DRAGO
Casi sin presentirlo, ahora se aparece.
Es extraño que sea simplemente un matojo.
Tan habituado estaba a que fuera otra cosa
que me alumbra el asombro ahora que lo veo
con su forma primera. Después de tantos años
y sigue con su infancia que me tapa los ojos
por detrás y me dice:
--"Sorpresa, ¿quien no soy?"
Y, curtido de tantos y tantos desencuentros,
finjo no recordar tus hojas lanceoladas
y siglos que te esperan acechando el olvido.
@Antonio Arroyo Silva.
Poemas de amor y desmemoria, 2014.
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