LOS SANTOS TERRORISTAS DE VENEZUELA Y COLOMBIA...
HOMAR GARCÉS (ESPECIAL PARA ARGENPRESS)
Quienes se han
dedicado a distorsionar y a ocultar la verdad de los hechos violentos
suscitados en algunas ciudades de Venezuela en contra del gobierno y del pueblo
venezolano, son tan culpables de las muertes de efectivos militares y de
civiles como quienes perpetraron estos asesinatos al querer sembrar el miedo
entre toda la colectividad nacional.
En este
sentido, debemos considerar que esta actitud manipuladora de mucha gente de
oposición (supuestamente inteligente y educada) es parte del guión montado
desde el extranjero para crear una matriz de opinión basada en la difusión de
montajes fotográficos y noticias tendenciosas, del mismo modo que lo hecho en otros
países que sufrieron la desgracia de ser invadidos por tropas de la OTAN y de
Estados Unidos bajo el pretexto de defender la democracia y la libertad.
Esto, por
supuesto, no debe quedarse sólo en la denuncia sabiendo de antemano que algunas
empresas privadas de comunicación social no le darán cabida alguna a chavistas
y revolucionarios para dejar saber sus puntos de vista respecto a lo que ocurre
en Venezuela, ya que su interés principal es mantener esta matriz de opinión
que equipara al gobierno del Presidente Nicolás Maduro con una dictadura
salvaje que reprime sin compasión cualquier tipo de disidencia interna.
Por ello se
requiere la movilización permanente de los sectores sociales revolucionarios,
dado que los sectores más reaccionarios de la oposición están planteando una
guerra de clases, sin prever que el resultado de la misma puede ser
completamente contrario a sus apetencias de poder. De ahí que no quepa abrigar
ilusiones respecto a que haya alguna reflexión objetiva de aquellos que han
incitado a algunos jóvenes a cometer delitos penados por las leyes nacionales,
tal como lo manifiestan a diario públicamente, haciendo uso, precisamente, de
la libertad de expresión que supuestamente es censurada y violentada por el
gobierno chavista.
Al respecto,
hay que resaltar que tales personajes están haciéndoles creer a sus seguidores
que solamente bastará con cambiar al gobierno de Maduro para solucionar los
problemas estructurales y coyunturales existentes, sin considerar que gran
parte de ellos son herencia directa del modelo de Estado instaurado en 1958.
Por ello no escatiman esfuerzos para implantar en la mente de la mayoría
venezolana que la violencia, la quema de vehículos y propiedades públicas, la
tala inconsciente de árboles, el bloqueo de calles y los asesinatos causados
desde el 12 de febrero son responsabilidad única y exclusiva del gobierno y de
los colectivos revolucionarios, a tal punto que las mismas victimas serian
culpables de sus muertes, por lo que a sus asesinos habría que considerarlos
entonces unos santos terroristas que no pueden ser detenidos ni mucho menos
juzgados por tribunal alguno de la república.
Homar Garcés (especial para ARGENPRESS)
20 de marzo de 2014
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