MENTIR NO ES UN
DERECHO
AUTORA: YURY
WEKY
Es
doloroso ver y escuchar en los canales extranjeros la información sobre
Venezuela, el abordaje a los hechos recientes de violencia, el asedio a la
vida, al patrimonio nacional público y privado por parte de la derecha. El
hábito de sintonizar los canales europeos obedece fundamentalmente a la
necesidad de conocer lo que acontece en esos países. Nos enteramos que en
Alemania mueren cada invierno diez mil personas afectadas por la gripe, que la
mayora de los médicos que trabajan en ese país son provenientes de la India,
que la borreliosis (enfermedad transmitida por la garrapata) infecta mayor
número de personas allí si se compara con Estados Unidos donde cerca de veinte
mil cada año son atacadas por la enfermedad de Lyme; de las cuales noventa y
cinco por ciento de los casos se presentan en Connecticut, Rhode Island, New
York, Pennsylvania, Delaware, New Jersey, Maryland, Massachusetts, Maine,
Minnesota, New Hampshire, y Wisconsin…
También
nos enteramos que las mujeres alemanas al quedar embarazadas inician un proceso
de búsqueda de un kindergarten y que en la mayoría de los casos los niños
alcanzan hasta cinco años y aun no consiguen este beneficio del Estado, y que
según La Oficina Federal de Empleo (BA) el número de desempleados en el mes de
septiembre de 2013 -en el país de la primera economía europea -descendió en
97.000 personas hasta los 2.849.000, es cifra que supone 61.000 personas sin
trabajo más en comparación al año anterior, cuando la tasa de desempleo se
situó en el 6,5 por ciento. Nada de eso sabemos aquí pero allá mienten sobre la
tierra de Bolívar.
A
través de esos canales difunden información sesgada sobre los sucesos acaecidos
en Caracas y otras ciudades en febrero 2014 con videos “prefabricados” se acusa
al gobierno revolucionario de ejercer tortura física en los manifestantes
“pacíficos” y como cierre que justifica su verdad aparece Capriles pidiendo
ayuda a la comunidad internacional para acabar con la dictadura de los
chavistas. No dicen estos periodistas de las transnacionales informativas, que
aquí hay una escalada de violencia desatada por los neofascistas y
paramilitares que obedecen a un plan conspirativo internacional y de la que
ellos se hacen cómplices al tergiversar la verdad, al desinformar y manipular
con mentiras a la masa que los sintoniza.
Mienten
cuando no informan que la oligarquía venezolana cada vez que sale a manifestar
“pacíficamente” destruye bienes de la nación y mata a personas inocentes
incluso mujeres y hombres que regresan de sus trabajos. No hablan del acaparamiento
de los alimentos, la usura y especulación al que someten al pueblo los
oligarcas que controlan esta área- y quienes trabajan con las divisas que les
proporciona el gobierno revolucionario- para generar rabia y descontento para
que se produzca un quiebre en el apoyo popular al Proceso Bolivariano.
Mienten
al no decir que la burguesía venezolana ejerce control en la producción y
comercialización de alimentos y que vienen actuando en articulación estrecha
con el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia israelí y
estadounidense, y sectores de la burguesía colombiana. En un plan conspirativo
para derrocar el gobierno del pueblo. No explican que en Venezuela se
desarrolla un importante cambio socio político que favorece a las mayorías de
los venezolanos y venezolanas que eran excluidas durante la dictadura
neoliberal.
No
hablan de que tenemos un modelo de democracia participativa y protagónica a
través del poder popular que busca la justicia social en vías a construir una
sociedad distinta a la que se vivió mientras gobernaban esos que ahora son
oposición y ejercen la violencia en las calles de nuestro país, actitud que los
caracteriza y que durante los años de sus gobiernos adeco-copeyanos la
ejercieron desde el poder matando estudiantes que le disentían o persiguiendo
lideres de los partidos que se le oponían como lo fueron los Cuadros del
partido comunista de Venezuela, Aún hay cadáveres que se buscan, aún hay
hogares que lloran su luto por la represión de los que hoy reclaman el derecho
a la protesta y la libertad.
No
denuncian esos periodistas y opinadores de oficio que hay un plan fascista que
tiene como meta detener el avance de soberanía, emancipación, y libertad de los
pueblos de la patria grande y que en cierto modo Venezuela inició con el
Comandante Chávez. Esos periodistas mienten al falsear la verdad y mentir no es
un derecho.
Autora: Yury Weky
Caracas, 23 de febrero, 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario