CUARTELES DE INVIERNO
Matías Baglietto / Europa Press / ContactoPhoto
A diferencia de las muestras de cariño que se propiciaban en el pasado, el último encuentro entre Javier Milei y Victoria Villarruel se limitó a tan solo un beso de cortesía, gélido como el entorno, pétreo como los rostros conservadores de siempre
En Buenos Aires este domingo hacía mucho frío, pero no solo por una cuestión meramente climatológica. Pareciera ser que, entre los dos representantes de la ultraderecha argentina, también se ha desatado un crudo invierno. También produce un escalofrío demoledor haber visto a los máximos responsables políticos de Argentina junto a la élite del campo, vinculada estrechamente a los planes económicos más siniestros y excluyentes de la historia reciente del país.
Se trata
del presidente del gobierno Javier Milei y la vicepresidenta Victoria
Villarruel, quien este domingo se encontraron en el acto de cierre de la 136ª
Edición de la Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional
conocida como Expo Rural, organizado por la Sociedad Rural Argentina, institución
vinculada al pasado terrorismo de Estado.
Aquí
algunas claves y memoria para explicar el cambalache invernal a raíz de una
noticia que, a priori, puede resultar frívola, pero que en realidad se trata de
dos miembros de la internacional reaccionaria a los que solo les distancia una
foto, un beso.
El lugar del encuentro y el papel de la SRA
(Sociedad Rural Argentina) durante la última dictadura cívico-militar
La Sociedad Rural Argentina (SRA)
tuvo un papel significativo durante la dictadura militar en Argentina. El 24 de marzo de 1977, la élite ganadera saludó el primer aniversario
del régimen de facto con una solicitada que celebraba el golpe de estado. En
este texto, la institución expresó su apoyo al gobierno de la Junta Militar
encabezada por Jorge Rafael Videla, describiendo el golpe como un acto de
“patriótico empeño” para evitar la “desarticulación total” del país.
La Sociedad, que alberga a las grandes familias patricias
de la Argentina, ha tenido un importante
papel político y económico en la historia reciente argentina, agrupando a
grandes propietarios de tierras y teniendo influencia en diversos periodos
gubernamentales, incluido el actual. Durante el llamado “proceso de reorganización
nacional”, mantuvo muy buenas relaciones con el régimen de la junta militar de
Videla, Massera y Agosti, lo cual es un reflejo de su postura política en aquel
entonces y en este periodo, también, jugando siempre un protagonismo
político-económico y sin ocultar su marcada ideología oligárquica.
Desde
diferentes organismos vinculados a los derechos humanos, siempre se ha
desarrollado la hipótesis de que la Sociedad Rural contribuyó a crear un clima
destituyente antes del golpe de estado de 1976, actuando como promotora del
mismo y constituyendo un eje de legitimación de la interrupción del orden
político.
Por
último, hay que destacar que quien fuera ministro de economía en la dictadura
sangrienta de Videla, José Alfredo Martínez de Hoz, es familiar directo de
uno de los fundadores de la Sociedad Rural. Su plan económico, ha sido citado
en muchas ocasiones por Javier Milei.
Reuniones con Videla
En un
ejercicio de verdad, memoria y justicia, hay que recordar que Victoria
Villarruel visitó al dictador Jorge Rafael Videla en la cárcel como parte de
una “investigación” para sus libros, sin olvidar el juramento en la toma de
posesión de su cargo como vicepresidenta: “Por las víctimas del terrorismo, sí,
juro”, dijo la número dos del ejecutivo, nacida en una familia militar un año
antes del último golpe de Estado.
Nieta,
hija y sobrina de integrantes de las Fuerzas Armadas de Argentina, su trampolín
a la política fue la reivindicación de las víctimas de los ataques realizados
por las guerrillas en los años setenta a través de su agrupación, el Centro de
Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) y lo que
autodomina como “memoria completa”.
Milei y Villarruel en casa de la oligarquía
Este
domingo, el anarcocapitalista y libertario de la motosierra hacía su entrada en
el predio de La Rural en un vehículo descubierto desde el que pudo saludar al
público y a las autoridades oligárquicas, y en el que fue vitoreado por los
asistentes al acto que le animaban con el ya instaurado slogan "viva
la libertad, carajo", sintiéndose como en casa. Por otra parte,
la vicepresidenta ya se encontraba en el palco principal rodeada de varios
miembros del Ejecutivo y directivos de La Rural que -hay que hacer hincapié y
seguir remarcando- que se trata de una de las mayores patronales agrarias
del país y con una marcada influencia político-económica en los destinos de
Argentina.
Un beso distante, frío
A
diferencia de las muestras de cariño que se propiciaban en el pasado, este
domingo el encuentro se limitó a tan solo un beso de cortesía, gélido como el
entorno y los rostros conservadores de siempre, diferenciándose de los que
ese mismo día Javier Milei había manifestado con el Ministro de Defensa,
Luis Petri.
Tampoco
se les pudo ver juntos en la fotografía oficial, ya que entre ambos se
situaron autoridades de la Rural, por lo que la esperada imagen de
'reconciliación' no se produjo.
Tensión diplomática, interna y futbolera
Las
diferencias entre Milei y Villarruel se profundizaron luego de que la vice
compartiera una controvertida publicación en sus redes sociales. A través de X,
Victoria Villarruel defendió a la Selección argentina de futbol por unos cantos
racistas. «Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de
cancha ni por decir verdades que no quieren admitir», dijo la vice argentina.
Los días
y semanas siguientes, distintos funcionarios y miembros del gobierno salieron a
hacer control de daños con los representantes franceses en el país y con el
mismo Macron.
A raíz de
las discrepancias de opinión sobre los festejos de la selección argentina de
fútbol tras conquistar el título de Copa América, cabe recordar el marco de una
polémica por un vídeo de los jugadores de la selección festejando su victoria
en la última Copa América en los que se pudieron escuchar no solo cantos
racistas como apuntaba antes, sino homófobos, impresentables.
Villarruel
no solo se posicionó a favor del equipo de fútbol, sino que tachó a Francia de
colonialista e hipócrita.
Al día
siguiente, la secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario,
Karina Milei, se reunió con el embajador de Francia en Buenos Aires para, según
detalló el Gobierno "explicar que el desafortunado comentario ocurrido en
las redes sociales” esgrimiendo que “fue a título personal y que no
era la posición del Gobierno". Por lo tanto, el posteo de Villarruel se
coló en la relación bilateral y fue el tema central que el Gobierno se encargó
de comunicar desde la Casa Rosada.
Por otra
parte, Manuel Adorni, portavoz presidencial, no negó que existe un “desacuerdo
entre Milei y Villarruel en torno a lo sucedido, pero el episodio generó mucho
más ruido de lo que debería haber generado”, reconociendo que tanto Javier
Milei, como Victoria Villarruel, no “hablaron en el último tiempo”.
Viaje a Francia
La
estadía de Milei en Francia esta última semana incluyó un encuentro con
empresarios galos en la embajada Argentina, la participación en la recepción de
gala que Macron ofreció a los jefes de Estado y luego presenció junto a su
hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, la inauguración
de los Juegos Olímpicos. De la comitiva presidencial en París solo
formaron parte –además de su hermana y funcionaria– el embajador
argentino en Francia, Ian Sielecki y su par en Estados Unidos, el empresario
Gerardo Werthein. Una vez más, la Canciller Diana Mondino no fue parte de la
delegación oficial.
Emmanuel
Macron no se ha quedado atrás de la “polémica”, ni de la interna, en este
último encuentro el mandatario francés se tomó un momento para agradecerle a
Karina Milei sus palabras debido a los cánticos deportivos.
Antecedentes
Tal y
como ocurriera en el gobierno anterior con Alberto Fernández y Cristina
Fernández que apenas se dejaban ver juntos, Milei y su número dos siguen
protagonizando encontronazos que se intensifican en el último tiempo dadas las
permanentes manifestaciones de Villarruel en redes, que son tildadas de “poco
felices” y completamente desautorizadas por la presidencia.
La
libertad “avanza”, el frío y las pullitas, también.
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