domingo, 9 de diciembre de 2018

PALABRAS DE PRESENTACION DE “NOSTALGIA DEL OLVIDO”DE MANUEL DIAZ GARCIA


PALABRAS DE PRESENTACION DE “NOSTALGIA DEL OLVIDO”DE MANUEL DIAZ GARCIA
JUAN FRANCISCO SANTANA DOMÍNGUEZ
Conocí a Manuel siendo un reconocido empresario de la panadería, oficio que le viene en los genes, que hacía poemas y que recitaba de manera muy personal. El roce dicen que hace el cariño, siempre lo hemos oído y fue así como hemos llegado a este hoy, día 7 de diciembre de 2018, fecha en la que Manuel Díaz García sigue siendo aquel empresario pero presentándosenos como un poeta maduro que va haciendo realidad algunos de sus sueños, los de aquellos momentos en los que nos encontramos por primera vez y es que en este caso los sueños no sólo se quedaron en sueños sino que los ha hecho realidad porque como podemos leer en Las Mil y Una Noches ¡La rosa de la dicha no florece en el sueño! ¡No dejes pasar sin quemarlos los instantes de esta vida! ¡Siglos tendrás para dormir! Manuel lo ha tenido muy claro pues ha vencido, en días, semanas, meses y años, al sueño y ha aprovechado la intensidad de la luz que le ha iluminado.
Nos decía José Luis Sampedro que “quien lee, no hace algo, se hace alguien” y es lo que, en gran medida, ha hecho que Manuel Díaz García, en un deseo de formación inconmensurable ha logrado ir superándose y llegar a lo que hoy es, un poeta capaz de escribir una obra de la calidad de Nostalgia del olvido, su ópera prima, un poemario a tener muy en cuenta.
Ha sido el ser humano constante, el compañero de proyectos, el amigo que se preocupa por mejorar, al que he visto, día sí y el siguiente también, superarse, con lecturas que ha elegido y le han llevado a ir, con el paso de los años, de la mano de la Superación, siéndole fiel y saciándose de sus beneficios y, lo que es aún más importante, ser capaz de transmitirlo a los demás con su personal toque, porque, entre otras razones, “Los libros hacen libre al que los quiere bien.” como nos decía el escritor del Siglo de Oro Vicente Espinel y Manuel está enamorado de sus libros por el mucho bien que le han aportado.
He de volver a la amistad, algo que hemos compartido desde hace muchos años, desde el momento en que nos conocimos en un grupo poético, el primero que compartimos, para más tarde ponernos de acuerdo y entrar a formar parte de otro colectivo, Palabra y Verso, y al que seguimos unidos actualmente porque parece que hubiéramos leído y compartido, que no ha sido así, lo que el escritor escocés del siglo XVIII James Boswell dejara escrito en su Life of Johnson: “Ninguna cualidad procurará a un ser humano más amigos que la buena disposición para admirar las cualidades de los demás.”
Ya el Premio Canarias de Literatura 2018, Ángel Sánchez, nos ha introducido, con su prólogo, en la Nostalgia del Olvido pero he querido, tomando como base el encargo de sinopsis que Manuel me pidió que hiciera a esta obra para elaborar estas palabras que estoy compartiendo con todos los asistentes a este evento. Como su título indica, esta obra compuesta de cien poemas y caligramas, es un continuo lamento, una añoranza; la magua del canario, en suma, la nostalgia de perder valores como la amistad, las tradiciones, la memoria histórica, la lengua que fue patrimonio ancestral de los canarios, el amazigh; también es el dolor que nos aprieta y nos ahoga a través de un continuo y reivindicado recuerdo.
Estás ante un poemario maduro, diferente a lo que su autor ha hecho hasta ahora, atrevido y valiente y, por ende, altamente comprometido. Es un mensaje duro que invita a la reflexión profunda y es por ello que nos encontramos ante una obra compleja y de lectura no fácil, una invitación a valorar la canariedad y un canto por recuperar la dignidad que produce el encontrarnos con un otrora que muchos, apenas o nada, tienen presente y, es por ello que se demanda que el encuentro entre el ayer y el hoy es una necesidad acuciante, deseando que el Olvido se pierda para siempre en ese mar de dudas a que nos tiene acostumbrados. El poeta Robert Penn Warren nos lo dejó muy claro cuando escribía ” En el fondo, un poema no es algo que se ve, sino la luz que nos permite ver. Y lo que vemos es la vida".
Su vida laboral, tan sacrificada, y tan llena de ausencias de momentos que ha querido compartir con otros y no ha podido. Como me decían en casa, de niño, el panadero es el oficio más sacrificado y no se equivocaban porque mientras los demás descansan los panaderos están activos para que al resto no les falte el pan del desayuno y el de todo el día pero Manuel no se queda ahí sino que es capaz de recorrer el bello y enriquecedor entorno en el que vive, que le ha supuesto ese amor al pasado y a las tradiciones, y escribir, actividad que le apasiona y que le dará el lugar que se merece en su municipio, Gáldar, y es que como dejó escrito Horacio “El placer que acompaña el trabajo pone en olvido la fatiga”. Manuel ha superado la fatiga y ha demostrado que las dificultades que conllevan sus actividades profesionales se pueden vencer y él las ha vencido con creces y fruto de ello es este excepcional trabajo, que he tenido la suerte de disfrutar desde el momento en que se inició, escuchando, a través del teléfono, sus cien poemas y caligramas y, con posterioridad, leyéndolos, una vez los había ordenado. Gracias por permitirme compartir la satisfacción del trabajo bien hecho, constante y de superación, siendo un modelo a seguir para cualquiera que te lea y te conozca.
                                                 
                                                                           Juan Francisco Santana Domínguez

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