza y la aceleración de la crisis ecológica: caldo de cultivo para la
cultura de la polarización. Hoy, la polarización potencia y refuerza a la ultraderecha,
la pasada polarización de izquierda y derecha ya es historia.
El fascismo es
financiado en su afán de dominación del mundo por el 1 por ciento acumulador de
todas las riquezas, las multinacionales apuntaladas y socias de las
corporaciones económico mediáticas, que lograrán no modificar rumbos, de
simulación en simulacro infiltrando la idea de que el fascismo llegó
democráticamente al gobierno de naciones huérfanas de espejos.
Cuando intervenimos
(o creemos intervenir), todo está instalado desde hace tiempo. Se ha evacuado
de antemano el sentido mismo de la protesta. Más que encontrarnos ante un hecho
consumado, estamos encerrados en él.
Las consignas de
las dictaduras también se reciclan, sobre todo porque con el tiempo estas se
fueron legitimando y el reciclaje es integral, aplicándose a las prácticas de
vidas ficcionales de millones de habitantes del mundo. En Argentina se replican
por miles en marchas de tinte totalitario, donde nada es lo que parece. Para el
fascismo la mentira es tan verdadera como la verdad, cuanto más dramático sea
el contraste de la invención con la realidad, tanto mejor.
El régimen
dominante impone un dictado: “No hay alternativa a la economía de mercado”,
frase débil en sentido, carente de fundamento, absurda, discurso netamente
totalitario, que define el espacio en el cual nos encontramos encerrados en el
mercadeo de productos derivados de otros productos derivados de flujos
financieros que imponen las reglas de juego de un sistema que deberíamos
rechazar. ¿De qué modo?, hoy, sin rebelarse, pues es suicida, simplemente
sacudiéndose la carcasa de propaganda ultraneoliberal, apartando pacientemente
los interrogantes falsos que tapan los reales y verdaderos problemas que nos
acucian.
Este genocidio que
se lleva a cabo a la luz del sol, es atribuido a las “crisis” temporarias,
provocadas por la pandemia del Covid-19, devenidas en instalar la nueva
civilización, en la que sólo un porcentaje muy pequeño de los habitantes del
planeta, tendrá funciones a realizar, en nombre de la sacrosanta especulación,
por el bien del mercado.
No aprecio las
promesas sobre un porvenir venturoso, me resultan ofensivas y demasiado
estúpidas, en este juego de vida-sobrevida... Las frases grandilocuentes de
esperanza lanzadas por gobernantes “dormidos”, sólo me inspiran náuseas y
despiertan en mi ser un descomunal rechazo a todo lo que no acontece
aquí-ahora.
Ya he aprendido
según transcurrieron en el descuento de los años de mi vida, creo así la
denominamos, los magros presupuestos con que la comunidad cuenta, para dar el
empujón al abismo del “nunca jamás”, a todos los delegados de la farsa y el
espectáculo mediático pestilente, donde caerían por ley de gravedad y levedad,
sin remedio y de manera higiénica y clara, estos enviados de la farándula,
(fundamental aliada del cabaret nazi) y del filo-nazismo en acto de ser
tendencia para las hordas de descerebrados fascistas, que en Argentina sentaron
reales, en diversas funciones del establishment.
(*) Filósofo y
poeta
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