lunes, 10 de diciembre de 2018

GEZURRA


GEZURRA
JM AIZPURUA
Hace días, el Lendakari Urkullu realizó un manifiesto que hiere profundamente el sentimiento nacional vasco-navarro y lo desenmascara como un agente consolidador del Régimen del 78. Las naciones reprimidas por el Estado (Galicia, Euzkadi, Catalunya) y mi querida colonia Canaria, son ofendidas por el mensaje subliminal que sus palabras contienen de mentira, prepotencia carca, y liquidacionismo del sentimiento nacional que muchos ciudadanos del Estado español conservamos por nuestras respectivas naciones, diferentes a la nación castellana-españolista supremacista durante siglos.
En esencia, usted comienza alegando el respaldo “unánime” de los vascos al Concierto Económico; y eso es simplemente mentira. Y continúa afirmando que “ustedes” lo consideran el “modelo” de relaciones futuras de “Euskadi” y el “Estado”. Y termina diciendo que “dado que Cataluña y Euskadi son dos comunidades especiales”: exigen un tratamiento diferenciado.
¡Qué horror!
¿No se le cae la cara de vergüenza por proclamar ese servilismo españolista cuando nuestros convecinos catalanes mantienen una huelga de hambre por conservar su dignidad nacional?
¿Comunidades especiales? ¿Y que son las demás? ¿Comunidades ordinarias? ¿Basurilla provincial?
Amigos canarios, gallegos, andaluces, astures y leoneses, revillistas seguro indignados, y resto peninsular, perdonen ustedes la malicia de este destructor de la solidaridad internacionalista, infiltrado en una sigla que dio luz y existencia a Euzkadi, el proyecto que los hermanos Arana idearon para la histórica Euskal Herria, la que un día fue grande en el Reino de Pamplona, hasta que la codicia de los reyes castellanos la quebraron para romper su territorio, comprando a los notables vascongados y arrasando el resto de Navarra.
Los Fueros, que significan privilegio, fueron el pago a los que se dejaron dominar por Castilla y el Concierto es una reliquia de aquellos tiempos antidemocráticos y feudales. Es la farsa bizkaitarra para asumir la españolidad, pero con un aire de superioridad.
Su “Euskadi” no es la Euzkadi sabiniana que lucho contra el fascismo; solo son las vascongadas franquistas adaptadas al Régimen del 78.
Si “idea” de ser vasco-españoles de primera, privilegiados forales, es y será siempre inasumible para el resto de los ciudadanos peninsulares y desde Canarias será vista como una ofensa para la nación que, arrasada a sangre y fuego por el imperialismo castellano-españolista, tiene hoy la mayor deuda histórica de genocidio cultural e infradesarrollo.
Deje de hablar en ese plural mayestático, pues somos muchos, y espero que más, los que conocemos nuestra historia y su trayectoria.

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