domingo, 16 de diciembre de 2018

CELEBRACIÓN DEL “CARETAJE”


CELEBRACIÓN DEL “CARETAJE”
EDUARDO SANGUINETTI,
 FILÓSOFO
Se cumplen tres años del gobierno PRO, con Mauricio Macri como presidente de la República Argentina en función, ocupando un sitial de honor para el cual, según el parecer de innumerables especialistas en política del planeta, no estaba capacitado, ni en bagaje de idoneidad-conocimiento-responsabilidad, ni en la sensibilidad que lo haría sentir y pensar al pueblo, a quien se debe por entero, en acto de administrar una nación.

He anticipado desde mi exilio interior poético y patético la desmesura, la exclusión y el sojuzgamiento que soportaría el pueblo argentino, expuesto a los caprichos y patologías del gobierno de Macri… lo he dejado plasmado en editoriales publicados en este medio plural por excelencia, desde el inicio del gobierno “tilingo” PRO. Es mi deseo dejarlo muy bien aclarado para los desprevenidos que abundan… Imposible no anticiparse a la caída anunciada, en degradación, ignorancia y miedo, que han tomado por entero a la comunidad argentina. Y lo peor no ha acontecido aún, que persista la memoria, no olviden que los caníbales no tienen cementerios.

En estos tres años de soportar mentiras, fraudes, represión (latiguillo de la campaña para las elecciones de 2019), ignorancia y total ausencia de conocimiento sobre las prisas de una comunidad mansa, no quedan dudas de que los especialistas en política del mundo, no se han equivocado… sólo me remitiré a la acuñada frase de campaña electoral de Macri de 2015: “Pobreza 0”, devenida en el peor humor noir de un presidente blindado, ignorante y mitómano… millones de niños en estado de pobreza, denunciado por la Unicef, bastan para denunciar la “gran mentira”.

Sin el pueblo paciente y temeroso, por cierto, que le ha concedido el voto, Macri no sería nada más que un “vago” recuerdo… La voz de un pueblo ignorante de sus derechos y garantías, como el argentino, debería ser escuchada por Macri y el “caretaje tilingo” que lo acompaña, incluidos quienes hoy parecen ser disidentes al régimen, no como algo lejano e intangible, sino como la voz que clama en silencio y miedo, una vida en alegría y libertad, pero sin jugarse por una democracia real y concreta.

Hoy, el pueblo en estado de desamparo, explotado, sin empleo, con hambre, en estado de indigencia, no es oído ni tenido en cuenta, como queda demostrado en el día, por el penoso transitar de millones de ciudadanos, indigentes y reprimidos, intentando hacer valer sus derechos constitucionales, hoy en jaque… solo el imaginario popular, un relato casi imaginario, para este presidente, tan limitado en su hacer y tan funcional a los intereses de los ricachones parásitos… conforma el guión de un filme de “terror” que se está produciendo, del cual somos actores y espectadores. El miedo que ha caído como una red sobre Argentina, elimina la libertad de sentir, pensar y actuar; quien vive con miedo es un esclavo, un ser sin pulsión de vida.

“Argentina hoy llora con miedo”, por una historia perdida, en su carácter de ciencia objetiva, comprobable, para adquirir el carácter de discurso: un nuevo tipo de relato cercano a la escritura de ficciones, aplicable a las oportunistas informaciones del aparato de medios, que opera dibujando una realidad inversa, en la voz de rentados informantes de realidades obtusas, fabulando lo que jamás ha tenido sitio ni espacio y blindando, silenciando, los desaciertos cotidianos de Mauricio Macri y su Corte de los “milagros medio pelo”… Todo pintado de amarillo, el color del PRO, en Occidente asociado a la desvalorización y perturbación, amarillo asociado al color de la bilis y la ictericia, lo que representa desenfreno, la mentira, la traición y el desorden para Oriente.

Tendrá alguna idea este presidente, que, el núcleo sustancial y esencial del “drama argentino”, es construir desde la educación una cultura de excelencia, desde la universidad, los colegios públicos y centros culturales, reflejados en un profesorado que garantice idoneidad, capacidad y rigurosidad, ante la emergencia del instante, a un estudiantado dinámico y con ánimos de sentar las bases de una política de autodeterminación y emancipación cultural.

Se trata entonces, de preparar nuestras mentes para el combate vital por la lucidez, sin los inútiles candidatos de siempre y eso significa que hay que estar siempre buscando cómo conocer el propio acto de conocer, haciendo de lado privilegios que reciben legisladores incapaces, bien rentados, que ya no se representan ni a sí mismos, en nombre de la democracia y el orden vetusto, que ya no tiene espacio para quienes somos herederos legítimos de una tradición, donde el conocimiento implica responsabilidad y el pensamiento tenga un sitio de honor en la vida de nuestra comunidad.

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