NEONAZIS FORMANDO A POLICÍAS
DIARIO RED
En un país medio normal, Desokupa sería ilegal y el Ministerio del Interior se tomaría en serio la tenebrosa deriva que se está produciendo en una parte de las FCSE
El mismo día en el que las redes sociales se llenan de vídeos de comandos neonazis agrediendo a cualquier persona no blanca que se cruzan por la calle en Reino Unido, destrozando sus negocios o incendiando un hotel lleno de refugiados, en España, uno de los principales sindicatos de la policía, el SUP, anunciaba orgulloso la firma de un convenio con Desokupa para que los escuadristas dirigidos por Daniel Esteve den cursos de formación a aproximadamente 30.000 agentes.
La
secretaria general del Sindicato Unificado de Policía, Mónica Gracia —a la que fuentes de las fuerzas de seguridad describen como “del PP
de carnet” y que, en 2019, protagonizó una importante polémica al asistir a la
manifestación ultraderechista de la Plaza de Colón— afirmaba en un vídeo
publicado en la cuenta oficial del sindicato que “es un honor” firmar dicho
convenio mientras recibía una camiseta de Desokupa de la mano de Esteve. Más
adelante en el mismo vídeo calificaba la firma como un “momento histórico”.
Es
pertinente recordar que Desokupa es una organización empresarial —y
posiblemente criminal— cuyo modelo de negocio principal consiste en enviar
a sicarios hípermusculados a viviendas particulares para intentar desalojar de
forma violenta e ilegal a familias que la extrema derecha describe como
‘okupas’ pero que, en realidad, no están cometiendo ningún delito —si
lo estuvieran cometiendo, no haría falta contratar a sicarios privados— y, de
hecho, la mayor parte de las veces se encuentran en situación de vulnerabilidad
social sin alternativa habitacional. Para ejercer esta violencia y como se ha
documentado de forma abundante, Desokupa no tiene ningún reparo en contar con
conocidos neonazis, muchos de ellos con antecedentes penales.
Que,
conociendo estos hechos, el SUP haya decidido contratar los servicios de Daniel
Esteve no solamente es gravísimo sino que, además, es aterrador. En una democracia digna de ese nombre, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado tienen como su principal función la de proteger a la ciudadanía y
garantizar el cumplimiento de sus derechos básicos. Justo lo contrario que
promueve la ultraderecha violenta. Que 30.000 agentes vayan a ser formados por
neonazis que defienden y ejercen la aplicación de la violencia contra las
personas pobres o racializadas como una forma de hacer negocio lanza un mensaje
de auténtico miedo y amenaza a millones de vecinos y vecinas en nuestro país.
El
anuncio hecho por el SUP y Desokupa es un preocupante paso más en la
penetración de la extrema derecha en la Policía, esta vez de una forma
tan explícita como que vamos a ver a sicarios con esvásticas tatuadas en el
cuello impartiendo cursos de formación a agentes uniformados. En un país
medio normal, Desokupa sería ilegal y el Ministerio del Interior se tomaría en
serio la tenebrosa deriva que se está produciendo en una parte de las FCSE. En
España, sin embargo, el PP pacta con el brazo parlamentario de los fascistas y
el PSOE solamente habla de frenar a la extrema derecha en campaña electoral.
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