ESPAÑA NEGRA Y AZUL, A VECES ROSA
PATROCINIO NAVARRO
España es un
país de dobles: de partidos conservadores dobles que se alternan gobernando por
el doble de dos años y con moral doble igual que sus obispos que ahora viven el
doble de bien y con el doble de poder. Españolito que vienes al mundo: cuídate
de las gaviotas, y las rosas de invernadero.
España
es un país de dobles: de partidos conservadores dobles que se alternan
gobernando por el doble de dos años y
con moral doble igual que sus obispos que ahora viven el doble de bien y con el
doble de poder. Por eso no es una España tricolor, que esa quedó fusilada y
ahora en stand by hasta que sea activada por la inteligencia colectiva, también
parpadeante. De momento soportamos una España bicolor: el azul del PP y el
negro del clero.
“Españolito
que vienes al mundo: te guarde Dios/ uno de los dos colores ha de helarte el
corazón/ y los dos, si lucen fuerte/ te traerán mucho dolor”, podría decir
nuestro poeta.
La España negra y azul del siglo pasado es
retomada hoy por una clase de políticos
sin noción alguna de la palabra conciencia, que arrojan serias dudas sobre su
coeficiente intelectual, y cuya pretensión es que esta su España, que no la
nuestra, siga helando nuestro corazón y
muriendo de inanición nuestra alma con ayuda de sus curas, igual que nos
sucedía en las aulas de exigua
calefacción y anemia cultural de la dictadura.
Poco
a poco vuelven a golpe de decreto-ley
todos esos fantasmas del pasado
mugriento a reclamar sus derechos puestos en entredicho por una raquítica
democracia, y las aulas vuelven a tener su exigua calefacción, su anemia
cultural y su cura de catecismo opuesto a educar para la ciudadanía. Entre
tanto, la misa sigue presente en la televisión, se celebran funerales de
Estado, juran sobre la biblia los ministros, y se incumplen los juramentos lo
mismo que se incumple sistemáticamente la Constitución y hasta las leyes que se
dan a sí mismos sus señorías en la poltrona, pero se nos cuenta que tenemos un Estado
aconfesional, y democrático, ¿por qué? porque lo dice la Carta Magna. Y eso
de que lo diga la Carta, parece animar a una parte importante de
nuestros paisanos con inteligencia de dudoso uso, a soportar su incumplimiento y mucho más,
porque al ser un país de dobles tenemos, naturalmente, una doble ciudadanía: la del sofá y la de la
calle.
La
España azul y negra está asustada de un tiempo acá de los resultados de sus
malas acciones, como cuentan las
encuestas, que han hecho surgir brotes fuertes de pensamiento disidente y
democrático con influencia masiva que
amenaza borrar esos colores del mapa patrio,
pero la España abominable se resiste a morir y saca uñas y dientes, tretas de vieja
gruñona, maldiciente y calumniadora para conjurar la amenaza del porvenir.
Y aunque a
un ciego no se le puede mostrar un color, ni explicárselo siquiera,
ellos, los ciegos de la España negra y azul y la doble moral se han dado a sí mismos la tarea de
indicarnos que su color azul y negro es el mejor, y que ningún otro, salvo un
rosa suave si no hay más remedio, puede aceptarse, ya que todos ellos desean ser la expresión de la
verdad absoluta para salvarnos a todos. Pero
si acaso no bastaran sus leyes, ¿por qué no ayudar con las religiosas de las que son expertos
desde que leyeron las memorias de Torquemada? Ahí están nuestros obispos para
demostrarlo.
Así que:
Españolito que vienes al mundo,
Te guarde Dios;
Una de las dos Españas
Ha de helarte el corazón.
Si se trata de gaviotas,
Detenlas con la razón,
Y si se trata de obispos
Canta siempre tu canción,
Y lleva como bandera
Tu libre y alta condición.
Españolito quer vienes al mundo,
cuídate de las gaviotas
y las rosass de
invernadero.
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