PRIMARK O LA MISERIA DE UN PUEBLO ???
ELOY CUADRA
En
mi último texto reflexionaba yo sobre algunos aspectos de la realidad Canaria,
con la duda en torno al sentido de las luchas sociales de telón de fondo, y sin
saberlo, aún me faltaba por ver un capítulo más de esta triste realidad isleña.
El que me hace ver la anomia colectiva que debe reinar en un pueblo, que
abarrota un centro comercial el día que inauguran una tienda de ropa, con colas
interminables dando la vuelta a la plaza, y a duras penas consigue llevar a 50
personas para impedir un desahucio, de una buena familia que no pudo seguir
pagando a los usureros de traje y corbata, y nos están robando hasta decir
basta y aquí no se mueve nadie. Lo de las colas interminables fue noticia de
portada, este viernes en varios medio de comunicación: abrían una franquicia
irlandesa de ropa, dicen que muy barata, en un conocido centro comercial de la
capital tinerfeña.
Sin
duda desalentador, y no es que yo esté contra la venta de ropa o la moda en el
vestir, ni contra las oportunidades, ¿pero es que acaso se acaba la ropa el
primer día?, ¿no hay más tiendas de ropa barata en Tenerife?, ¿o es que estaban
desnudos o muy faltos de camisetas y demás vestimenta y no podían esperar a
otro día? No digo ya que se hagan algún tipo de cuestionamiento moral sobre
esta franquicia, a la que hace unos meses se le derrumbó un edificio que usaban
como fábrica en Bangladesh y murieron más de 1000 personas. ¿En Bangladesh? Ya
imagino las condiciones laborales, así esos precios.
Tampoco
se pregunta nadie el daño que podrá hacer una cadena de ropa tan barata y tan
grande a los comerciantes medianos y pequeños del centro de la ciudad, los que
en verdad aseguran trabajo mínimamente digno. Pero claro, pedirle este tipo de
compromiso ético al pueblo canario es pedir demasiado, sobre todo cuando
nuestros gobernantes son los primeros que no lo muestran por ningún lado. A
todo esto yo me pregunto: ¿sabrán el significado de la palabra ética? Me da que
aquí se piensa mayoritariamente con la barriga, instintos primarios, o como
dijo Fromm hace casi 50 años del ser humano, y qué poco hemos evolucionado: “el
eterno consumidor: se embute bebida, comida, tabaco, turismo, conferencias,
libros, películas…, todo lo consume, todo lo traga. El mundo es para él un
enorme objeto para satisfacer sus apetitos: una botella grande, una manzana
grande, una teta grande (…) Y el hombre ha llegado a ser el gran lactante,
siempre a la espera de algo y siempre decepcionado”.
O
será que con tanto paro y a falta de nada mejor que hacer al menos se lo pasan
bien. Carpe Diem creo que se llamaba, disfruta el momento. Disfruta el momento
sí, está muy bien acampar en la puerta de una taquilla dos días antes para
pillar una entrada de la final de murgas, pero como te vaya mal la cosa
prepárate porque pocos se van a acordar de ti. Me viene ahora a la mente lo que
pasó hace algunos meses cuando La Caixa cambió el sistema de los cajeros
automáticos de Cajacanarias en Tenerife por aquello de la absorción bancaria. Muchos
cajeros de la ciudad estuvieron una noche entera echando dinero a mansalva, sin
necesidad de que hubiera fondos en las cuentas. La gente iba de cajero en
cajero sacando billetes guardando unas colas parecidas a la de la tienda de
marras. ¿Acaso no sabían que era ilegal? La cola de los tramposos, y todos tan
contentos.
Hace
años leyendo a Nietszche supe de algo a lo que él llamaba nihilismo, es algo
así cómo la inversión de los valores, el dar valor a lo que no tiene valor y no
valorar lo realmente importante. Hoy, en Canarias, en España, estoy entendiendo
bien a lo que se refería el genial pensador alemán cuando hablaba de nihilismo.
Tal es la ausencia de conciencia en esta tierra que no albergo ninguna duda del
caos y la barbarie del ¡sálvese quien pueda! que viviríamos aquí de producirse
una crisis alimentaria por falta de abastecimiento. Comprendo también el
desaliento de muchos buenos profesores de la Universidad de La Laguna, que no
encuentran la manera de activar socialmente a los alumnos, y es que, aunque
suene mal decirlo, la mayoría de los jóvenes están institucionalizados. Y no
digo que no tengamos valores nobles en Canarias, lo aclaro porque estoy
volviendo a leer lo que he escrito y me suena un poco duro. Cierto, sí que hay
valores dignos de destacar en nuestra tierra, pero pierden por goleada ante el
miedo y la ignorancia generales.
En
fin, por quedarme con algo positivo, me quedo con que el origen de este
artículo está en unas líneas que escribí ayer sobre esto así rápido en mi
perfil de facebook junto a una foto de la dichosa tienda, y en un rato la foto
y el comentario estaban siendo comentados y compartidos como pocas veces desde
que ando por la red social. Señal de que no estamos tan solos los que creemos
que otra manera de ser y de estar en el mundo es posible.
Eloy Cuadra
01 de marzo de 2014
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