sábado, 29 de diciembre de 2018

SOPA JOUMOU


SOPA JOUMOU
JM AIZPURUA
No crean que: “ya está el vasco con sus cosas”. No. El día 1, yo, como la sopa de calabaza “soup joumou” en solidaridad con mi familia haitiana que, como todos los haitianos, hacen lo mismo desde que se libraron de la colonización francesa, y recuerdan con ello que ya nunca volverán a ser esclavos.
Los amos blancos no les dejaban comer “joumou” que era un manjar de blanco, aunque lo cocinara una negra. Crueldad pura y dura. Y hoy la siguen sufriendo, aunque ya no son esclavos, pero tampoco tienen la Libertad con la que soñó Toussaint contra Napoleón cuando con su victoria en 1804 formó el primer Estado negro que nunca perdió el rencor del hombre blanco, y hoy lo sigue pagando.
Esta sopa el día 1 es un símbolo de la Libertad para los haitianos.
Y aquí en las islas, cada uno come lo que puede, pero no olvidemos que muchos comen menos de lo que desean y algunos lo hacen de caridad. Pero tenemos Libertad, y Constitución, y hasta un Rey, un poco soso, pero rey al fin y al cabo. ¿De qué nos quejamos?
Pues de que tras más de 5 siglos de colonización castellana nuestro destino sigue siendo la emigración o si dejan sitio aquí; de Kelly o de camareros.
Para estar así; mejor estábamos libres y asociados a la UE que sería más generosa y rumbosa que estos godos madrileños que ni nos ponen puertos, ni aeropuertos para competir por el turismo, y nuestras carreteras son las de ellos hace cien años. ¡Que no hay curro en nuestra tierra!
Y ahora nos dice el nuevo Estatuto que tenemos agua para hacer más bulto y ser más grandes. ¿Nos darán mas € para alimentar a los peces? No lo creo; estos no dan ni la hora, que por si acaso es una menos.
Oigan; y aún así nos gusta, queremos esta tierra canaria.
Y hay que trabajar más por ella para dejar un hueco mejor a los que vienen; si mal lo tiene España peor lo tendremos nosotros si no nos espabilamos. Oírnos todos y luego seguir el mejor camino; esa será la mejor fórmula. Gritando fuerte para que nos oigan en la Península y entiendan que somos distintos, isleños, ultraperiféricos, macaronésicos, con necesidades más parecidas a Cabo Verde o Madeira que a Burgos. No es “nacionalismo”: es geografía.
El bobo-sucursalismo no nos sirve para nada; es una fórmula errada y quizás herrada. El españolismo de un canario debe partir del amor a su tierra, canariedad, que le debe impedir secundar el colonialismo actual, españolista y unionista, inválido para el resurgir de su gente. Con los que defienden el camino independiente para Canarias, deben hacer un consenso de camino juntos hasta que llegue el momento de la separación que aún está muy lejos. Obsesionados y tapando el camino de los que aman demasiado a su patria, malogran el porvenir de las islas.
Y los que hartos de falacias se han refugiado en su independentismo, deben abrirse a los vascos, catalanes y gallegos, para juntos romper el guion godo, históricamente perdedor, para que las nuevas ideas de un Estado plurinacional y más justo con Canarias penetren al fin en las mentes de los líderes sociales peninsulares.
A mí, la soup joumou del día 1 me sabe a todas estas cosas.

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