DIOS NO TIENE RELOJ:¡NO LE SEÑALEMOS HORA!
Rafael
ZAMORA MÉNDEZ
Muy loco o,
demasiado necio, es aquel que no ponga
las manos sobre el fuego para asegurar que cada uno de nosotros, de antemano,
tarde o temprano, ya tiene asegurada la última hora de su efímera existencia.
A este buen amigo
mío, lamentablemente, ya se le detuvieron las inexorables agujas del implacable cronómetro.
Se llamó, DOMINGO
QUINTERO PÉREZ, le conocí, hace ya unos cuantos y transcurridos años,
precisamente, durante los celebrados actos de una mariana Bajada de La Virgen
herreña, con motivo de que se me encomendara una exaltación poética, dedicada
por entero a los folclóricos y acreditados Bailarines de la Isla.
Durante un familiar
almuerzo y, habiéndome tocado la cautivadora fortuna de poder estar sentado a
su lado, finalizando mi extensa perorata, difundida entre una infernal
algarabía, a grito pelado por falta de micrófonos, va y me dice:
-.- ”Se merece un
fuerte abrazo por sus acertados versos y por ser el único que ha sabido mencionar
en toda su musical magnitud a uno de mis más queridos familiares, como en su
día lo fuera el Gran Simancas”.
Nos fundíamos en
cordiales abrazos, en las diversas ocasiones en que tuvimos la feliz
circunstancia de volver a poder vernos.

Varias veces, le
obsequié con una grabadas cintas magnetofónicas y, según, me constataba una de
sus hijas, que, “las escuchaba y las hacía escuchar, sin descanso, horas tras
horas.
Individuo
abigarrado de suma sencillez, simplicidad y cordura, para todos, tenia a flor
de labios, el oportuno consejo, la necesitada palabra de consuelo, apoyando
todo lo practicable y bueno, batallando a brazo partido contra las frecuentes
injusticias, continuos desmanes , espinosas faltas de respeto e imprudentes
discernimientos, sin dobleces ni falsarias posturas.
Cuando la saludable
prudencia y el médico me lo permitía, más de un par de veces, saboreábamos
juntos unos encanutados puros y, al volátil compás de las humaredas, hasta
llegamos a comentar sobre los desastres acaecidos en los siniestros días de
nuestra deplorable Guerra Civil, tan desastrosa y fratricida.

Se me he permitido
hoy, el traerles este fraternal recuerdo, para intentar saber aprovechar la
simple circunstancia de que, todos, podemos sacar algo de bueno y positivo,
procurando seguir las refulgentes huellas de una tan dignificante y ejemplar
existencia, merecedora de haber dado a conocer, en este extendido BLOG. tan
singular y llamativo.
¡Es el póstumo
Homenaje, a un amigo de corazón, a un modesto personaje, que se encuentra ya de
viaje, sin que tengamos la esperanzadora idea de que algún día, entre nosotros,
logre retornar!
ADMIREMOS LA
HUMILDAD,
DE UN BUEN
COMPAÑERO MÍO,
JUNTO A ESTA NOBLE
VERDAD:
"CUANDO UN
AMIGO SE VA,
QUEDA UN ENORME
VACÍO”
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Un abrazo, admirado Rafael,y agradeciendo siempre ese gesto de bondad de compartir la historia vivída y recordar los que se han ido y que han dejado huella en nuestro acervo cultural. Gracias de corazón y hasta pronto, amigo.
ResponderEliminarMi muy estimada y gentil : ¡MUY, pero que muy agradecido por estos valiosos conceptos personales y, el que más reconocido, sinceramente está, es un servidor, por tener ustedes la santa y ejemplar paciencia de leernos en
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