LOS VALORES BURGUESES PUESTOS
EN TELA DE JUICIO
Jorge Yuliani
Contestatario,
controvertido, polémico, reflexivo, punzante, son algunos de los adjetivos con
los que se suele calificar al filósofo Eduardo Sanguinetti
Tal vez porque
la función de la filosofía no es plantear certezas sino -por el contrario-
interrogantes, Sanguinetti siembra signos de interrogación a su paso.
En Buenos Aires
acaba de presentar una actividad titulada “Generaciones perdidas” presentes en
“Identi-kit: Reportaje a la Tierra”, su última sound-land-art performance,
donde, en la factualidad del montaje foto film traducido en fotogramas, dentro
de la tendencia del minimalismo, -de la que según Jean Baudrillard, Sanguinetti
es precursor en América Latina- se procura una recuperación de la identidad.
Este hombre que
Sylvia Hopenhayn ha definido como “uno de los más aprehensivos e indominables
artistas de vocación, poeta de alma, filósofo catedrático y escritor
prohibido”, cuenta que llegó a Montevideo, ciudad que admira y ama, que le
parece entrañable y “que tiene una personalidad definida. Sin embargo -observó-
vi mucha porquería en los kioscos. Vi imágenes donde los nuevos dioses del
Olimpo, eunucos que reptan y que son la cara visible de un sistema que se pudre
son mostrados como ejemplos. Según esos medios parece que ahora la tendencia es
ser putas. Todas las chicas quieren ser putas. Vivimos en un sistema necrótico,
demasiado degradado”, enfatizó.
Sanguinetti
opina que la función del intelectual “es muy importante. Tiene que trabajar
desde la fisura. Tiene que caminar el norte de África, tiene que caminar el
mundo, bajar del podio en que lo coloca la burguesía, de la Academia que es
esclerótica. El intelectual es el único que puede poner en tela de juicio
ciertos valores de la burguesía. El intelectual debe dar un paso al costado de
la instancia mercantilista contestando al sistema tradicional burgués y
resistiendo.
Hay que
observar que en este Siglo XXI los límites se han roto, vivimos una instancia
de incertidumbre total pero fantástica porque da lugar a una nueva instancia.
Hay un giro de 180 grados que está en manos de las nuevas generaciones, de
estos indignados y de muchos otros que en silencio acatan el poder de los
estúpidos y de la cultura -personalizada en estos momentos- en esos sujetos de
marquesina que son las prostitutas que hacen un culto al orto. Hoy todos hablan
de sexo, parece que el sexo se maneja por la palabra, es una instancia
freudiana, dijo con ironía.
sobre el comentario "esos medios parece que ahora la tendencia es ser putas. Todas las chicas quieren ser putas."me parece tan poco reflexivo y pobre ,hasta cuando seguir usando "las putas" como la categoría mas baja para definir aquello que despresiamos.será muy filosofo pero sigue reproduciendo miradas muy inmediatas
ResponderEliminarSra. Matilde Cánepa, a modo de prólogo intentado, le comento que efectivamente la mirada es inmediata, nutrida de la espontaneidad que me otorga la emergencia que deviene de una mirada en pasaje. No voy a hacer un análisis pormenorizado lo que me lleva a manifestarme del modo que lo hago, hace un par de décadas, las realidades, que de manera funesta, otorga el sistema necrótico, criminal ultraliberal, al sentido del denominado orden natural, hace que no desee explayar,me en una instancia en el que día a día nos aturden los medios de publicidad, las redes sociales de este nirvana siliconado, en que se ha convertido la vida de en el planeta. La moral prostituta capitalista, adaptada a modas de temporada, construyó en su materialismo ilusorio, relaciones donde la pasión pasó a ser un recuerdo y como hombre dotado de mis elementos constitutivos, que gozo de mi libertad como dueño de mi mismo aún...elevado más allá de la cotidianeidad y del pasajero sentimiento de cosa archivada, me sirvo de la justiciera arma de la idea,contra la bestialidad de un sistema manipulado y enfermo... y con sumo placer y deseo reivindico al amor y la pasión hacia la mujer, en cuerpo y alma. Saludos!
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