NUBES VACÍAS(TEATRO)
DUNIA
SÁNCHEZ
Personajes:
Eva
Sol
Patricius
Doble
La
tarde esta en calma. Las nubes vacías no pueden llorar. Ella se encuentra en la
puerta de su casa, acaba de llegar. El
día ha sido agotador. La casa, el
trabajo…. Ella entra por la puerta de su casa y se sienta en el sofá. Lo
primero que hace es encender la tele, inmediatamente la apaga. Muertes y más
muertes. Solo hay desgracias en la caja tonta,
solo estupideces que al pueblo bajo engatusa carcomiéndole lentamente el
cerebro. Enciende la radio, es más de fiar. Como no hay programa que le
interese pone algo de música, una música que le permita respirar pausadamente
para descansar. Ella siente sus pasos aterciopelados y deja que penetre en
ella, deja que la contagie de sueños. Sueños que se evaporan cuando va a
preparar la comida. Esta ella sola y no sabe que preparar. Su imaginación se
despierta igual que su hambre y se le apetece algo apetitoso, algo a su gusto.
Eva:
Si, una comida a mi gusto. Ahora lo he de
aprovechar. Ahora que él no esta conmigo y dirigía todos mis pasos, todos mis
movimientos. Tienes que hacer esto,
tienes que hacer aquello. La blusa no esta bien planchada. Mis pantalones, ¿dónde están mis pantalones?,
decía a puro grito. Un grito que era como astillas que atravesaban mi pecho. Y
cuando no, su mano ¡Ay su mano ¡ Más que una mano era un cuchillo que
impactaba en mi estómago. Sí, en el estómago, así no se notan las marcas. Esas
marcas que a lo largo de los años te van degradando, como un difuminado. Solo
fue un intruso en mi vida. Si, un intruso ¿Qué se cabe esperar de alguien quien
cuando comparte tu mismo techo se vuelve
extraño, exigente, dominante, obsesivo, celoso, absorbente, dictador? Y un
desfile más de palabras que es casi para no acabar. Ahora me siento libre. Sola y libre. Saboreo
la soledad como ese jardín de las delicias donde las mujeres somos el centro de
atención. Veo la realidad de otra
manera. Yo no soy culpable. Mi sentencia es no ser culpable. El culpable no más
que fue él, y nada más que él. Aunque, a veces, la duda me envuelve. Me
envuelve como el rocío nocturno, como caparazón de espinas pinchándome
fuertemente, como siroco en pleno desierto y me siento caer ¿Soy acaso una
persona capaz? El deterioro me amenaza e insolente guía mis pasos del hoy ¡Un
cierto temor a todo ¡ ¡ Un cierto vaivén que me expande y me contrae ¡ Gravitar
como en tierra de hielo donde la luz es un pozo.
(Una
nube de color la envuelve y se observa
un puente con dos flancos, el flanco derecho el del culpable y el flanco
izquierdo el de los inocentes y, en su centro, una especie de sol que más bien
parece un juez)
Sol:
¡Aquí,
la vida ¡ La vida soy yo, quien dirige cada uno de vuestros caminos soy yo. A
mi derecha tenéis la pena perpetua y el arrepentimiento y, a mi izquierda, la
libertad; la oportunidad de dar comienzo una nueva vida.
Patricius:
Tú,
me dices a mí que eres la vida. Ja, ja, ja. Sobre mi vida solo dirijo yo. Sobre
la vida de ella tiene lo que se merece.
Eva:
Esto
no puede ser. Estoy viviendo una pesadilla. El está aquí, lo percibo, lo veo.
Igual que siempre. Con prepotencia, con su intolerancia. Sin indulgencia hacia las personas ¡Qué es esto ¡ Es como si la muerte blanca se arrimará a mi.
Me mira con el brillo de sus ojos
¡No¡ No puede ser ¿Acaso estoy delirando
?
Patricius:
Si,
deliras. Te has pasado toda la vida delirando. Solo ves la sombra que se halla
ante ti. Tú sombra. Tu sombra aun me persigue ¡Qué clase de magia usas ¡ Dile a tu amigo que se aparte de mi. Bruja,
que no más que eres una hechicera. Me quieres atrapar con tus trampas pero, no
podrás.
Sol:
Eva
no te preocupes, le ha llegado la hora de su castigo. Cada marca, cada
cicatriz, cada trauma que te ha dejado impregnado en tus alas las pagará todas
juntas.
Eva:
Si,
mis labios ¿Podrán besar de nuevo? Serán esas alas en busca de nuevas bahías
¡No¡ ¡No¡ No confiaré en nadie más. El ha acabado conmigo y de seguro
exterminara a otras tantas. Como volver a confiar? Es tan difícil después de
esta estampida de balas.
Patricius:
Pero,¿qué
dices disparatada mujer ? Yo he sido tu amor. Tu único amor. No hay nadie más,
ni lo abra. Y, tú, ¿quién eres para castigarme? Ella ha encontrado lo que
buscaba ¡A mi ¡
Eva:
Dile
que se calle ¡Qué calle para siempre ¡ ¿Por qué he de sufrir de nuevo ? Otra vez, esa cocina donde el con su alarido
me estremecía desembocando en un mar de angustia. Tu, astro maravilloso, dile
que se aparte de mi ¿Qué pasa? Parece que me desdoblo. Veo una persona
exacta a mi frente a mi ¿Quién es?
Patricius:
(En
bajo)
Ahora
no son una, sino dos. Seguro que va a incordiar también.
Sol:
Eva
eres tú. Tu otra parte. Esa que es veraz, firme, segura, luchadora,
valiente.
Eva:
¡Yo¡
Mi levedad . Lo que no gravita en el cara a cara.
Sol:
Si.
Ella expulsará a este mal nacido de esta esfera que nos rodea. No merece estar
aquí.
Patricius:
Dejadme
en paz. Yo tengo mi vida. De ella me he olvidado.
Sol:
Si
otra vida. En que la repetirás lo mismo. La llevarás por las tierras de las
amarguras y el sufrimiento. La llevarás por una cama de duros alfileres y la
harás danzar.
Patricius:
Dejadme
en paz. Ello es asunto mío y de ella.
Eva
dos:
¡No¡
No es asunto tuyo Patricius:
¡Si¡ Este tema me concierne a mi y a
ella. A ella solamente. No tienes llama del infierno a juzgarme.
Sol:
Yo no
te voy a juzgar. Ella es la que dará el paso. Ese paso que debió alzar cuando
vivíais juntos.
Doble:
Si yo
designaré lo que será tu mañana. Nunca más podrás poner tu monstruosa mentira
ante las mujeres. Ya no caerá ni una más ¡Entiendes¡
Patricius:
Cállate
estúpida mujer.
(Debajo
del puente comienzan a verse imágenes del ayer. Patricius hace como que no
quiere mirar. Eva frunce el seño y sabe que ello lo va a prestar al dolor)
Doble
:
Mira
Patricius. Mira debajo de ti desde este puente que estamos. Ahí esta tu pasado
y tu presente. Es decir, lo que tú eres y serás.
Imagen
1:
(Se
observa como una laguna ceniza con pétalos marchitos sobre ella. En su centro
sobre sale una mujer de mármol)
Lágrimas
grises. Pétalos que se carcomen en cada sentimiento tuyo. Soy mujer de la
libertad, de la libertad que has diseccionado para no más que dejar rastrojos
de mí.
Patricius:
Que
dices ida mujer. Cada uno dirige sus pasos y desemboca según lo que halla
hecho. No me culpes a mi. Eres lo que has querido ser.
Imagen
2:
(La
laguna se va volviendo más oscura sobresaliendo de su centro un cuervo con
cuerpo de mujer)
Lágrimas
negras. Vuelo que naufraga y se destruye en cada abrazo de astillas tuyas. Soy
mujer del aire, del aire sulfuroso que tú desprendes.
Patricius:
¡Mentiras¡
No más que mentiras ¿Acaso la creéis ?
Yo no recuerdo nada malo de mi vida. Soy amable, soy cordial y de una
comprensibilidad tan colosal que a cualquiera podéis preguntar.
Imagen
3:
(El
tono sigue cambiando. De gris a negro, de negro a un rojo intenso del que su centro
se alza otra estatua roja derramando lágrimas de sangre )
Lágrimas
rojas ¡Impotencia y dolor ¡ Soy mujer de
lava y de lluvia de calamidades. Por
ti ¡Por ti ¡
Patricius:
Por
mi ¡Qué decís¡ Ratas más que ratas que succiona cuando uno no está en alerta. Yo no os conozco de nada. De donde salís.
Seguro que de esa endemoniada mujer.
Doble:
Ignorante ¡Soy yo¡
Todo es lo que has hecho sufrir. Sabes, eres como el calentamiento
global trayendo la enfermedad a medida que avanzas.
Eva:
¿Sol
donde andas? Acógeme en tu regazo. No me dejes sola con él.
La
oscuridad viene. Las constelaciones comienzan a florecer y una radiante
luna es ahora fuente que me he de mecer.
El aire fresco se introduce en cada uno de los orificios de mi vestido. Siento
que soy aire. Aire que viene y que va. Aire que se contrae y se expande. Aire
que inspira y espira. Aire que elimina toda la suciedad.
Doble:
Si,
la suciedad en que te ha bañado él. Unos cimientos jóvenes volverán a ser parte
de ti.
Eva:
¿Parte
de mi?
Patricius:
¿Parte
de ella? Hablas de una nueva juventud para ella y no sabes que su único amor he
sido yo. No hallará hombre como yo.
Doble:
De
eso no estoy segura. Tu nada no hace más que
castillos de magmas viscosos que a quien logras atrapar terminas
haciéndola cenizas. ¡Mujer de cenizas ¡
¡Mujer que la brisa se la lleva ¡ ¡Mujer que en otra semilla lejana a la tuya
florecerá ¡
Imagen
1:
Tu
tiempo ha acabado y sigues siendo igual. Nada más que eres degradación de tu
conciencia. Nada más que eres un corazón pétreo que no ve más allá de tus ojos
malevolentes.
Imagen
2:
Tu
tiempo ha acabado y la tempestad recaerá sobre ti. Nada más que eres tierra
yerma de tu conciencia. Nada más eres un corazón de tinieblas sin sentimientos
a los humanos.
Imagen
3:
Tu
tiempo ha acabado y tendrás que pasar por todas las penurias que ella ha
pasado. Nada más eres un cuchillo de ácido enmascarado ¿Qué pretendes hacernos
ver? Todo lo sabemos nosotras.
Patricius:
¡Locura¡
Esto no es más que una locura de esa descarada mujer ¡Serpiente¡ Que tu lengua la extermine una
plaga de langostas ¡Locura¡ ¿Esto que es?
¿Como os ha podido convencer esa condenada mujer?
Eva:
¿Cómo
puedes hablar así?
Imagen
1:
Te
atreves Eva
Imagen
2:
Eres
capaz
Imagen
3:
Venga
Eva
Doble:
Ser
persona es tu fuerza.
Eva:
Si,
me atrevo, soy capaz, tengo la fuerza suficiente para expulsarlo totalmente de
mi vida. Aunque mi voz sea ronca de tanto callar y callar ¡Cuánto me he
tragado¡ Me cuesta hablar. Pero se que
con el puedo. Solamente es un bocazas.
Imagen
1:
Si
puedes Eva. Eres libre, tu lucha es la claridad de tus pensamientos.
Imagen
2:
Claro
que puedes como la lluvia otoñal tapiza de verde los amarillos campos.
Imagen
3:
Tu,
mujer de agua. Lo puedes disolver y hacer nada de el.
Eva:
¡Tu¡
Ser extraño que te has entrometido en mi vida ¡Lárgate¡ ¡Tú¡ Ser aborrecible
que me has robado todo la hermosura que tenia en mi ¡Púdrete¡ ¡Qué de vuelta
este todo lo que me has quitado de mi vida ulterior ¡ Ahora, comenzará una
nueva etapa donde mis alas se desplegaran y se embarcaran para rajar cada roca
impetuosa. Ahora, despertaré de esa muerte de tantos años y viviré dentro de
una esfera de la que solo filtrará cada rayo de felicidad. Ahora, ¡seré yo¡
Seduciré al amor por respeto, por deseo,
por la alegre tonada que hacen los cuerpos cuando en verdad y en vertical se
aman.
¡Fuera¡ Fuera de mi vista ya. Mis ojos
enrojecidos quieren ser otra vez serenidad de su esplendor, de la nitidez.
Doble:
Si
Eva. Aun es temprano. Muy temprano. Son años en lo que tu puedes renovar todo
tu ser, toda tu alma más allá de los acantilados que se pusieron en tu camino.
Escucha, escucha el mundo. Ruiseñores pueblan ahora este lugar y, si te fijas,
el puente son alas de pinzón azul.
Eva:
¡Alas
de pinzón azul ¡
El ha
desaparecido. Se lo ha tragado las marismas enrarecidas del falso amor. Un
huracán ufano despliega toda su potencia y lo hace fluir entre esas imágenes
del ayer. Ahora, me siento más libre aun. Un paso que he dar. Una mano que he
de acariciar. Unos labios que he de besar. Un cuerpo que he de saborear. Un
respeto que me han de ofrecer. Agazapada entre la duda y la decisión. Tendré
que caminar de nuevo. Rápido, rápido. Para embellecer mi vida con la felicidad.
Me
desnudo. Con la lentitud del paso del
día a la noche. Dejo mi cuerpo presente
como hija de esta tierra capaz de tener
contacto humano. Salgo al balcón. La lluvia cae con armonía. Dejo que sus gotas
sea mi llanto, que arrastre todo ese pasado azocado por terremotos. Me
acaricio. No me importan las miradas, no me importa el que dirán. Soy libre
¡Libre de él ¡ Libre de cada azotaina brusca de sus manos, de sus palabras.
¡Volver a nacer ¡ Concierto que se mece en alas de un albatros que me llevará
lejos, muy lejos. Tan lejos que las nubes vacías que habían en mi vida sean
jardines de tulipanes con el carmín de mis labios.
Fin
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